La foto -magnífica, tan magnífica como incorrecta, como el instante aquél, del 23-F, que libelistas, periodistas y cineastas (ahora premiados) ladren o rebuznen lo que quieran-, que mereció el mayor realce (en primerísima plana de la Prensa mainstream del mundo entero) como un cuadro del Museo del PRADO -en la Frankfurter Allgemein Zeitung (FAZ), por ejemplo (de lo que recuerdo) En testimonio cegador -de electrochoque- de la repercusión (planetaria) que aquello obtuvo pese a su fracaso. Y acabé comprendiendo todo ello recapacitando (mutatis mutandis) en mi gesto de Fátima y en el impacto mundial (sic) que logré con aquello, pese a mi fracaso (aparente). Porque eso era lo que yo realmente quería (that's the question)
EL 23-F, este año ya (hace mucho) que pasó (sigiloso), pero se estaría tentado de decir que no, que no ha pasado todavía, debido a la actualidad (rabiosa) que aquello cobra de repente en los medios, recordándonos la efemérides noche y día. Y lo habrá sido sobre todo con ocasión del estreno -y del premio- de una miniserie de TVE basada en la novela "Anatomía de un instante" de Javier Cercas, que da su título a aquella. Y puestos a hacer o a recordar la historia, que parece ser el propósito declarado de los autores de la serie, como en el autor de novela, nos viene a la mente no el 18 de julio en la mente de todos sino otro (putsch, por así decir) que le precedió y cubierto hoy día de un tupido velo a la hora de evocar o recordar la efemérides aquella. Y me refiero a la del 10 de agosto, ese golpe de estado contra la república -que los medios dan hoy a conocer (rebajándolo) de nivel como la Sanjurjada- que triunfó fácilmente en Sevilla aunque acabó fracasando (no sin resistencia) en Madrid, y que marcó la pauta a muchos de los militares (sublevados o no entonces) que se sublevaron cuatro años después, sin la menor duda. Y me pregunto si ese interés en la recordación -del 23-F- que estamos contemplando ahora, lejos de proponer (se) como propósito u objetivo, un mero ejercicio o sesión de pedagogía democrática, si no oculta o esconde (me pregunto yo) una pulsión más o menos inconsciente o subliminal de querer conjurar o exorcizar (sic) la (invencible) aprensión a que algo así pueda volver a ocurrir en un futuro, próximo, sí por qué no, de una manera u otra.
O sea que la idea el concepto de golpe de estado -"coup de force" en francés- vuelve a estar de moda hoy, o en circulación, por insólita que nos parezca la cosa. Y a la mente me viene un librito que fue lectura obligada para mí, muy joven, cuando empecé a despertar en política, y fue la Técnica del golpe de Estado, de Curzio MALAPARTE, que aupado a la gloria y a la fama con el (invencible) ascenso de los nazi fascismos que lo saludaron y celebraron como un precursor, acabó rompiendo con ellos -con la Alemania nazi y su líder (al que públicamente insultó)-, y siendo perseguido durante la guerra, en la Italia de MUSSOLINI En su obra MALAPARTE pasa en revista los principales golpes de estado de la Historia contemporánea, a comenzar por el 18 Brumario de Luis BONAPARTE (2 de diciembre 1851, que inspiró en una obra homónima a Karl MARX (*)-a no confundir con el otro homónimo, 18 Brumario de Napoleón (1799)- y siguiendo en orden cronológico por la serie de hitos mayores en la materia: la revolución rusa de 1917 -en lo que innegablemente tuvo de golpe de estado, con el asalto al Palacio de Invierno de San Petersburgo-, el golpe de estado de KAPP en Alemania (1920) que dio lugar a la aparición de los cuerpos francos -de gran protagonismo en el ascenso del nacionalsocialismo-, mayormente en torno a la brigada EHRHARDT, del capitán (de corbeta) EHRHARDT, que sí participó en el putsch. En fin, la ruptura de STALIN con TROTSKI, lo que aquél llamó Insurrección (7 noviembre 1927) Y last but not least, la Marcha sobre Roma (29 de octubre 1932) (2)
A lo que cabe añadir en atención a mis lectores españoles, hispanos o luso/hispanos otros hitos históricos no recogidos en el libro de MALAPARTE, pero de la mayor transcendencia como -además de la Dictadura de PRIMO DE RIVERA 813 septiembre 1923)- lo fueron, primo, La Arrancada de los generales -CARMONA, GOMES DA COSTA, MENDES CABEÇADAS- en Portugal, de arranque del Estado Nuovo (28 de mayo 1926), secundo, el golpe militar en Chile (11 de septiembre 1973), de todos los jefes de las fuerzas armadas (Augusto PINOCHET, de Tierra, José TORIBIO MERINO, de la Marina, Gustavo LEIGH, de Aviación; y de Carabineros, César MENDOZA DURAN) (48 años ya pasados, como 48 minutos, tan siquiera) (...) Y tertio, la proclamación de la República social italiana (RSI), de Saló (23 SEPTIEMBRE 19439) tras la destitución de MUSSOLINI por el Gran Consejo fascista (25 de julio 1943)
A lo que cabe añadir otro referente no propiamente histórico, sino sino político, ideológico doctrinal, y lo es la obra de Charles MAURRAS -de hecho, una recopilación de artículos aparecidos en el diario "L'Action Francaise"- "¿Es posible el golpe?" ("Si le coup de force est possible") donde MAURRAS proclama la necesidad del golpe de estado para (re)instaurar la Monarquía. Nótese que la obra -de natura pura y estrictamente política, se entiende-, se vería incluida en la lista de escritos de MAURRAS y de la Acción Francesa, puestos en el Índice de libros prohibidos, con ocasión de la condena pontificia del movimiento monárquico francés y de su fundador. Blanco y en botella (como en España se dice ahora) O a eximición de prueba: que allí (en el Vaticano o sea) eran más políticos (sic) que religiosos, más demócratas -o anifascistas- que cristianos o católicos (tiene gracia la cosa)
El 23-F ¿un capitulo o episodio negro, negrísimo de nuestra historia? Su fracaso tal vez, como el de la Armada INVENCIBLE, que continúan a dolernos a los verdaderos patriotas pese al tiempo transcurrido (en vez de años o de siglos, de minutos o segundos tan siquiera). Cartas pues sobre la mesa
(*); daría ese título a la obra de Karl MARX (dic. 1852-marzo 1852), la primera de todas las suyas
(2): Obsérvese la coincidencia- todo menos fortuita- con la fecha del discurso fundacional de la Falange, de José Antonio Primo de Rivera -29 de octubre 1933 (día por día un año después de la Marcha sobre Roma)-, en el Teatro de la Comedia
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