miércoles, febrero 06, 2019

Proa a la Mar

Un punto de apoyo, sólo uno,
¡Y moverás el mundo Juan!
Con tus sueños y tus planes
en A o en B ¡qué más te da!

O planes, o el sitio fijo
o el hoyo (hobbit) cordial
donde bien poder forjarlos
fijando rumbos, proa a la mar

Y el mirador cara al cielo
como en cuentos de Peter Pan
o del mapa/mundi (antiguo)
abierto de par en par

Y es lo que al final yo logré,
los ojos en el no va más:
mar de “sueños imposibles”
(díceme la rubia fatal)

Cuando todos me olvidaban
y echábanme tierra (sin más),
puesto siempre en la picota,
si lo viera mi padre (¡oh papa!) (...),

que quiso forjarme un futuro
y lo hipotecó (sin pensar):
lote de una “generación perdida”
(d’enfants) dispersada aquí y allá

Solos en el ancho mundo
(¡pobres!) bajo el cielo astral:
cuando me miro al espejo
temprano (hora del afeitar)

Un espejo como muerto
pavorosamente espectral,
pero en un ángulo al fondo,
la estrella (y luz) de tu mirar

y de tu risa traviesa
y negra como un lunar,
tan tuna y enigmática
que me dice: "¡espérame, Juan!"

¡Y juro que te esperaré
Aunque las cosas tornen mal!:
mi propósito firme y fiel
(¡A la hora del despertar!)


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