lunes, enero 14, 2008

NECROLOGICA (de una poesia de rojos)

La noticia ayer del fallecimiento de Angel Gonzalez (premio Adonais 1956) me habra obligado a zambullirme de nuevo no mas que un rato cierto –como hace algunos meses el premio nacional de poesia que fue otorgado a otro astur/leones, Antonio Gamoneda- en la historia de la poesia española de la posguerra, los premios Adonais y la llamada generacion de los cincuenta.

« Se parecen como dos Adonais » cuenta Umbral en uno de sus ultimos libros « Los alucinados » que solia decir el maestro D’Ors. Y si lo decia el maestro, que se podra reprocharnos algunos (como yo) que nunca vimos mas que un magma informe en esa generacion, en esos autores, en ese genero, que me diga en ese fenomeno compacto, opaco y ahogadizo –como asi siempre lo vi, lo experimenté y lo senti de lejos- de la poesia española de la posguerra, o digamos de la poesia española a partir de los cincuenta (precisamente)

¿Que exagero ? Aqui va una muestra (entre otros muchos mas de una lista interminable de Adonais, o "asimilables"): Angel Gonzalez, Francisco Brines, Jose Angel Valente, Claudio Rodriguez, Carlos Sahagun, el ya citado Gamoneda, Felix Grande, Eladio Cabañero

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Nada. Silencio. Ni rastro de un eco, ni siquiera un verso, ni una estrofa en el recuerdo…De otros anteriores, a izquierdas como a derechas, si reza en cambio el recuerdo de las gentes. De Federico Garcia Lorca se aprendio de memoria toda España en su tiempo -en los años « nota bene » de la dictadura de Primo de Rivera…- los versos mas pegadizos de su Romancero, sin distincion de ideologias : lo del verde que te quiero verde, lo de las voces de muerte en el Guadalquivir, o lo de la luna roja (y aceitunas en mi alforja )…

En el otro lado (de las trincheras de entonces me refiero) generaciones enteras de jovenes, de niños y adolescentes –los hijos de los fachas y los de los rojos…- se aprenderian mas tarde igualmente himnos y canciones inolvidables con letra de Agustin de Foxa, de los cancioneros juveniles de entonces (del Frente de Juventudes, mas tarde de la OJE) : como aquello del fusil pequeño o lo de las noches claras de Rusia …(y de los luceros)…

¡Que cosa mas grande, que prodigio maravilloso, la estela tan sobrecogedora en cambio, de silencio o mutismo forzoso, que acompaña inseparablemente para la posteridad a los autores mas jaleados y mas celebrados de la historia de la poesia española (contemporanea), a partir de los cincuenta!…De los que solo me habre acabado familiarizando, de sus nombres tan solo, leyendo y releyendo -con propositos de investigacion y de busqueda e indagacion- los libros de Francisco Umbral de los que aquellos vienen a ser como puntos/fuertes o mobiliario inamovible

¿Culpa mia en cambio, de mi mismo de mis fobias (ideologicas) ? ¡O felix culpa ! cabria decir entonces (con la biblia en mano) : lo que querria decir que mis fobias –que asumo, y reconozco- me habran enseñado y relevado y descubriendo (a la larga) no poco, es cierto….Y no lo que menos el separar el trigo de la paja, y el reconocer el valor (corroborativo) de las excepciones, y el trasfondo o el corolario ideologico inevitable que las acompaña….

Jose Hierro. Un nombre insoslayable, estoy de acuerdo, a quien salvo "ex professo" (un poco) de la quema. Quien vivia alla por los finales de los sesenta, principios de los setenta, en un piso (de lo mas decente y confortable) de la Organizacion Sindical –por la zona madrileña de la Virgen del Puerto- donde tuve ocasion de conocerle personalmente, a el y a su esposa, presentado por sus propios hijos (chico y chica), que habian organizado un guateque, al que acabe asistiendo por invitacion de un amigo comun, hijo de un cineasta activo y conocido aquellos años, y que acabaria en la (extrema) izquierda : de la Falange, al PC (el como tantos otros)…en trayectoria inversa (me figuro) a la de su padre, buen amigo (tambien, me lo figuro) de Jose Hierro, antiguo comunista y preso politico (sin duda como aquel) al final de la guerra.

