jueves, diciembre 11, 2025

BÉLGICA, ENTRE LA AFRENTA Y EL PERDÓN


Mientras el brillante cómico y agitador ZELENSKI se pasea  en plan de victima por toda Europa, cosechando risas, guiños, abrazos y apretones de manos, y aspirando dólares y otras  divisas  a chorros allí por donde pasa -y en flujos de una sola dirección (...)- algunos como Donald TRUMP y el belga DE WEBER le piden a gritos que mire a la cara a la realidad, que está perdiendo la guerra (si no la ha perdido ya)

"Rusia no perderá la guerra" Y las expectativas de una derrota de Moscú, "son un cuento de hadas, una ilusión" Una sorpresa mayúscula, la mía (confiteor) por la postura resuelta y valiente del primer ministro belga del que aquí ya hablé -frente a muchos en su propio país y a la postura adoptada y a las presiones subsiguientes de todos los demás países de la UE. Sorpresa la mía, en verdad, por la actitud de un país al que en su conjunto creo (un poco) conocer, y a sus habitantes a los que durante casi cuarenta años mucho traté sin poder desprenderme nunca de la (engorrosa) impresión de estar tratando con los súbditos de un pequeño país (ex-hispano) que a pesar de su (casi) insignificancia territorial, habrá disfrutado desde hace siglos -desde su independencia- de una influencia y un protagonismo en los asuntos europeos y en la política mundial, mucho mayor que la nuestra, completamente desproporcionada -así al menos lo veía yo-, lo que se diría que se podía leer -en su (fina) ironía (a veces) y sobre todo en el disimulado interés que ponían siempre en nuestras cosas, en nuestros asuntos, en nuestros problemas- disimulado sí (en francés, faisant semblant) como si les produjera un invencible embarazo y una sonrojante verguenza -tanto propia como ajena- el mezclarse o el enredarse demasiado en nuestras cuitas y conflictos -y sobre todo en nuestra (interminable guerra civil (aunque eso sea otra cuestión), los de un pais extranjero (sic) -sí pero no como los otros, mas atrasado o (ligeramente) menos avanzado que ellos-, en suma de un país inferior (sic) y (sobre todo) arrastrando una imagen ante ellos, ante el mundo y ante la Historia,  de país derrotado, perdedor

Que ¿qué iban a decir o a pensar de ellos los habitantes de los otros países que la rodean, sobre todo, Holanda (o Paises Bajos) que ellos sí, en cambio, gozan aquí en Bélgica en todo tipo de recordaciones en la Historia oficial como en estatuas y lapidas, dorando y redorando en calles, plazas, por todas partes la imagen de paises que vencieron y humillaron al Imperio español? ¿Complejo, "iluminacion" o alucinacion (u obsesión) ? Digamos que sólo en parte. En parte por culpa de la Leyenda Negra ant-española, y en parte (o compartida), por culpa de ellos también de una forma a menudo difusa, subliminal, cortés incluso y guardando las formas, pero no menos afrentosa y ultrajante. Cuestión de honor (así al menos lo vi siempre hasta hoy yo) Y lo que yo llamo rol o protagonismo desproporcionado (y desmesurado) tiene sin duda no poco que ver con el papel de casus belli, que les recordaba el ruso MEDVEDEV -en torno a la descongelación de activos rusos en bancos belgas (como ya lo comenté en este blog), que codicia URSULA VON DERLEYEN, a titulo de reparaciones de guerra (¡por favor!) 

Y así las cosas el NIET imprevisto del primer ministro belga cambia e imprime un radical vuelco al estado de la cuestión. ¿Catarsis colectiva -a tenor del apoyo encontrado a la actitud del primer ministro en el conjunto de la opinión y de la clase política allí? ¿Que les haga  asumir críticamente esa componente o ese factor histórico en su propia historia y en la historia europea, y de alcance mundial- nebuloso, perturbador? Si fuera así sería la noticia más terrible y más extraordinaria  de nuestra época (díxit Federico NIETZSCHE) Lo que les merecería mi olvido (de algunas cosas) (...) Y mi PERDÓN

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