martes, marzo 12, 2024

MOHAMED SESTOR

Mohamed Sexto -o Sestor (erre bien rodante y fuerte/acento en la o, Ses-tor, como pronuncian graciosamente sus súbditos, en español)- rostro visible del mayor desafío que se nos plantea a España y a los españoles en política interior y exterior: el de la pujanza marroquí -en nuestras posesiones del otro lado del Estrecho, en el espacio europeo-, y la inmigración/invasión silenciosa. En el terreno de la actualidad más rabiosa (en Gaza y en el Oriente Próximo) como en el plano de la Memoria. Un retorno a la España de las Tres Culturas  o un vuelta a empezar de la guerra de religión (y del choque de culturas) No hay vuelta de hoja

GAZA, free Palestine (Palestain!!!) Aparte de mi ese cáliz! De una guerra del fin del mundo en la que no supimos ni quisimos nunca tomar partido (voto a Dios!) ni en su génesis o genealogía -desde el final (y desenlace), de la II Guerra mundial no se olvide- ni en sus rebrotes interminables, como al que impávidos y consternados asistimos ahora. « Reconocimiento de un estado palestino », reto magno del conflicto en llamas, como grandes nombres de la diplomacia y de los asuntos exteriores en la televisión francesa lo están presentando ahora? Ni por esas! Un vuelta a empezar « por otros medios », como decía de la política y de la guerra Clausewitz, de lo que sería la señal aquello sin vuelta de hoja. Como Israel lo fue hasta hoy dirán algunos aquí? Lo del huevo y la gallina, no me digan! 

Este gigantesco rompecabezas que sólo conseguiremos resolver o descifrar planteándolo en términos que nos sean familiares, como para andar por casa: no en clave de conflicto interminable -y que me perdonen Marion y Eric Zemmour- sino de otro factor o elemento de la rabiosa actualidad que nos pilla mucho más cerca, el choque de culturas o sea, que nos llega principalmente (si no a título exclusivo) de uno de los dos bandos, y no es culpa mía (…) Que mentiría o me engañaría a mi mismo si no dijera el peso (quintales!) de la amenaza -la del crimen ritual (…)- que  gravita de cerca abordando la cuestión peligrosa. Sobre nuestros cuerpos, nuestras almas, y más exactamente sobre nuestras gargantas, queda clara la cosa? Que todavía resuenan y nos llegan los ecos de un lúgubre suceso que marcó no hace tanto la sociedad en el país vecino -su estamento docente para más señas- como marcó en otro suceso igualmente lúgubre la opinión pública  en los Países Bajos y no sólo (si mi memoria no se queda corta) 

Que es escamotear el debate en ascuas -re-migración, sí o no- haciendo abstracción del choque de culturas subyacente en la inmigración (o invasión) silenciosa. De culturas digo y digo bien, aunque suene a eufemismo (en lugar, horresco referens! de razas o de etnias), y pongo por testigos a los que me conocen (bien) o a los que me siguen de cerca (…): testigos de mis esfuerzos por abordar o encarar el problema de la forma más abierta y generosa posible desde mi puesto de observación privilegiado -el de la situación, de muy cerca: la del colectivo inmigrante, me explico, en la cohabitación forzosa, y bajo el cielo de la Memoria  (…) Tres Culturas (como en el Año Mil), o un vuelta a empezar, al culebrón interminable (Ceuta y Melilla),  a la guerra (oscura) de Marruecos y a la memoria/feliz (sin depurar) de la Reconquista. Que a buen entendedor pocas palabras sobran (…)





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