miércoles, agosto 22, 2018

FRANCO Y EL EJÉRCITO DE LA VICTORIA

Almirante Antonio González-Aller, ex - jefe del Cuarto Militar de la Casa del Rey. Uno de los jefes militares en la Reserva, firmantes del manifiesto en defensa de la memoria (militar) de Francisco Franco, y blanco directo y predilecto –a creer a los medios- de un proceso (sumarísimo) de expediente disciplinario (en curso) por parte del Ministerio de Defensa. Su Majestad Felipe VI, jefe supremo de las Fuerzas Armadas españolas ¿no tiene nada que decir ante esta artera e inicua –y grosera y escandalosa- tentativa de división de la cúpula militar – a saber la tentativa de exhumación de los restos del anterior jefe de Estado- del jefe de gobierno socialista? Apostamos que sí y que en breve romperá el silencio. Como lo hizo –valientemente, desafiando a los lobbies poderosos de los medios nacionales y extranjeros- en nombre de Cataluña

En memoria de mi difunto padre (con quien no llegué a reconciiarme), militar español del Arma de Aviación, y unido a Franco por los lazos indestructibles -más allá de la muerte- de la devotio ibérica. Al igual que sus compañeros de armas (...)

División de la cupula militar, calamitas calamitatis. Lo que escribí hace mucho en un articulo sobre el golpe de estado en Chile del general Pinochet y que está (aún, creo) colgado en la red. Como una de las grandes lecciones de nuestra historia española contemporánea, que los militares chilenos tuvieron a todas luces bien presente en su actuación, buscando salvaguardar sobre todo la cadena del mando, lo que les evito la guerra civil y lo que en España no se pudo por culpa de las intrigas y maniobras de la izquierda, y más en concreto del Presidente Azaña que con la lección bien aprendida en cambio de la historia francesa contemporánea hizo todo lo que pudo en los años de la II Republica por fomentar y garantizar la división del estamento castrense y de la cúpula militar por encima de todo. Y es lo que esta buscando ahora todas luces el presidente socialista Pedro Sánchez en su tentativa (desesperada) por exhumar a Franco del Valle de los Caidos por las buenas o por las malas. La manera más segura e infalible -entonces como ahora- de provocar la guerra civil entre españoles.


He estado releyendo los párrafos numerosos, repetitivos, que dedica a Franco el escritor Francisco Umbral en su última obra publicada poco antes de su muerte –a modo de testamento literario e ideológico y espiritual a un tiempo-, "Amado Siglo XX” y lo menos que cabe decir es que mi autor favorito –en materia de estilo (nota bene)- tiene con la figura del anterior jefe del Estado un problema de cuidado (como los portugueses tan enfáticamente dicen) y es por las crasas contradicciones en las que incurre, por la imagen que acierta dar de él entre el monstruo (avieso) de cinismo y de crueldad y el dictador (o dicta/blando) rutinario y (en el fondo) bonachón que hace preguntas de niño inocente (sobre lo que no se debe) En esa y en otras obras suyas y en particular la que más aborda a Franco de frente, la Leyenda del Cesar Visionario de la que me ocupé abundantemente en mi libro “El padre falangista de Francisco Umbral” que aquí alguno conoce (….) Y esas contradicciones -cabe apostar- cunden y abundan en el campo de los partidarios de su exhumación las horas que corren, como se refleja en la amplia cobertura que están ofreciendo en este tema los medios (españoles) y extranjeros (…) Y es que nos ofrece a los del bando contrario –por aquello de que la mejor defensa es un buen ataque- la brecha por donde poder lanzar la ofensiva de penetración de nuestra incursiones y dirigir la orientación de nuestras líneas de ataque (o de contraataque, si se prefiere) Me he pasado –lo confieso- toda la vida hasta hoy dudando sobre el personaje y el juicio que me debía merecer y fue la causa tal vez –confíteor- de la ruptura fatal irreversible con mi difunto padre que tuvo como pretexto u ocasión un escrito de Francisco Umbral ( ay dolor!), ¡para qué lo debería ocultar!

