sábado, diciembre 10, 2016

GITANO LAGARDER ¡EXPULSIÓN YA!

Nicolae y Elena Ceausescu poco antes de su ejecución -tras un juicio sumarísimo- a seguir el estallido de la revolución rumana (navidades del 89) Un tufo lo que sentimos ahora, al régimen del “Conducator” y a los sicarios -y provocadores- gitanos de la policía política del régimen (la Securitate) Fue sin duda un fenómeno común a todos los regímenes de Europa del Este -ese tipo de protagonismo gitano- pero en Rumanía cobraría mayores dimensiones por razón de la simbiosis cultural que en aquel país acabó encontrando la comunidad gitana (como ocurriría también en Andalucía) Y ese es el tufo -de tirar para atrás- que despide ese individuo gitano/rumano que viene copando la atención de los medios españoles escándalo tras escándalo. ¿Síntoma de una epidemia social -como lo fueron el 15-M y la indignación callejera- a punto de venírsenos encima? ¡Vivir para ver fantasmas míos!
Me he ocupado ya aquí de Inma Seguí en alguna ocasión, la joven política afiliada a un partido anti-inmigración, que tanto eco viene encontrando con sus posturas valientes y su comentarios ocurrentes en la opinión publica española. Y ahora su nombre ha salido de nuevo a relucir por el revuelo que han armado (otra vez) nuevos mensajes suyos en las redes sociales por cuenta del “activista” (como así se le denomina) rumano y gitano del que ya hablamos aquí y que vuelve a salir ahora al primer plano de los medios (otra vez) después de haberlo sido con ocasión de la efemérides del pasado 20 de noviembre, cuando le dieron para el pelo por meterse en camisa de once varas, o si se prefiere en un entierro donde nade le había dado ninguna vela.

Y ahora por la joven político de Cuenca nos enteramos que este individuo lo que en realidad hizo en ese nuevo incidente que provocó en Málaga -y que los medios ocultan cuidadosamente- fue el morder a un policía. Un peligro publico en verdad si se sabe -que yo no lo sabia sin duda por mi alejamiento geográfico- del dato de tratarse de un seropositivo (y hablo en serio) Y parece que habrá hecho falta que llegase a esos extremos para que las autoridades competentes -la Dirección general de Policía en particular- tomen por fin cartas en el asunto y hayan acabado por donde debían haber comenzado ya hace mucho tiempo, y es iniciando los tramites para poner de patitas en la calle -fuera de España quiero decir- a este indeseable, un provocador peligroso que se habrá destapado un verdadero enemigo publico por provocador y por rabioso, y por extranjero -aunque provenga de un país de la UE-, y por pertenecer a una casta protegida de lo alto como son son (al pan pan y al vino vino) los delincuentes de etnia gitana. Y me curo en salud de inmediato.

Ser gitano no es sinónimo de delincuente,como no lo es el ser inmigrante musulmán (en masa) ni siquiera -si se me apura- el formar parte de ese colectivo del que ya me ocupé aquí repetidamente, a saber el de los los quinquis mercheros, pero la historia siendo la que es, la de esos colectivos rima con conflictividad (social) hoy como hace un siglo ( y más) Y aquí en Bélgica sucedió hace ya más de diez años un incidente que me marco -léase que me movió a reflexión- y fue el asesinato de un navajazo a sangra fría de un joven adolescente belga flamenco que esperaba la hora de salida de su tren en el vestíbulo de la estación central de Bruselas apoyado en una barandilla y oyendo plácidamente el hombre un aparato de música MP3 que llevaba puesto, al que dos adolescentes gitanos de su misma edad intentaron arrebatárselo sin éxito y sucedió -como cabía temer- lo irreparable.

Tras lo cual los agresores dieron la estampida y acabó localizándoseles en una comunidad gitana de una localidad de Polonia de donde procedían y donde encontraron refugio hasta que acabaron entregándose a la policía polaca. Y en uno de los reportajes que publico la prensa belga sobre el asunto se recogían las declaraciones de una familia gitana del colectivo que les dio acogida justificándose ante el entrevistador, que en ellos el deber de acogida a los suyos era algo sacrosanto e irrenunciable hubieran hecho lo que hubieran hecho: el problema gitano en su máximo esplendor (como los franceses dicen), tal y como venían a sacarlo a la luz del día aquel trágico incidente, y las declaraciones de aquellos gitanos polacos. Un problema elevado a la enésima potencia en países como España y Rumanía en los que ese colectivo llegó a alcanzar formas de simbiosis cultural con la cultura autóctona, en unas regiones más que en otras como es el caso en España de Andalucía.

Y no parece nada trivial el hecho de que este individuo provocador, ahora en vías de expulsión reaparezca intermitentemente -al hilo de los incidentes que de un tiempo a esta parte viene protagonizando- como una serpiente de mar o como una bicha acuática mayormente en capitales andaluzas, donde sin duda el caldo de cultivo que el es propicio se da con mas frecuencia. ¿Problema humanitario unicamente el de los refugiados, como lo pretende el papa francisco y como lo viene a ilustrar la reunión organizada ene vaticano de los alcaldes europeos en al égida de la iglesia cabe precisar- con asistencia de los alcaldes “podemistas” españoles entre ellos la Colau y la Carmena? El fenómeno de los refugiados es complejo y representa un reto mayor para las sociedades que se ven blanco de él y lo es sobre todo por la conmoción social que fatalmente trae consigo.

Y el hacer abstracción de ese aspecto (crucial) del problema como así lo hace la propaganda fide del vaticano y del papa de Roma es una grave irresponsabilidad y a la vez una dimisión incalificable rayana en la traición a la propia sociedad y ala propia civilización de la que se erigen en guías y en tribunos y en supremos representantes. Y por todo ello y por la extraña coincidencia que el caso del provocador al que aludí más arriba salga a relucir ahora de nuevo , se nos antoja -lagarto, lagarto- un signo de mal augurio, de que el proceso de expulsión incoado en contra suya no legue a materializarse. Porque un provocador de esa especie (y esa ralea) es muy capz de mobilizar al Vaticano y al propio papa de Rma en su defensa.

Un enemigo publico ya digo, o peor aun tal vez -y toco madera-, un apestado socialmente hablando que echa un tufo que tira para atrás a la policía y a sus auxiliares gitanos de de los tiempos de Ceasuescu) que viene a declarar una epidemia en el cuerpo social como lo fueron el 15-M y la indignación callejera. Al que parece que hasta ahora supieron parar los pies (o cerrar el pico) mayormente mujeres jóvenes. Nada feministas -ni “eco/femininistas”-, pero si muy femeninas

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