Abordaje en rápel por marines USA de un petrolero Skipper venezolano, en el marco de la crisis in crescendo entre Venezuela y los States, por cuenta del narcotráfico. Un desafío global -el del narco- que justifica y legitima la intervención USA. En la que Rusia, pese a las protestas de Vladimir PUTIN, no deberá intervenir. Esa es mi apuesta
Nunca alcancé por mas que lo intenté una postura clara y firme sobre VENEZUELA y su actual presidente, Nicolas MADURO. Y confieso que lo que me lo impidió fue (otra vez) un considerando (mayor) del plano u orden de la Memoria, y fue la memoria respetada si no plenamente compartida de de una gran mayoría de los venezolanos, por cuenta de Marcos PEREZ GIMENEZ, Presidente de Venezuela (1952-1958), y derrocado bajo fuerte presión externa, tras lo que se refugió en España -bajo el régimen anterior-, y tras múltiples y rocambolescas vicisitudes, entre ellas su extradición, su nuevo procesamiento bajo el gobierno BETHENCOURT, y su vuelta a España, -de su propia opción, tras verse absuelto-, donde vivió discreta y tranquilamente hasta su muerte, y donde sería enterrado. Y el sello PÉREZ JIMÉNEZ esta innegablemente presente en el chavismo pese al rojerío que comúnmente se le atribuye a su líder, Hugo CHAVEZ, antiguo oficial del Ejército empeñado en la lucha anti-terrorista contra la guerrilla marxista, socialista por cuenta de un socialismo (sic) venezolano sui generis, inspirado en la memoria de un prócer de su independencia y de su ruptura con España, Simón BOLIVAR.
¿Más rojo -del color de la camisa en el uniforme de sus descamisados- que anti-español, Hugo CHAVEZ, bolivariano o sea? ¿Comunista Nicolas MADURO? Dos preguntas ´-sin respuesta- que se entretejen y entrelazan una con la otra. Y una respuesta en suspenso que hace más acuciante la crisis in crescendo, que está llevando al borde del conflicto armado, al gigante USA -con Donald TRUMP al timón- y a Venezuela. Y entre medias, surge Vladimir PUTIN en primer plano de la escena. Como para complicar las cosas y enrevesar el problema -y la ecuación consiguiente- de geopolítica que la situación plantea. Enrevesado (sic) sí, y es en la medida que al conflicto de geopolítica global de la guerra en Ucrania que Vladimir PUTIN arrastra tras suya, viene fatalmente a sumarse ahora otro, en parte regional e igual de fácil de enmarcar en lo que en este blog califiqué de guerra civil americana como un avatar colateral de la (interminable) guerra civil española, y mas fácil aún de subsumir en lo que el historiador revisionista Ernst NOLTE, denominó guerra civil europea (1917-1945) Y la solución vendría a darla la carta TRUMP que creemos poseer igualmente PUTIN y YO. El mandatario ruso, en el DONBASS, donde -al decir de mandatario USA-, Rusia lleva las de ganar. Y un servidor -que este blog mantiene on line-, que ve claro como la luz la magnitud del desafío que el narcotráfico lanza primo a la primera potencia del planeta, que justifica y legitima ampliamente la intervención -por tierra y mar- norteamericana, y secundo a Rusia y a Vladimir PUTIN, que por esa mismísima razón, se abstendrá de intervenir. Esa es mi apuesta
Batalla de POKROVSK, madre de las batallas de la guerra en Ucrania. El Donbass es la carta TRUMP en las negociaciones en torno a los acuerdos de Paz . Donde el mandatario USA acaba de declarar que Rusia lleva las de ganar











