Comuna de Paris (1871) gran saturnal como irónicamente la llama NGV del que nos volvemos a ocupar en esta entrada. Y que NIETZSCHE siguió de lejos -lleno de aprensión- el alma en vilo. Una faceta mal conocida -la política- de su vida y de su obra que algunos de siempre intuimos. Y que engrandece su figura. Mal que les pese a algunos
Estamos en Navidad, celebrando la Nochebuena, por eso lo he pensado dos, tres veces antes de iniciar esta entrada. Porque lo que os vengo a anunciar no es la Buena Nueva -una buena nueva navideña-, sino una Mala Nueva o como lo escribió Nietzsche de los textos paulinos -de Pablo (Saulo) de Tarso- la peor de todas. A saber la luche clases, no solo como fatlidad de la Historia, sino como un oráculo o sentencia inapelable -o calamidad o maldición bíblica- en la historia del pensamiento contemporáneo. Es a lo que nos vemos obligados -qué remedio!- de tomar nota, recogiendo -como no!- el guante de un grandioso a fuer de ineluctable desafío. Y es lo que de entrada me inspira uno de los capítulos -el tercero, "NIETZSCHE y la Commune de Paris"-, que he vuelto a releer hoy, del libro que comenté ayer aquí, de NGV, "NIETZSCHE contra la democracia". Un gesto que vale lo que vale y apreciamos en su justa medida, y que seguimos pues sin dudarlo, aunque las respuestas que nos ofrece NIETZSCHE a semejante desafío, -y que el autor de la monografía que aquí estamos comentando reproduce cuidadosamente y no (se nos antoja) sin un cierto (malsano) regusto- como si esas respuestas del filosofo alemán viniesen a darle a él la razón, y a confirmar las tesis (polémicas, militantes) que defiende en su libro-, aunque esas respuestas como digo se merezcan una explicación o reformulación cuidadosa que desde aquí prometemos a todos nuestros lectores y amigos. Porque si MARX y los marxistas tienen razón, si el Pobre como categoría histórica -o incluso metafísica- es un alter Christus o un héroe olímpico que me diga anti-olímpico, al que la Historia de la Humanidad doliente le habrá condenado a la condición de víctima de la explotación -ley de bronce de la vida por otra parte, o de la Historia como lo es la Guerra o como lo son las revoluciones -epidemias saturnales las llama (acertadamente y no sin ironía) el argentino, si es así, como digo, entonces "apaga y vámonos", reza el refrán (en román paladino). querrá decir que nos equivocamos de noche (de la que no era) como los belgas dicen, o de país, dejando de ser nosotros mismos, que no (SEMPER IDEM) Que ¿qué es si no el aceptar a la fuerza como parcelas de luz o fragmentos de verdad/revelada ciertas nociones sujetas a discusión incluso en el campo de la ciencias sociales o económicas, como lo es -central en la doctrina marxista- la de plusvalía? Y todo en una visión sesgada de la Historia, y en particular de la Historia contemporánea de la Europa Occidental -la que vivió o siguió de cerca el propio MARX- marcada o jalonada por una serie de hitos mayores, los de las grandes revoluciones -o saturnales (de los siglos XVIII y XIX antepasados)-, la "Gran Revolución" (francesa, 1789), la de 1848 ("Primavera de los Pueblos") y (last but not least) la Commune de Paris (1871) Que NIETZSCHE, tal y como paciente y acertadamente NCV lo demuestra pruebas en mano, en clave de explicación de su trayectoria en electrón libre, en solitario, tras su marcha (semi-forzada) de la Universidad de Basilea, en Suiza, donde estuvo como docente, y de su actitud reaccionaria (sic) -arúspice de la Contra-Revolución lo llega a calificar NGV- ante aquellas revoluciones o movimientos insurreccionales, callejeros que tenían como motor o común denominador, la indignación, que es -decía él- "lo propio de la chandalá" (*) Como la indignación callejera en España (15-M) Y una dificultad histórica del primer orden en la visión histórica maniquea -de cuento de buenos y malos- que defiende NGV, lo es la figura de NAPOLEON III (Luis Napoleón) a quien MARX dedica uno de sus escritos. y lo es por el juicio que le merece a MARX esta gran figura de la historia francesa y su golpe de Estado ("el 18 BRUMARIO") , logrado -escribe Marx- con la ayuda del lumpenproletariado. Dificultad por partida doble, y lo es en la medida de la laguna (sic) -tal como ya lo hicimos notar en este blog- que acusa sobre ese concepto -de lumpen- el análisis marxista. ¿NIETZSCHE o MARX? La alternativa subyacente en esta engorrosa polémica, que supo plantear en el libro que dedicó al filósofo alemán, Ernst NOLTE que fue mi amigo, que NGV -por lo que sea- no se atreve a afrontar (continúa)

No hay comentarios:
Publicar un comentario