jueves, junio 13, 2024

TERREMOTO EN FRANCIA (y dos)


El terremoto que sacude a Francia tras el triunfo -y la previsible llegada al poder- de la extrema derecha, sella el final de un partido gaullista en la política francesa y cuestiona fatalmente -se quiera reconocer o no- la figura, marcada (a ojos al menos españoles) de la más terrible ambigüedad -entre la Nada y la Grandeza (Grandeur)- del General DE GAULLE

Terremoto político en Francia como en este blog ya lo anuncié. Pero lo que no acerté a ver -a tiempo?- era lo que de todo aquello, del temblor (político) de tierra aquél, tenía de por/partida/doble: de triunfo sin precedente alguno en la Historia de Francia (en la posguerra) de la (llamada) extrema derecha, y a su vez, de explosión (o implosión) del partido gaullista (sic) -de derechas- de POMPIDOU, (de Michel DEBRE, COUVE DE MURVILLE, Pierre MESSMER y CHABAN DELMAS), de GISCARD, de CHIRAC, BALADUR, y de Nicolás SARKOZY-, que habrá (pacíficamente) gobernado décadas durante en Francia en la posguerra. Tal  como nuestros ojos absortos no pueden menos de comprobar allí, al hilo de los más recientes acontecimientos, y a modo de balance o desenlace de la reciente jornada electoral. 

El partido -rebautizado « Los Republicanos », tras sucesivos travestimientos (RPR, UMP, UDP, )- de la derecha liberal, burguesa y exquisitamente correcta, escrupulosamente protegidos (hasta hoy) por un cordón sanitario (sic) del contagio (horror!) de la extrema derecha limítrofe -derecha de la derecha-, se habrá hecho el harakiri no se sabe bien por culpa de quién, si del presidente del partido Eric CIOTTI elegido (nota bene) por sus militantes, o si del comité directivo que habrá manu militari procedido a la destitución de aquél, acusado del delito (hórresco referéns!) de Colaboración, después que este último haya anunciado su adhesión a la unión de las derechas, léase a una candidatura común con el RN -Rassemblement National - de Marine LE PEN. Un culebrón de incierto desenlace y del que me mantengo a distancià circunspecto y prudente. Y es del folletín interminable, de atribuciones y estatutos, de investiduras enfrentadas- tras años de observador (escaldado), de cerca, de la crónica de actualidad de la política francesa más candente y de las cuitas y vicisitudes de ese partido, jalonadas por crisis sucesivas que lo habrán sacudido de cabo a rabo, sin dejar de contarlo (…) Como lo fue la pugna (agria) por la presidencia del partido tras unas elecciones internas entre dos ex-ministros, Jean François COPPÉ -omnipresente en la crisis actual- y del que fue primer ministro de Nicolás SARKOZY, Francois FILLON, hoy cadáver político en Francia tras el escándalo de corrupción financiera en el que se vio envuelto -él y su esposa- en vísperas (como por casualidad o por arte de magia), de una cita electoral que dio el triunfo a Emmanuel MACRON. 

Con lo que quiero decir -todos los que aquí me leen, estarán de acuerdo- que ya no me siento ni me veo un neófito ni un intruso en política francesa y es en la medida que todo lo que allí ocurre nos puede servir de lección, de escarmiento o de moraleja a los españoles, y en la medida también que una visión como la mía, « desde fuera » (díxit MAURRAS) -no/francesa-,  les pueda ser a ellos de valor o utilidad (preciosa)  en las horas de crisis y de amenaza a si integridad y a su identidad propia (mayormente) por culpa de la inmigración) 

Y una crisis, la de hoy, que me recuerda echando la vista (casi) treinta años atrás, a otra de un escenario igual o parecido, cuando figuras de gran talla de la derecha buscaron y aceptaron el nombramiento en la propia circunscripción con la ayuda de los votos del Frente Nacional (primera época),lo que muchos de sus correligionarios no dejaron de ver -igual que hoy- como una afrenta o ultraje a la memoria del General DE GAULLE. Héroe o villano (a ojos’ quiero decir de españoles)? Símbolo mayor de grandeza (de Grandeur), o de la (tétrica) Nada (Néant) y del vacío más sobrecogedor? La pregunta del millón. 

4

30 de mayo del 68. momento crucial de la Historia de Francia, como la de España, cuando la Historia estuvo a punto de bascular (a la izquierda) , y cuando el Tiempo se paró, aunque los españoles ignorasen (olímpicamente) aquello, faltaría más. Los españoles todos, menos Yo, oyendo la vibrante alocución del presidente francés’ en un país paralizado por la agitación subversiva -en el ocaso del mayo francés-, y en vísperas de la Noche -le Grand Soir- de la Revolución, justo antes de la riada humana aquella en favor de aquél por los Campos Elíseos, por la radio (yo) a solas -solo en casa como en mi entorno de la Facultad (Económicas) en la Universitaria madrileña) (horror!)-, saltandóseme las lágrimas sin remedio -por qué lo debería ocultar?- y consciente de que se estaba viviendo una hora crucial. Lo que me mueve a reserva y circunspección, ahora que se cuestiona en Francia -con el deshaucio del partido gaullista- la figura del General. Y que me perdonen mis antiguos camaradas que siguen sin verlo así, lo mismo que mis compañeros franceses -« confrères »- del Seminario (tradicionalista) de Ecône

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