Retrato mural de fray Ginés de Sepúlveda, del bando enfrentado a fray Bartolomé de las Casas en la Junta de Valladolid (1550) y su debate sobre el trato a los indígenas tras la Conquista de América, que quedó doctrinal y teológica y jerárquicamente irresuelto, aunque la Modernidad (biempensante) designaría -por su cuenta- un bando vencedor en todo aquello. Y NIETZSCHE tuvo el mérito como (bien a su pesar) NGV sabe en su monografía ponerlo de manifiesto, de reabrir tantos siglos después aquel debate -de la igualdad y los derechos del hombre versus la jerarquía inherente al orden natural o ínsita en la Naturaleza. Un respeto
El punto débil, el flanco (crucial) más desguarnecido de cara a la critica de NGV) que aquí estamos comentando lo es sin duda su postura anti-igualitaria, ergo anti-democrática, en la diferencia entre castas: ente masa y minorías (selectas), entre el Super hombre y el Infra hombre, entre los esclavos y los señores. La esclavitud, madre del cordero de pensamiento de NIETZSCHE y cuestión irresuelta (en el fondo) en la Historia (europea) del Pensamiento y de las Ideas. Que me diga, en lugar de irresuelta, cerrada en falso con el desenlace entre Norte y Sur, entre nordistas y republicanos y sudistas (demócratas) de la guerra civil americana, entre la Unión y la Confederación de los Estados del Sur (y del general LEE) Los sudistas, al cabo de una terrible guerra fratricida sangrienta en extremo acabaron perdiendo, ellos y su postura reivindicativa de los derechos de los estados (confederados) de los Estados Unidos, que los nordistas vencedores lograron travestir -de cara sobre todo a la opinión pública de los países europeos- en la defensa (ilegítima por propia definición) de una (legal) servidumbre rayana o traducible en un sistema (racista) de esclavitud, entre negros y blancos. Y memoria de todo lo cual pervive aun hoy día en los States, como se habrá viso con ocasión de incidentes raciales en los States y del fenómeno Donald TRUMP, y lo habrá sido en la proliferación de testimonios de la memoria de los vencidos de aquella guerra civil, y del flamear por todas partes de la bandera de la Confederación en los Estados del Sur.
Y todo esto nos retrae en parámetros y coordenadas de nuestra historia, a la conquista española de América, al sistema que introdujeron los españoles, de la encomienda (sic) y a la (álgida) controversia a la que aquello dio lugar, em la Junta de Valladolid (1550), donde acabó venciendo la postura biempensante -precursora de la idea de Democracia (...)- y con ella, frente al bando perdedor de fray Ginés de SEPULVEDA, y en torno a la Escuela de Salamanca, la vencedora, de los teólogos Francisco de VITORIA, Bartolomé de CARRANZA -perseguido mas tarde nota bene- bajo la acusación de luteranismo por la Inquisición-, Francisco SUAREZ, Melchor CANO -que se nos recordaba (a todos ellos) entre nubes de incienso en la educación que nos impartieron en los colegios de curas-, y last but not least con su Brevísima Relación de la Destrucción de Indias, de Fray Bartolomé de las CASAS, oráculo mayor de la Leyenda Negra anti-española y principal responsable de la pérdida del Imperio de resultas de la rebelión mestiza en la que se tradujo la Emancipación americana. Causas justas de la guerra (De Justis Belli Causis), frente a la barbarie (sic) de los indígenas (canibalismo y sacrificios humanos, y su desprecio de la ley -y del derecho- natural) Derecho de tutela del poder colonizador en el seno de sociedades indígenas devastadas por guerras civiles y por la tiranía de incas y aztecas, los pueblos dominantes. Conforme todo ello al mandato bíblico (Libro de los Proverbios), "que el necio sirva al sabio". Frente a ello, las Leyes de Indias con la prohibición y erradicación del sistema de encomiendas, y la defensa de la dignidad de los indígenas, y su corolario inevitable, el levantamiento de la prohibición de los matrimonios mixtos, y la extensión y propagación del mestizaje.
Y con ello, el establecimiento y proclamación del derecho de gentes (jus gentium), en un vaticinio de la Declaración de los derechos del Hombre con siglos de adelanto. Democracia frente al orden jerárquico (sic) ínsito en la Naturaleza, una antinomia o un dilema primordial pues, que remonta a la noche de los tiempos. Lo que NIETZSCHE no se inventó, pero que tuvo el mérito de proclamar y de defender filosóficamente, con método. Que explica el pathos inquisidor de los que le refutan (aquí la muestra), denigrándole al mismo tiempo
Esta obra -en una edición primera- fue una de las poquísimas lecturas que recuerdo de mi época de Universidad que me hubiera valido linchamiento ipso facto si se me hubiera visto con ella en aquellos claustros. Botón de muestra (ella) inmejorable que el debate sobre un régimen de servidumbre -como el de los Estados del Sur-, y de la "esclavitud", no se clausuró ni se resolvió con el desenlace de la guerra civil americana: que volvería no obstante a reabrir NIETZSCHE, tal y como lo pone de manifiesto la obra de un autor militante (NGV) que aquí estamos comentando. Y que no resolví yo tampoco hasta hoy. Cuando (en cambio) ya sé como leerlo


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