Jean Marie LE PEN ha muerto, y la ceremonia de sus obsequias -una misa solemne de hora y media- habran sido el homenaje a su figura. "Homenaje a un profeta", glosa uno sus discípulos ideologicos, de la corriente radical que al contrario de sus principales interantes de esta se le habrá ahorrado el veto -reservado a los otros apestados- de asistencia a la ceremonia dentro de la iglesia, obligados aquellos a contentarse con seguir la ceremonia desde fuera (del atrio de la iglesia o sea) "Un profeta diabolizado", puntulizaba aquel, empleando asi (a drede) el mantra favorito de la hija, de la presidenta del RN, Marine LE PEN, con el que aquella se habra servido de preciosa coartada a la hora de imprimirle un giro de ciento ochenta grados (o casi) a la orientación politica y los postulados ideológicos del partido del que habra sabido hrederar la funcion de presidenta. Un verdadero vuelco o media vuelta (torera) -en frances "retournement"- que habrá granjeado a su artífice -en su calidad de heredera- réditos electorales en extremo jugosos en las ultimas elecciones legislativas, al punto de hacer de su partido el más poderoso de la Asamblea Nacional francesa, y como tal, joker o comodín indipensable e insoslayable en situaciones de crisis tal como se habra mostrado ahora con el ascenso y la caida en simultaneo o casi del penúltimo en la lista de candidatos aspirantes al hotel MATIGNON, Michel BARNIER de la derecha (correcta"), sin poder sobrevivir a la mocion de censura lanzada en su contra por el RN (Rassemblement National, rebautizado Front National o sea)
Un tema -"la dédiabolisation"- del que me habré ya ocupado repetidamnte en este blog, pero una postura (puramente) politica en sí, en resumidas cuentas, que no se mereceria mayor glosa si no escondiese otra dimension mas cruda y polemica que es la que le da la ruptura depadre hija que habra hecho aquella posible, revestida de todos ls visos de una tragedia griega. pero en versión francesa, y que me perdonen los que me leen desde "más allá" -que di Pascal, "verité au-dela erreur en deca") , quiero decir al Norte de los Pirineos. Una ruptura trágica, cruel y desgarradora pues, pero con una reconciliación post mortem "a la francesa" con la hija díscola -más rubia y más mediática y más francesa y más LE PEN que nunca, deshecha en lágrimas ante las cámaras como una Magdalena entonando la palinodia de un mea culpa (mea maxima culpa) de cuya sinceridad se es libre de pensar lo que se quiera (....)
En la medida sobre todo y ello sea tal vez lo mas dificil de comprender para espanolrs del papêl o actitud del padre -anre la infidelidad de la hija- consintiente (sic) en la desdibolizacion -en visperas electorales en lo que sonó a una resonante (y decisiva) descalificacion, de Eric ZEMMOUR, peligroso rival de aquella que le disputaba unos votos decisivos por la derecha. Qué de extranar pues que ahora la hija en reina y senora dispusiese de las ceremonia de exquias de su difunto padre a su antojo sin tener que rendirle nadie cuentas y sin que se interpretase la disidencia de los lepenistas radicales ahora de nuevo expurgados como una afrenta a la memoria de un padre devoto de su hija -"ma fille" evocaba él cada dos por tres en declraciones de después de la ruptura (y de su expulsion manu militari du RN por orden de aquella) (...). De vergüenza ajena (...)
Lo dicho, "desdiabolizando" -en nombre del antifacismo o del anti/nazifascismo- al partido del que aquella tomó las riendas, no se diabolizaba menos la obra y la trayectoria de su difunto padre, vituperado ahora de nuevo en los medios y sobre todo en la prensa de izquierdas -y en ese sector de la clase política francesa- como un torturador (sic) en la guerra de Argelia, y como un fascista (sic) en definitiva, racista y anti-semita. (*)como una afrent
La "torture"? Una sombra -de culebrón- que le persigue a sol y a sombra, en vida y tras su muerte. "Memoria procellosa", rezaban los clásicos. Del latin "procella" -en lengua romance-, tempestad o tormenta, como todas las guerras. Como la guerra de Ucrania, como la Primera y la Segunda Guerra mundiales, como la guerra de Marruecos o la de Argelia, o como la guerra civil espanola. Un superviviente de la guerra colonia, Jean Marie LE PEN y como tal un profeta De la posguerra (francesa)
ADDENDA Me veo obligado a rectificar las lineas un tnato precipitadas de la reaccion a la muerte de Jean Marie LE PEN. Y es por esa especie de plebiscito (*) -que reconoce y lamenta la mima prensa de izuierdas- que en favor de Jean Marie LE PEN, de parte de la Nacion (entera) habra traducido la ceremonia de exequias del profeta
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