lunes, agosto 04, 2025

MAURRAS, PROFETA DE UNA NUEVA RELIGIÓN





Obra temprana de Charles MAURRAS, que registra textos de calidad literaria mayor, entre ellos, precisamente de los que le valieron a él, a sus textos y a su movimiento de "Acción Francesa" la puesta en el INDEX y la condena pontificia. Luz del mundo, lámpara refulgente que su autor y partidarios prefirieron poner (prudentemente) -como reza la biblia canónica- debajo del celemín (*)

"Je trascrirai mon impression finale, elle fut la plus forte de la journée. J'éprouvais dans un recoin, à droite d'une porte, devant le buste d'un homme jeune encore, à la barbe longue, terminée en boucles épais, au nez fin, aux joues creuses, les pommetes délicatement aigisés, les orbites proéminentes et comme usés par le souci. Une ossature mince soutenait ce visage inquiet et fievreux d'un caracter inquiet et souffrant. Joignez autant que je me souviens, des grands cheveux roulant à flots sur les épaules, comme pour souligner, dramatiser, outrer un masque de douleur dont tous les traits finissaient en points subtiles. J'ouvris le catalogue de M. CADAVIAS. Je ne fus pas surpris d'y lire: 419. Buste de jeune homme barbu au théatre de Bacchus, à Athènes. L'expression et les traits du visage nous rappelle l'image de Jesus-Christ. Art très intéressant" Non, je n'eus aucune surprise. Je sentis pourtant le besoin de courir au grand air pour dissiper le trouble où me jetais ce brusque retour du nouveau monde et du Nazarëen par qui tout l'ancien s'écroula. C'était le dernier jour d'avril, l'un des premiers du printemps. Jusqu'au soir je courus  les monceaux de ruines informes repandus dans des terrains vagues entre la rue d'Hermès et la pente septentrional de l'Acropole. Dans l'enclos deserté de l'ancien gymnase de Diogène où quelques moutons paissaient l'herbe, je me couchais au sol et regardais sans dire ni penser rien la nuit qui approchait. Il me semblait que sous la croix de ce dieu souffrant, la nuit s'était repandue sur l'âge moderne.  Mais les nuits de l'Attique ne sont jamais tout à fait sombres. Je fis un mouvement. La fluide clarté que developpaient les étoilesn me désigna avec insistance et autorité, sur un morceau de marbre, le mot inscrit en lettre majuscule XOPOS.../...Chores veut dire danse. Une danse est un mouvement concerté et resté, qui laisse dans l'esprit des belles figures. Elles me firent des morts regenerés, ressuscités, de dégénerés refleuris. De la terre aux étoiles, tout passe, tout revient, tout est lié en choeur. Un chré tien s'afflige, impie! Mais il n'est rien qui ne soulève la volonté tendue."


Voy a transcribir mi impresión final, la más fuerte de aquel día. Fue lo que sentí en un rincón, a la derecha de una puerta, delante del busto de un hombre todavía joven, de larga barba, que se terminaba en bucles espesos, de nariz fina, los pómulos delicadamente afilados, de órbitas prominentes, como desgastadas por la preocupación. Una escasa osamenta sostenía ese rostro inquieto y febril de carácter afligido e inquieto. A añadir, de lo que aún recuerdo, grandes cabellos rodando a raudales sobre los hombros, como subrayando, dramatizando o exagerando un disfraz de dolor que se terminaba en puntos sutiles. Abrí el catálogo de M. CADAVIAS. No me extrañó leer: 419. Busto de un hombre joven barbudo en el teatro del dios Baco, en Atenas. La expresión y los rasgos de su rostro nos recuerdan la imagen de Jesucristo. Obra de arte muy interesante: ". No, no tuve sorpresa ninguna: Sentí no obstante la necesidad de correr fuera, y de disipar el desasosiego que me dejaba ese brusco retorno del nuevo mundo y del Nazareno por donde el mundo antiguo se hundió. Era el último día del mes de abril, inicios de la primavera. Recorrí Hasta el anochecer los montones de ruinas informes esparcidas entre la calle de Hermes y la pendiente septentrional del Acrópolis. En el cercado desierto del antiguo gimnasio de Diógenes donde pastaban algunas ovejas, me eché al suelo, mirando sin decir ni pensar nada la noche que se acercaba. Me pareció que bajo la cruz de aquel dios doliente, la noche acabó cubriendo la edad moderna.  Pero las noches del Ática no son nunca del todo sombrías  Me moví un poco. La fluida claridad que despedían las estrellas me señaló con insistencia y autoridad, en un pedazo de mármol, una palabra inscrita en letras mayúsculas, XOPOS.../...Coros quiere decir danza. una danza es un movimiento concertado y acabado que deja bellas figuras en el espíritu. Muertos regenerados en mí, resucitados, degenerados florecientes de nuevo. Un cristiano se aflige. Qué impiedad! No hay nada que no despierte la voluntad de poder.

