viernes, febrero 23, 2024

ROJO ESPAÑOL, SIETE ATENTADOS


«  Affiche rouge » Cartel de propaganda de las autoridades de ocupación por las calles de Paris, febrero  1944. En el vértice inferior -segundo subiendo por la izquierda,- CELESTINO ALFONSO, « rojo español, siete atentados », reza (sin complejos) por su cuenta el cartel a modo de tarjeta de presentacion (y de visita)
. Este brigadista, « muerto por Francia » como el mismo se autoproclamó, sirve hoy de valiosa caución al gobierno socialista español -y a su ministro de Política Territorial y Memoria Democratica-, enredados en un gran escándalo como nunca en la era Sánchez hasta hoy se vio
« Otra de memoria histórica, marchando! », como se decía en los bares del Madrid castizo  (de antes) y como dan ganas de exclamar y rememorar a la vista del enésimo capítulo a toda página y en primer plano en los medios de la prensa mainstream’ del culebron interminable: de la guerra civil espanola y de la Segunda Guerra Mundial. Lo mismo me da que me da lo mismo. Celestino Alfonso, válgame un santo de palo que diría Don Ramon. con el debido respeto (of course) a la memoria de sus familiares’ próximos y allegados. « Celestino Alfonso, rojo español, siete atentados » Y no lo digo (o escribo) yo, sino esos mismos medios vanagloriándose hoy del cartel de caza y captura (« wanted »)  en contra suya que hicieron circular las autoridades de ocupación en postes y fachadas de la capital francesa. 

Y de aclaración obligada lo que precede por lo de rojo (con perdón) Y pido disculpas de nuevo que todavía recuerdo la viva reacción y el comentario de aquel español que me cruce en aquel bar del centro de Lausanne, cuando salí de Portugal, invierno del 85 -la Casa del Pueblo llamaban (con sorna) a aquel lugar de reunión de españoles emigrantes y exilados en el que me metieron de aprendices de brujo algunos de los que seguían entonces mis caminos « Esa palabra (de rojo) ni nombral-la, señol Juan’, ni nombral-la! », me advertía amable, y enfático y de ojos bien fijos, de su acento inconfundible, aquel refugiado/emigrante/español’, en plena jornada de regreso como entonces se encontraba, tras largos años de travesía y de refugio en Alemania Oriental (RDA) en vísperas entonces de la caída del Muro. Complejo político e histórico de los que no se salta cualquiera, no me digan! Como si solo tuvieran derecho los unos y no los « otros » a usar la palabra aquella, y por lo que se ve aún dura la paranoia, passons! 

« Solo soy un soldado que muere por Francia », se puede leer en la carta que escribió (dicen) a sus familiares. A confesión de parte (…) Y es de la pasión francesa -pareja de la « passion espagnole » de la izquierda internacional-, y de un problema (irresuelto) de raices o i-den-ti-dad de los que no se lo salta cualquiera (tampoco) que arrastran (en la memoria) todos esos españoles antifascistas en primera línea de frente hoy de la guerra (híbrida) de memorias. Luchadores por la democracia?A otro perro con ese hueso! Resistentes (arma en mano, y bombas y atentados contra la población civil llegado el caso) -contra todas las con-ven-cio-nes internacionales (nota bene) en vigor entonces- a un orden/establecido y pacíficamente aceptado por la población..

La Ocupación, « ce fut le bon temps’ », dijo como ratificando lo que aquí escribo el cineasta Claude Autant-Lara (que sabía de lo que hablaba), en plena Asamblea Nacional en su calidad de diputado del Frente Nacional (primera época) Y  que me perdone la Marine -de presencia anunciada y cancelada en el Panteón de las conmemoraciones-  que en su desmedido afán -viento en popa en todos los sondeos de las presidenciales, también es cierto-, de normalización y « des-diabolizacion » parece sentirse en la obligación de tragarse a diario sapos y culebras cada vez más gordos. Se les pide tanto? NO LO CREO

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