Y aunque con ello dé la impresión sin remedio a algunos de estar retractándome de antiguas posturas o devociones y de un giro de ciento ochenta grados (retournement como los franceses dicen) en mis posturas tocante a temas para mi de lo mas sensibles. Que a fin de cuentas me parece más ineludible el reconciliarme en vida o post mortem con mi difunto padre que con la figura y con la obra o una parte de ella, de Francisco Umbral (….) Y si no conseguí reconciliarme con él en vida por culpa del jefe de estado anterior –y del papa de Roma- lo voy a lograr sin lugar a dudas post mortem con su (sagrada) memoria y es por la vía (sacra) de revisión y rehabilitación de aquel que tengo emprendida hace tiempo, ofreciendo así a la vez una vía a los que se encuentran en una situación anímica y emocional análoga o comparable a la mía y es a toda esa generación, triste y decepcionante y manipulada en resumidas cuentas –la mía propia- hijos del régimen anterior por tantos y tantos conceptos, que arrastran otro problema de cuidado con el anterior jefe de estado –¡menudo complejo de amor y odio!- y que figuran hoy a no dudar en primera línea de la ofensiva guerra civilista en curso (en torno al Valle de los Caidos) ofreciendo una triste figura -como la de los oriundos (no catalanes) en la actual movida separatista en Cataluña, aragoneses o andaluces en su mayoría- de intrusos y de renegados a sus propia raíces (….) -, y como la que ofrecen los animadores de algunos “think tanks” –laboratorios de comunicación y adoctrinamiento, nota de la redacción- por los que una ingrata suerte me habrá deparado el tener que transitar –¡ay dolor- en los últimos días.

¿Una nueva religión franquista la que aquí estoy anunciando? No exactamente, en la medida que no es así como se pueda propiamente llamar a la devoción (sic) que la figura del jefe de estado –hay que rendirse la evidencia- sigue concitando entre viejos y jóvenes, próximos como extraños, tanto entre españoles como entre foráneos. Devotio iberica, noción clave en la movida actual guerra civilista. De la obediencia hasta el sacrificio al jefe en aras del bien, de la supervivencia y de la integridad de la Patria común Que nos explica y da la clave y la magnitud del desafío que estamos arrostrando y de la fuerza secreta que nos impulsa y anima y que a no dudar nos dará al final la victoria (segura). Una muestra religiosa o cuasi religiosa del basamento común –pagano- entre el mundo romano y el mundo íbero o íbero romano y más tarde godo romano, que resurgió (misteriosamente) con fuerza en la guerra civil española, que confirió al anterior jefe del estado de una plena legitimidad histórica y le suministró la palanca providencial de su triunfo en la guerra y de su duración y continuidad y en la posguerra (….) Legitimidad, el otro termino clave o el eslabón semi-perdido u olvidado de la cadena (de posturas y de ideas) Completamente ajeno al ideal democrático aunque haya sido objeto de una auténtica maniobra de usurpación a cargo de la izquierda española, erigidos –además de donantes de lecciones de moral- en expedidores de patentes o certificados de legitimidad, democrática hoy o constitucional como al final de la Dictadura del General Primo de Rivera (…)

Franco sigue mereciendo más devoción entre españoles que el papa de Roma. Señal infalible que puede más que la papolatría católico/romana entre españoles la devotio iberica. ¿Nueva religion-franquista o neofranquista- la que está alumbrando entre una mayoría de españoles la movida guerrracivilista del Valle de los Caidos? La pregunta sin repuesta (...)  “Lausanne me legitima ante el mundo”, dice Umbral o dice (acusador) que Franco dice en “La Leyenda del Cesar Visionario”, y queriendo o no estaba revelando una gran verdad, que la crisis en la que nos vemos envueltos los españoles desde la Transición habrá proyectado a la luz del día (…) Y es que el régimen –nacido de la Victoria en el 36- legitima al monarca actual al igual o al mismo tiempo que a Franco lo legitima la Monarquía (….) De cara al futuro, y a la rabiosa actualidad y a la ofensiva frenética e histérica y rabiosa que busca borrarlo de la memoria para siempre y así desposeernos o expoliarnos “pari passu” a los españoles de una parte sustancial de nuestro pasado y de nuestra historia, por cuenta del odio histórico (sic) –y del fuego de guerra civil- que propagan la ley de la Memoria (y demás criaturas) y los que la patrocinan
“Lausanne me legitima ante el mundo”, dice Umbral o dice (acusador) que Franco dice en “La Leyenda del Cesar Visionario”, y queriendo o no estaba revelando una gran verdad, que la crisis en la que nos vemos envueltos los españoles desde la transición habrá proyectado a la luz del día (…) Y es que el régimen –nacido de la Victoria en el 36- legitima al monarca actual al igual o al mismo tiempo que a Franco lo legitima la Monarquía (….) De cara al futuro, y a la rabiosa actualidad y a la ofensiva frenética e histérica que busca borrarlo de la memoria para siempre y así desposeernos o expoliarnos “pari passu” a los españoles de una parte sustancial de nuestro pasado y de nuestra historia, por cuenta del odio histórico (sic) –y del fuego de guerra civil- que propagan la ley de la memoria y los que la patrocinan

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