viernes, marzo 15, 2024

ENVÍO DE TROPAS FRANCESAS A UCRANIA, SÍ O NO


Álgido y encrespado debate en la televisión francesa del envío de tropas francesas sobre el terreno a Ucrania anunciado por Emmanuel MACRON, con el telón de fondo del llamamiento por la Paz del papa de Roma, descaradamente objeto (como cabía esperar) en los medios del Hexágono del más riguroso « black out » (apagón)

Pretencioso, la etiqueta que fatalmente se me aparece -ya les estoy viendo y oyendo- en cada una de mis entradas en política francesa, de un país « que no es el tuyo » (lo primero que tengo que oir) y « más que el tuyo », (de cla-se y ca-te-go-ría,  lo que piensan sin decir) (…)  Y potencia nuclear (no se olvide): lo que nosotros no conseguimos  de un tris. 

Elitista (sic) oí comentar -más claro aún- por mi cuenta y como evidente y consabido, de los labios (un tanto bífidos) de una periodista española, de un nombre del que prefiero no tener que acordarme aquí.Ante lo que no me queda más que rendirme a la evidencia, me explico, de lo atípico y singular de mi trayectoria, de irme a corretear por mi cuenta y riesgo  en otros cielos y otras tierras, por los suelos de una Europa próspera y selecta.y feliz,  huyendo así (para más inri) años y años de mi propio pais. Lo que sigo fatalmente oyendo o leyendo en lo aún sin decir, obviándose  así las ansias y los fregados (y digo bien) de la interminable/guerra civil, de la que es cierto que huí. En nombre como me situé -no se olvide- de la religión, léase de la tradición que veía muerta y semi enterrada entre españoles, y el tiempo no vino más que a darme la razón. 

Y viene a cuento -mi (libre) confesión de culpa- de un debate (bien francés) en la televisión francesa, con el telón de fondo de la guerra/patriótica y las declaraciones del papa de Roma sobre el tema que arde  (en una gigantesca polvareda) y fue entre un polémico presentador vedette de origen iraní, y el anterior ministro de Educación (laico, librepensador anti escuelas de pago o sea) Luc FERRY, y last but not least’, de un tercero en liza, más que simple espectador, no otro que el dinosaurio a fuer de carroza (o carrozón) de Daniel COHN-BENDIT, que en materia de servicios secretos de antes de la caída del Muro, al decir de las malas lenguas tanto sabe y tiene que decir. 

En un inmejorable botón de muestra del poder (omnímodo) de los medios en democracia, de sus estrellatos (star power) y de su temible poder a la hora de echar abajo y demoler (por los suelos, hechos trizas, sin remedio) la buena imagen (look) y reputación de los chivos expiatorios por designación. Y es por cuenta de una guerra híbrida (sic), que entre filigranas del debate no hacia más que rugir: en el arte inigualable de hacer perder los papeles en directo o saltarse los  límites al menos de la más estricta  corrección, escamoteando así el debate y ahogando al canta/verdades por todos los medios, empresa a fe mía difícil de conseguir, como así fatalmente sucedió. Y fue a la hora de defender a capa y espada las declaraciones (escandalosamente) belicistas del ministro galo de Exteriores, a las ancas de la precedente declaración de guerra -alegando a favor de tropas francesas sobre el terreno o sea- del primer ministro Emmanuel MACRON. 

Con el telón de fondo (mayor) de la Segunda Guerra mundial -como no! De una narrativa oficial de la conferencia de Múnich insoslayablemente lastrada a izquierdas casi tanto como a derechas de la memoria de la Colaboración, como no. Del pasado que no pasa, y que -parado (…)- se presta así a que nos lo apropiemos por nuestra cuenta. A buen entendedor  (…)

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