GHOUTA (EN SIRIA) Y LA CANTINELA HUMANITARIA

La Ghouta oriental es una región agrícola rural y muy fértil –el vergel de Damasco, la llaman los medios- a un tiro de piedra -y no digamos de obús (…)- de la capital siria. Y en esta guerra (civil) interminable de la que se ve teatro y escenario (sangriento) aquel país del Oriente próximo, habrá venido a ser el vientre blando –o bajo/vientre- por donde le pueden venir al régimen de Bachar-el-Assad enfrentado a la rebelión islamista, todos los golpes más bajos y toda clase de desdichas. Como así se vio hace ahora ya casi tres años y medio cuando “no tuvimos testigos entre cielos y tierra” (más solos que la una en verdad, en nuestra defensa ciega y sin matices del régimen de Al-Assad frente los llamados “rebeldes”), en el momento crítico y fatídico cuando estuvo en un tris de estallar la tercera guerra mundial a punto ya el ataque aliado -Estados Unidos a la cabeza, como en Libia-, a base de misiles cataclísmicos contra las colinas que rodean a Damasco (para hacerlas venirse abajo) (…), que fue cuando le tembló el pulso (un decir) a Barak Obama en el momento –de apretar el botón- crucial y decisivo. Y fue el detonante de aquello la llamada crisis de las armas químicas a raíz de acusaciones (urbi et orbe) contra el re el régimen de Al-Assad, de haberlas utilizado –¿verdad, mentira?- frenando así in extremis un ataque inesperado, por sorpresa, a través (nota bene) de la Ghouta oriental precisamente –con refuerzos notables (en armamento y fuerzas especiales) lanzado desde la frontera jordana e instigado y orquestado por los Estados Unidos. Y finalizada con la victoria de Bachar-el-Assad. la batalla de Alepo interminable, se reenciende pues (se diría) otra vez y es por la guerra de propaganda (o “mediática”) -por cuenta (o bajo pretexto) de la cantinela humanitaria-, casi tan salvaje e intimidante y ensordecedora como la madre de todas las batallas (me refiero a la anteriormente nombrada)en la que parece que fielmente la acompaña la última batalla de esa guerra siria interminable pues (cuando se daba ya por ganada para el régimen) , se juega en esos precisos momentos en la Ghouta oriental –como un quiste en una zona extremamente vital cancerígeno, sumamente peligroso- y eso explica (con creces) la histeria/humanitaria de los medios, con las mismas fotos (insufribles e insoportables –como las que esgrimieron a cuento de las cargas/policiales el día del referéndum en Cataluña, por cima de los Pirineos- de lo mismos momentos –en un mecanismo de guerra y de agitprop (y a base de una sarta de mentiras) qu explica muy bien la agencia iraní- en primer plano y en la portada de todos o casi todos los medios del mundo entero. No hay mal que por bien no venga dicen que dijo el Caudillo cuando el asesinato de Carrero, Y bienvenida la guerra en Siria que nos habrá hecho experimentar –como en propia carne (ay dolor¡)- el poder omnímodo y letal expeditivo de los medios, nos habrá hecho a un tiempo un poco más globales de lo que éramos (o de los que nos creíamos al menos), y nos habrá acercado un poco –por aquello de los enemigo de nuestros enemigos son nuestros propios amigos (y lo siento por los falangistas libaneses)- un país tan cercano y tan lejano como lo son para el conjunto de los españoles todos , todos o casi todos los que se encuentran del otro lado del Estrecho, y a descubrir como de pasada –en su historia moderna atormentada y palpitante y en su recóndita y por veces inédita y subyugante geografía (…) Tan hospitalaria y tan próxima para españoles