YO Y LA GUERRA DE ARGELIA

Guerra de Argelia, y otras cuantas más apagadas ya o en llama y ascuas entonces, cuando niño, y que me vieron crecer. Guerras que « viví » el alma en vilo, en despachos y titulares de los medios que seguía ojo avizor y leía con los cinco sentidos puestos, los de un lector de periódicos y toda clase de medios, de lo más sesudo y precoz. Compañera fiel de mi infancia y adolescencia la Guerra. Que seguí a distancia y canté después, sólo « desde lejos » Y qué? Que se diría, no sé por qué, que algunos se obstinan en pasarme factura de aquello, de aquella singularidad (y no sólo esa en mí) tantos años después. Que se me ocurre ver, en ello, la fuente o raíz oculta de su desprecio, como el que reservó Franco a sus « laínes » -falangistas que cantaban y orquestaban la guerra (civil) lejos de las líneas del frente, eapacibles tertulias desde su cuartel general en Burgos-, como lo cuenta en su Leyenda del Cesar Visionario, Francisco UMBRAL. No la viví de cerca, no vi sus horrores sobre el terreno, ni encajé la ristra de los choques pos/traumáticos que le son inseparables, de acuerdo. Pero no me quedó así su olor (y regusto) a sangre -« más fuerte e irresistible que el sexo »-, como lo declaró el conde ROSSI, gobernador/fascista de la isla de Mallorca en el 36, ni su odio (sic) al adversario, inseparable de la guerra moderna tal y como lo denuncia y analiza Julius EVOLA en una de sus obras tardías que comenté hace poco en este blog. Y en cambio me enseñó (o puso en el paso de ello) los gajes y secretos y entresijos de las guerras que movilizan y monopolizan hoy la atención del conjunto del planeta, revistiéndome sin yo mismo buscarlo de una indiscutible autoridad -de « influencer » o especialista- en la materia, quién me lo podrá negar? Es el caso hoy por hoy de la guerra en Ucrania como de ello deben ya haberse percatado los lectores (asiduos) de estas entradas, y lo fue ayer en las guerras de la era contemporánea -levantamiento de Hungría (1956), castrismo y anticastrismo en Cuba (bahía de los Cochinos, 1961) que se cruzaron en mi vida como aquí ya lo conté. Y de las guerras interminables como la II Guerra Mundial o la guerra civil española que me siguen a sol y a sombra en sus fases de guerra asimétrica, tal como aquí en detalle lo expliqué. 

Y fue el caso -entre mis guerras de ayer- de la guerra de Argelia que viví de cuerpo y alma con años de retraso en el seminario de Econe. Como si fuera francés. Síntoma (en francés, « prodrome ») de afrancesamiento en mi? Prueba tangible de mi (clara) vocación extra peninsular, atlántica y europea, más bien. Telón de fondo omnipresente e insoslayable la guerra de Argelia en la crónica de la más rabiosa actualidad que nos llega de Francia hoy, en el contexto de la inmigración en masa y parí passu de la presión incontenible del Islam. Tales aguas tales lodos, y no entro  adrede en polémicas, de qué lado estaba la Verdad o la causa justa en aquella guerra, ni tengo por qué justificarme si digo que vibró mi alma entera -como le vi y le sentí vibrar a mi difunto padre, militar español, llorando de emoción ante las noticias, pegado al puesto de radio, del putsch de los generales -21 de abril 1961-,  de Argel (SALAN, CHALLE, ZELLER y JOUHAUD),  como si fueran mías las banderas de Argelia francesa -y de la OAS  (de SUSINI, de LAGAILLARDE y BASTIEN- THIRY- aunque ya yo, como Dominique VENNER, sí perdoné al general DE GAULLE (…)- , ni siento el menor recato en destapar o traer a la luz secretos inconfesables de aquella, puestos a recordar. Y es que llegaron a mis oídos sin yo buscarlo de modo alguno en el contacto y cohabitación asidua con mis compañeros de entonces, y en el ambiente -de una guerra aún en ascuas tantos años después- que se respiraba allí. En el seminario (tradicionalista) de Ecône. 

Jean Michel FAURE, nombrado obispo de obediencia sedevacantista al final de sus días. Pied-noir (del Constantinois)  Fue mi compañero inseparable y fiel mentor en mis años en la órbita de Monseñor LEFEBVRE y del Seminario de Ecône. Y arrastraba un pasado doloroso ligado a la guerra de Argelia y a un secreto inseparable de aquella, que llegué a compartir, de su paso por la OAS y del pasado judicial que arrastraba de aquello como secuela. Y de uno de los episodios aún sin esclarecer de la guerra aquella, léase del atentado del bazooka que presenció « in visu » -como él me lo contó a mí- de la mano (o tras los pasos) del autor material de aquello, Philippe CASTILLE, del que en tono admirativo rayano en la devoción (sincera) siempre me habló

De sucesos o episodios resonantes que acapararon la tension de los medios y sin esclarecer todavía hoy. Como el « affaire » del atentado « del bazooka », o del ajuste de cuentas internas en el seno de la OAS y de las filas de activistas pro-Argelia francesa, como el que costó la vida a un fiel amigo de Dominique VENNER como este mismo lo contó, y que le llevó a separarse de la organización. O del atentado por bomba de plástico que hizo « saltar » -por los aires- al alcalde de Evian , uno de los negociadores proéminentes de los acuerdos que pusieron fin a la guerra y declararon la independencia de Argelia, de lo que yo conocí al ejecutor material (de aquello), entre los medios de nuestros fieles más devotos el tiempo que permanecí en Francia  (Mantes-la-Joly), en la órbita de Monseñor LEFEBVRE y en el ejercicio del ministerio/sacerdotal. Que guardé en secreto por escrúpulo (burgués) o razón de fuerza mayor y que no digo que me pesasen en demasía pero que no veo por qué tendría que seguir guardando esos secretos tantos años después. Y que además proclamándolos a los cuatro vientos desde las entradas de este blog me siento más libre (de ataduras) y mejor, y más yo/mismo y más Hombre. Que cuando se me iban ya los últimos tranvías, aún acerté a llegarlo a ser. Como en mi libro de poemas -« costa belga donde me hice hombre»- sin escrúpulos ni reservas lo conté. 

Capitán LE PIVAIN, miembro de un comando de la OAS -tras dejar las filas del Ejército (en la Legión Extranjera)-, que ejecutó la orden (de mise à mort) que dictó el jefe de aquel comando, Roger DEGUELDRE, contra un fiel amigo de Dominique VENNER -Michel LEROY-,  lo que le llevó a dejar la organización. Fue el capitán LE PIVAIN asesinado más tarde, en un atentado comanditado en la creencia general, por el general DE GAULLE. Un pariente próximo de aquel, del mismo apellido -sólo lo supe después- fue mi compañero en el Seminario de Ecône.

Fuera escrúpulos pues! Sobre mi vida privada, sobre la guerra de Argelia, o sobre la II Guerra Mundial y sus figuras más « malditas » como el jefe de la Milicia, Joseph DARNAND que para un maldito e innombrable como él, intriga, extraña e « interpela » su vuelta insólita -incluso en « cómics »- al primer plano de la actualidad!