"Ante los cadáveres de nuestros hermanos, a quienes la muerte ha cerrado los ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta Señor de nuestros oídos las voces sempiternas de los fariseos, a quienes el misterio de toda redención ciega y entenebrece, y hoy vienen a pedir con vergonzosa insistencia, delitos contra los delitos y asesinatos por la espalda, a quienes nos pusimos a combatir de frente".../...Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio sino por amor, y el último secreto de sus corazones era la alegría con la que fueron a dar sus vidas por la Patria" (ORACIÓN POR LOS MUERTOS DE LA FALANGE, de Rafael SÁNCHEZ MAZAS)
La Oración que encabeza esta entrada, de Rafael Sánchez Mazas, atestigua el aliento religioso, latente en la figura y en la obra de su autor, y extensible al conjunto del movimiento falangista. En paralelo a la religiosidad -más específicamente pagana o neopagana- innegablemente presente en los movimientos fascistas y nazi/fascistas
Rafael SANCHEZ MAZAS conoce un recobro de popularidad -"como una "resurección"- que nos deja un poco perplejo. Y es sin contar con una más que visible influencia en su trayectoria y no sólo en el conjunto de su obra, y es la del monárquico francés, Charles MAURRAS, en vías igualmente de rehabilitación entre sus compatriotas. Influencia en aquél y también en otro ideólogo, falangista -aunque en él menos visible- y es la de Ramiro LEDESMA. Como quedaría plasmado en el célebre y disputado Punto Veinticinco de la Norma Programática de Falange española de las JONS, que fue públicamente denunciado en su momento por contener "motivos semejantes a los que llevaron a la condena (pontificia) de la Acción Francesa" (*). En el seno todo ello de un debate animado a la vez -durante décadas- en la clase política y en la esfera religiosa -léase en materia de "política/religiosa"-, que entró en una fase de hibernación y de letargia tras la II Guerra Mundial, en el 45, y resurge de golpe a nuestros ojos absortos en el día de hoy, en el clima o ambiente de discordia reinante en la Iglesia en la fase final del pontificado anterior -del papa Francisco- y entre las expectativas y refriegas dialécticas -por encima o debajo de la (falsa) unanimidad que habrán creado los medios de la prensa "mainstream"-, suscitadas por el nombramiento del nuevo papa PREVOST. Iglesia-Estado, España-Vaticano, Política y Religión, una disyuntiva o dicotomía que pareció haber zanjado el Magisterio eclesiásticos, en encíclicas y otros documentos, de la Iglesia -confrontada ésta a los postulados laicistas que hizo triunfar la Revolución Francesa-, y resurgiría con fuerza en los debates y textos del Concilio Vaticano II, particularmente en la declaración "Dignitatis Humanae" en relación con la tesis (ortodoxa) del Estado confesional -en cuyo nombre nota bene fueron condenados la Acción Francesa y Charles MAURRAS- que aquella sin embargo puso en solfa y en entredicho.
Un debate en el que no dejó de terciar Rafael SANCHEZ MAZAS, con su obra --de un título prestado en parte a una de las obras de Maurras, puesta en el ÍNDICE (2)-, prohibida por la autoridad eclesiástica, "La política religiosa. España-Vaticano: encuentro con el Capuchino", bajo el seudónimo de Persiles (3). Y con un subtitulo en extremo elocuente, "Noticia de los sucesos ocurridos en Roma", que evoca el titulo (y subtítulo) de la obra de los humanistas Juan y Alfonso de VALDÉS , "Diálogo de Lactancio y el Arcediano del Viso", (1529-1530), a saber, "Diálogo de las cosas acaecidas en Roma", donde se evocaba -justificándolo a la luz de la doctrina católica- el saco de Roma a cargo de las tropas españolas (e imperiales), a las órdenes del condestable de Borbón, bajo el emperador Carlos V. Y es obvio que la paráfrasis ("de los sucesos ocurridos en Roma"), de la obra (prohibida) -de 1932- de Rafael SANCHEZ MAZAS, se refería -sin nombrarla- a la condena, entonces aún reciente (29 de diciembre 1926), de MAURRAS y de la Acción Francesa. Y el Capuchino al que se alude en el titulo, debió ser uno de esos numerosos eclesiásticos presente entonces en Roma, partidarios del movimiento monárquico francés -haciéndose claramente eco a lo largo de la obra de SANCHEZ-MAZAS, de los argumentos y posturas del movimiento monárquico y de su líder-, y gravitando (aquellos) en torno a personalidades influyentes de la Curia, tales que el Cardenal BILLOT, jesuita, hasta entonces director del Colegio francés de Roma, que acogía seminaristas de aquella nacionalidad, el cual tras aquella condena pontificia. dimitió de su cargo (docente) y renunció al capelo cardenalicio (4)
Y todo lo que precede explica sobradamente ese recobro de actualidad del ideólogo y escritor falangista, y la maniobra, perfectamente perceptible, pese a su gran aliento, y como a hurtadillas, de resituarle o de recuperarle, en la orbita de esa gran campaña de propaganda/fide en curso, en favor del nuevo papa PREVOST y preferentemente dirigida al sector ("conservador"), el más reacio a aceptar -en conciencia- al nuevo pontífice y a su figura, en su trayectoria y en sus posturas y enseñanzas. Hacerle digerible pues entre aquellos, como más "nuestro", más "facha", y para ello qué o quién de más apropiado y oportuno como anillo al dedo, que Rafael Sánchez Mazas, por lo que su figura tiene de inclasificable hoy, y de atípica. De intelectual falangista, léase católico por definición, y a la vez de de filo/nazi, o nazi/fascista