Lo he trascrito de pe a pa tal vez porque nadie lo hace, y es por tratarse de los párrafos  -de una belleza literaria sublime además- más blasfemos (sic) -léase (más explícitamente) paganos, anti-cristianos- que valieron su puesta (fulminante)  en el INDEX y le valieron a su autor la excomunión pontificia. A él y al movimiento monárquico del que êl era el líder y fundador, la Acción Francesa. Nadie lo hace, no, sobre todo entre sus partidarios -y mucho menos sus devotos y partidarios españoles- que ven y veneran (sólo) en él, el lider politico y el pensador e ideólogo monárquico y reaccionario, y no pueden ni quieren o  prefieren ver en esos textos tan cruciales y reveladores, simples deslices o pecadillos de juventud subsanables o (canónicamente) reconciliables, por aquello que (obstinadamente) estos pretenden que fue la conversión final -reconciliación canónica incluida (claro está)- de MAURRAS, confesado, comulgado, y habiendo recibido la extremaunción of course, y todos los demás santos/sacramentos y la bendición apostólica de su Santidad etcétera, etcétera  (así al menos reza la leyenda: la que me enseñaron y me inculcaron oficiosamente y a modo de perfusión a la vez, en el seminario tradicionalista de Econe)  Pero Maurras fue más que eso, que me diga, no fue nada de eso, sino un profeta y poeta, heraldo y mensajero de una nueva religión. Nova et vaetera. Joven y vieja: la religión del paganismo europeo ancestral  que el cristianismo primitivo enterró bajo tierra. Y precisamente el no haber sabido o podido asumir todo ello, nos da la clave de su fracaso y su derrota, y es la prenda de futuro, de un renacer lo que se encierra en ello. A una condición al menos: la de no esconder piadosamente su mensaje, desafiando adrede el escandalo de los biempensantes. No eran propiamente suyas esas ideas, saltarán los abogados del diablo que no faltan nunca en ningúna parte, sino que las tomó prestadas de un autor bajo sospecha como lo fue NIETZSCHE: por culpa de su educación y back-ground familiar de hijo, nieto, biznieto y tataranieto de pastores protestantes. CONCEDO.  No supo menos el traducirlas y trasvasarlas en clave cultural católico/latina y en una expresión literaria de calidad mayor, de lo que debemos quedarle franceses y no franceses sumamente agradecidos. 

El texto transcrito más arriba de MAURRAS convoca aquí además otro texto suyo en paralelo. Y es en la medida que mereció también la condena pontificia.  Y es el Cuento de los lacayos ("Conte des serviteurs") de su obra "Viaje al Paraíso" ("Chemin du Paradis") de un virulento (neo)paganismo y de un anti-cristianismo último/modelo (por decirlo así) Que cuento al igual  trascribir próximamente aquí. Mi palabra. En atención sobre todo a ese fenómeno nuevo, signo (mayor) de los tiempos (sic), que es el auge de una nueva juventud que los medios (hostiles) califican de extrema derecha. De lo que me acabo de haxcer eco en mi blog. Y si estas entradas les pueden servir (modestamente) de brújula y de gobernalle marca/rumbos, aunque sólo sea en ese terreno ta resbaladizo, y tan erizado de trampas y alambres y toda clase de peligrosa (sobre todo en la política española)  -de lo que MAURRAS llamó "la política religiosa"- pueden creer que no tendré una mayor recompensa 


(*): San Mateo, 5, 13-16 

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