« La noche es bella, esta desnuda,
No tiene limites ni rejas ;
No es verdad que hayas sufrido,
Son cuentos tristes que te cuentan »

Los versos citados (de « La Cancion de cuna para dormir a un preso ») figuran sin la menor duda entre los mas conocidos y los mas pegadizos del citado autor santanderino, y siempre me pregunte hasta hoy por que me impactaron tanto –que no los olvde hasta hoy es cierto- y sobre todo el porque de su virtud curativa o terapeutica, curando o aliviando melancolias quiero decir : dejando « grosso modo » intactas a la vez convicciones o testuras ideologicas muy diferentes a las que a todas luces pretendia plasmar Jose Hierro en aquellos versos ; como lo eran las mias….

Poesia terapeutica de sufrimiento asi se la podria calficar ; poesia/de/rojos, de vencidos, marcada de cerca o de lejos por la guerra civil toda la poesia aquella, protegida y subvecionada no obstante "nota bene" por el Regimen de entonces ; poesia hermetica, endogena (¿endogama?) ensimismada y para iniciados, con la vista permanentemente puesta en el ombligo –en Gamoneda el mas ombliguista tal vez de todos ellos, la cosa salta que mas no cabe a la vista….-, y por ende, poesia inhospita, lejana, inaccesible e impenetrable, por propia definicion que se diria….

« Poesia que destruye », o anti/poesia, si ¿para que seguir mordiendome la lengua ? De efectos corrosivos…y que de paso y como por causalidad tambien consuelan o curan a veces como remedios o medicamentos o tratamientos fuertes (para cura de caballos)« ¿Quien no ha sufrido que es lo que sabe ? » Y era sin duda el valor poetico innegable de ese aforismo (biblico), de sabiduria milenaria, lo que destilaba en la cancion de cuna de Jose Hierro…Y lo que me habra acabado reconciliando (un poco) con la poesia aquella ; por lo que tenian de verdadero precisamente, y de ilusorio y falacioso a la vez; de inertes, de absolutamente yertos aquellos versos, y a la vez de fugaces, efimeros y transitorios : a imagen y semejanza de los sufrimientos de sus autores, y de sus agravios sobre todo...

Noche cerrada, por uno u otro concepto, a todos nos habra tocado en suerte, en uno u otro momento de nuestras vidas. Y para los vencidos de la guerra civil, asi lo fue –o asi lo recuerdan ellos al menos- la immediata posguerra, que se prolongaria hasta finales de los cincuenta. Para los vencedores de entonces en cambio y para los que de una manera u otra asumimos la herencia de aquellos, espiritual lo mismo que ideologica, la noche cerrada dura ya –por unos motivos u otros-desde hace decadas….

Y precisamente en los momentos de mayor desaliento, de mayor zozobra, como por arte de ensalmo nos vienieron con frecuencia a la mente aquellos versos insolitos, de tanta fuerza curativa y cuaterizante (« No es cierto que tu hayas sufrido ; son cuentos tristes que te cuentan»...)

El caso –y no se me tome a risa- es que muchos de aquellos poetas (lo menos que se puede decir) bien que supieron vivir del cuento...o de sus cuentos (« la rosa y el latigo », como diria Francisco Umbral, en mi necrologia….) Y de Angel Gonzalez se citaban ayer en el diario el Pais frases de lo mas acerbas y acrimoniosas contra el Regimen de entonces, y juicios lo mas inclementes de los años aquellos,...en los que el y todos los "adonais" tanto medrar supieron, que no se diga…..

Fueron poetas en sus textos (hemeticos) nadie lo niega ; en la vida, en la trayectoria de cada uno de ellos en cambio se percibe sobre todo una prosa de lo mas fagarrosa….El ultimo fallecido, Angel Gonzalez, sirvanos todavia de ejemplo : en su biografia sobre Francisco Umbral cita Ana Caballe una anecdota del mundillo literario de mediados de los sesenta, de una cortesana de aquel parnaso madrileño -donde Francisco Umbral « vegeto » tantos años, como el mismo lo cuenta en sus obras- que era la amante « oficial » de una figura destacada del Regimen (militar de alta graduacion ademas...) y que contaba precisamente a Angel Gonzalez como amante (tambien) -o protegido- y al que acabo colocando en el ministerio de Obras Publicas….

Silencio ejemplar y revelador en cualquier caso, el que acompaña a toda aquella generacion petica en la memoria de las gentes (sencillas) : a la medida, se me ocurre asi de pronto, del vacio igualemente sobrecogedor –¡que bien se ve desde fuera!- que habra sido (salvo luminosas excepciones que no hacen mas que confirmar la regla) la cultura, la lliteratura en particular, y muy especialmente la poesia española de las decadas de posguerra (desde la guerra civil española)…

Por culpa en gran medida del genocidio cultural de toda una generacion de jovenes universitarios (madrileños) y por ende inelectuales en ciernes: que fue el que consumaron las matanzas de Paracuellos…

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