El best-seller de Javier CERCAS -"Soldados de Salamina"- que le dio ampliamente a conocer, está basado en un episodio dramático de la biografía de Rafael SANCHEZ MAZAS, el de su fallido fusilamiento por los rojo/republicanos en Cataluña durante la guerra civil, de lo que Javier CERCAS supo, de la boca del hijo de aquél, Rafael SANCHEZ FERLOSIO, igualmente escritor y en las antípodas de las posturas políticas e ideológicas de su padre. Y de quien cabe legítimamente admitir la hipótesis habida cuenta del reciente titulo del referido autor -sobre el papa Francisco- al que reservé recientemente una entrada de este blog, que estemos con la referida obra ante una (nueva) maniobra en el ámbito literario y de gran aliento -análoga o comparable a su titulo anterior-, de situar o resituar esa obra en la órbita de la operación de propaganda/fide -con ayuda del atípico y (hoy) difícilmente catalogable autor y líder falangista-, dirigida a ese sector ("conservador") de fieles, el más reacio o renuente a aceptar la figura y posiciones y enseñanzas del nuevo Papa PREVOST
(*): Eso fue lo que declaró entonces -y lo que le habría movido a apartarse de la Falange-, Francisco MORENO HERRERA, más conocido en aquel entonces como Marqués (consorte) DE LA ELISEDA, el cual me sería presentado a mí, por otro de sus títulos nobiliarios, el de Conde DE LOS ANDES, y fue en las tertulias a las que asistimos los dos en el domicilio madrileño de Eugenio VEGAS LATAPIE (a principios de los setenta), siendo este último convicto maurrasiano (?!) El conde de LOS ANDES era, en el trato directo, personal, una persona cordial, y de gran llaneza y exquisita corrección y amabilidad. Y declaraciones suyas que muy posteriormente leí, eran un potente mentís a la imagen (denigrante) que circulaba en los medios falangistas -en los que en mis años universitarios milité-, por su cuenta -y por cuenta sobre todo de su ruptura con la Falange-, donde (entre otros pormenores y detalles) él mencionaba que la primera sede de la Falange fue en un domicilio de su propiedad de la madrileña calle de Marqués de Riscal, por la protección que les otorgaba su condición de diputado en Cortes
(2): "La Politique religieuse", de Charles MAURRAS (1912)
(3): Un ejemplar de esa obra-en buen estado- que cayó por unos días en mis manos, se encontraba registrado, hace ya años, en la Biblioteca de la Universidad de Navarra (del OPUS DEI) Que deben conservar allí como un incunable o "reserve précieuse". Y no es para menos: que además de esa alusiones tan resonantes al saco de Roma y a la condena de la Acción Francesa, y tras la burla e ironía, ácidas, corrosivas, con los seminaristas -lacayos de la Curia, y títeres o marionetas en la diplomacia o política extranjera de la Secretaría de Estado, pobres domésticos en la obra referida, subalternos modelo o seminaristas de tercera (comparados a los de otros países europeos)- del Colegio español de Roma (todos o casi todos, vascos y catalanes), en todo ello, como digo, se encierra una critica profundamente anti-clerical, anti-vaticana y no menos patriota -y anti-separatista- de la geopolítica o razón de Estado (vaticano) franco/anglófila y sustancialmente anti-española entonces, y era la de la diplomacia y de la política/religiosa extranjera del pontificado de (San) Pio X -venerado en el seminario de Ecône- y de su Secretario de Estado, el cosmopolita (vaticano) más que español -tal como en esa obra se presenta-, Alfonso MERRY DEL VAL (Dios nos coja confesados!)
(4): ADDENDA de última hora. Se me dirá y en parte con razón, que la obra ("prohibida") de Rafael Sánchez Mazas a la que aludo en esta entrada, es de 1932, anterior pues al discurso fundacional del Teatro de la Comedia y a la fundación de la Falange -29 de octubre 1933-, y que cabe pues suponer, habida cuenta del profundo tabú que reinó entre falangistas desde siempre sobre el tema, y, sobre todo, justo a partir de ahí, que las posturas de política religiosa (anti-vaticanas, y anti-eclesiásticas) registradas en esa obra no eran ni mucho menos representativas, ni asumidas ni admitidas en el seno del movimiento falangista. A lo que cabe replicar, dándoles la razón en parte, que ello da en cambio la "cifra" (léase, la clave) de la verdadera postura de la Falange, alineada -por presiones más que plausibles o previsibles de natura eclesiástica- en la materia, y muy en particular en el tema de la adhesión -EN CONCIENCIA- al régimen republicano, promovida entonces por la Santa Sede, y similar a la adoptada por la CEDA, y en oposición frontal a CALVO SOTELO, monárquico y notorio maurrasiano, y amigo personal de MAURRAS que le acogió generoso en París, durante el exilio de aquel, a la caída de la Dictadura. Y lo que explica también por añadidura, el rechazo por parte de la Falange y su líder, a la demanda de ingreso en la Falange, del político monárquico -y proto-mártir de Cruzada