lunes, agosto 04, 2025

PAPA PREVOST Y JUVENTUDES DE HOY



Ramiro LEDESMA -como todos los lideres y dirigentes nazi/fascistas (o fascistizados) de su época supieron dirigirse y hacerse entender de las juventudes de su época. "Juventudes a la intemperie" entonces, juventudes desorientadas e indefensas ahora con igual o mayor necesidad líderes, de guías entonces.  Y no de flautistas mágicos -con tiara-, de rancias Jornadas y Jubileos, y de viejas monsergas y de prédicas contra natura

Han pasado varios años ya, no muchos pero se prestan a un balance final. El mundo ha acaso desde entonces cambiado? No lo sé. Para bien o para mal? Hay es cierto una guerra en Europa que aún no degeneró en Guerra Mundial. El crecimiento económico -disfraz, uno de tantos del Progreso- habrá continuado imperturbable por tierra y mar. Los mercaderes de sueños y de esperanzas habrán cerrado sus tiendas , lo que no habrá impedido al gran vulgo y en particular a las nuevas generaciones de continuar como sus mayores a soñar y esperar. ¿"Belle epoque" aún? o esa se acabó ya en los ochenta (puestos a mirar) No sé miro a un lado y a otro y no consigo responder. En revancha, los nubarrones negros se agolpan encima de nuestras cabezas y en el horizonte de nuestro futuro para impedirnos de reír y de soñar.  ¿El aumento de la violencia quizás?, presidida  por la trilogía aquella -según nos enseña la DOXA -la Biempensancia o sea, y en particular la bien/pensancia pontificia o papal, o sea el de sexo alcohol y drogas, sigue o peor que entonces o por lo menos igual. Y me estoy refiriendo a un hito cronológico mayor de estas ultimas décadas, cuando se nos anunciaba en un clima de expectación mesiánica que el mundo iba a cambiar o mas exactamente que la juventud por las buenas lo iba a hacer cambiar. Bajo la egida o el cayado mas bien, pontificio, papal (faltaría más) 

Y me estoy refiriendo -alguno aquí ya lo habrá adivinado- a la Jornada Mundial de la Juventud (papal)  en Paris 8agosto 1997)  junto a la Torre Eiffel, buscando en el fondo conectar con aquellos jóvenes que se desparramaban por plazas y calles en la Ciudad Luz medio desierta en periodo estival. Buscando saber o comprender lo que les llevaba allí, lo que querían o esperaban oír de aquel mesías, mitad taumaturgo mitad flautista mágico (y genial) Y confieso que pese a mis esfuerzos ímprobos, callejeando con objeto de entrar en conversación con los pequeños grupos que se cruzaban conmigo sin parar, no lo conseguí. Y no por faltarme el intentarlo, que mi deambular hasta bien caída la noche me llevo a buscar refugio -y oh sorpresa a encontrarlo- en una de las estaciones del metro de Paris abiertas que vi por allí, y ni corto ni perezoso me bajé hasta uno de aquellos andenes vacíos (y tranquilos) donde por un buen rato me dormí. Con el visto bueno de empleados que me observaban (que todo hay que decir) Y luego llegó la concentración, a la que finalmente no accedí, porque no quise o porque no pude, ya no recuerdo bien. Y me volví por donde había venido, con un regusto amargo a vacío al absurdo sin sentido, que todo aquello me pareció y me lo sigue pareciendo aun, de una jornada a otra, de un papa a otro,  (al Jubileo de los jóvenes 2025, desde las Jornadas de la Juventud), del papa WOJTYLA al papa PREVOST. 

De épocas y tal vez de ideas y mentalidades distintas pero de un mismo proyecto de propaganda fide en común, y con el mismo blanco u objetivo en uno y otro, la juventud. Tan desorientados e indefensos entonces como ahora los que van a esas jornadas (o jubileos) como los que no van. Y necesitados de mensajes y directas claras. Claras y nuevas, nuevas de verdad a la altura de hombres de su tiempo (sic) que es lo que esos jóvenes papales -que tantos motejan de bichos raros o sea de frikis- quieren antes que nada ser. Y no las viejas monsergas y los mismos interdictos de siempre con regusto a refrito y a viejo, y los consabidas prédicas e incitaciones (sic) a obrar contra natura -castidad (extra) matrimonial (o matrimonial a secas, o sea, y SEXTO MANDAMIENTO-, que siempre acaban en lo mismo, del revés o del derecho, de un papa a otro, mas progre o (un poco) más facha, que más da, que ya no nos la dan con queso. Españoles ellos sobre todo ay dolor (o así al menos nos lo están vendiendo) los que abarrotan estos días la plaza San Pedro. En manada siempre en manada -en Roma como en Bruselas- con ese gregarismo tan nuestro. Y eso tan nuestro también de dar siempre la nota, cantando con gran vocerío como siempre aquello tan expresivo de "¡Soy español, español, español, español! (y no sé cuantas veces más) Lo que a ellos, en cierto modo les honra no hay duda, y a los demás españoles (como yo) nos produce en cambio un sentimiento irresistible de vergüenza ajena (qué le vamos a hacer!) 

Y sin embargo, eppure: en la vaciedad, trivialidad e  insignificancia de sus respuestas cuando los medios les interrogan, se deja traslucir en ellos una cruel necesidad de maestros y de guías. Que los papas conciliares) ya no pueden  ser  (contando aún con que lo quisieran que aún está por ver) Por una razón de fuerza mayor, de falta de credibilidad o sea. Y alguien tenía que ser el primero en tenerlo que apuntar. NUEVOS GUÍAS Y LÍDERES Y MAESTROS (CREÍBLES) a las juventudes desorientadas e indefensas! No a los flautista mágicos (aunque lleven TONSURA PAPAL)

Auge del voto de ultraderecha entre los jóvenes españoles menores de 25 años. Signo de los tiempos como aquellos -en el tiempo aquel de hegemonía cultural marxista- que el Concilio nos instaba de escrutar. ¿Y preocupación y aprensión mayor presidiendo el Jubileo de los jóvenes del Papa PREVOST?


 

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