sábado, agosto 23, 2008

LITERATURA Y GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (5): "Plaza del Castillo", de Rafael Garcia Serrano

« Plaza del Castillo » de Rafael Garcia Serrano (*) es uno de esos titulos que revolotearon alguna vez en nuestros oidos de antiguo sin que nunca nos decidieramos a hincarle el diente (del todo) Y tengo que reconocer que su (re) edicion cuidada del 2001, como si de golpe lo desempolvase tras tantisismos años en el cuarto de los trastos viejos, me habra ayudado no poco a hacerlo, lo reconozco. Rafael Garcia Serrano fue un gran escritor (hoy casi olvidado) Uno de los grandes nombres de entre aquellos « prosistas de la Falange » que Umbral elogiaba tan a menudo en su libros y en sus columnas como si quisiera confesar(se) –solo a medias como siempre…- de lo mucho que les debia….

La guerra civil espanola inspira y empapa la obra toda de Rafael Garcia Serrano, de sus libros y no digamos de su produccion periodistica. Amó con pasion, abiertamente y sin complejos la guerra civil del 36 (y la Victoria), se dejo mecer literariamente toda su vida de sus recuerdos de entonces y se diria que se fue al otro mundo con las botas puestas en ese punto, sin que se dejase nunca asaltar –como muchos otros- del menor complejo de culpa, y sin que el paso de los años empanase en lo mas minmo el golpe de vista retrospectivo y tan proverbial y caracteristico que era el suyo de aconctecimientos que vivio de lleno y de primera mano, de su espiritu de observacion agudo y penetrante, surcado de finas intuiciones y de apuntes sagaces (y suaves) chorreantes de critica e ironia por veces de lo mas mordaces.

Aunque por eso solo fuera se merecerian Rafael Garcia Serrano y su novelas mas celebres la reexhumacion, el desentierro o la recuperacion o el rescate (como se quiera) Pero tras la lectura de « Plaza del Castillo » mi impresion primera se habra visto considerablemente modificada y reenforzada al mismo tiempo. ¡Porque es que me habre llevado una gran sorpresa !: me esperaba un relato de hazanas/belicas -o pre/belicas- oliendo a polvora y a sangre tambien y me habre visto al final con una version de los episodios nacionales en las manos -sensiblemente diferente a la de Galdos- de lo mas novelesca, campestre, y festiva entre todos ellos. Lo que da idea, de paso, no diria yo de la amplitud del desastre –que lo fue tambien en ciertos sitios- sino de la magnitud de la tragedia (colectiva)….

Que si hay algun capitulo de la guerra civil española, de los inicios del Alzamiento que refrende y confirme de forma pulcra y cabal la tesis que circula hoy por hoy en en el panorama internacional de la historiografia actual segun la cual la guerra civil española fue doblemente tragica por lo que tuvo de acontecimiento aleatorio, imprevisible (en parte) y fortuito, o si se prefiere de « accidente historico » (que muy buen pudo no haber sucedido) lo es mas que ningun otro como digo, el de las jornadas del 18 y del 19 dce Julio (sobre todo) en Pamplona y de los acontecimientos decisivos que se vivieron entonces en la capital navarra y muy en particular escenas e instantaneas tal como las que se ven immortalizadas en el relato de Garcia Serrano, en las paginas mas cruciales desde un punto de vista historico de su novela, que tuvieron el centro neuralgico de la ciudad por escenario. Plaza del Castillo, (julio del 36) : simbolo y arquetipo entonces de Navarra y de España entera, o mas bien de una imagen de ella misma….

Porque lo que Rafael Garcia Serrano hace en su relato es contarnos simplemente unos sanfermines como tantos otros, que duraron lo que duran siempre como lo señalaban los carteles –« Fiestas de san Fermin del 6 al 18 de julio del 36 »- pegados por todas partes la vispera : el clima, la tonica el ambiente de una ciudad en fiestas que vivia al acecho de lo que se anunciaba, es cierto, y a la vez a espaldas de ello, sin dejar de divertirse. Entre ratos de sol, tormentas y aguaceros veraniegos….Todos de fiesta, niños y grandes, hombres y mujeres, los de derechas como los de izquierdas : una fatalidad, la guerra civil española que tantos augurios y augeros anunciaban, hasta los mas minusculos como se cuenta en la novela mas alla de la rutina de la vida de todos los dias, y a pesar de la fiesta…

Las inclemencias atmosfericas de aquellos inicios de verano norteno, la balsa aquella en las afueras de Pamplona, siempre seca y de pronto llena, lo que solo ocurria -de tiempo immemorial- en visperas de tragedia…o la apuesta (fuerte) de aquel joven falangista en lo que él creia, aquello de lo que estaba intimamente convencido -como lo son todas las grandes apuestas- a base de tres numeros (diez y siete, diez y ocho, diez y nueve) en el juego (norteño) de la porra : nimios detalles, atisbos o vestigios de la diosa/fatallidad que iba a sellar enseguida el destino colectivo y el de todos y cada uno –de los protagonistas. Hasta en los avatares mas triviales de simple rutina como el decidir la fecha del viaje previsto, entre hoy, mañana o pasado o incluso en las paradas durante el trayecto, segun que el tren parase o no parase por ejemplo en la estacion de Vitoria…

Todo ello acierta a plasmar genialmente Rafael Garcia Serrano en su novela, y a transmitirnos, con ello, la imagen –inmarcesible en el recuerdo- de una Espana de provincias en paz -y a poco tambien « en pie »- palpitante de vida en visperas de la guerra, y sin ese marca o estigma de « moribundia » (Gomez de la Serna), de colapso social, rural o ciudadano que se habia contagiado a grandes sectores de la geografia de la Espana (del Sur) y de Madrid y Bracelona tambien, exponentes en solitario de un urbanismo incipiente y que a penas emergian entonces del universo rural hermetico e impenetrable y en circulos convexos en gran medida que era (en su conjunto) la España de antes de la guerra.

En la Plaza del Castillo, en los sanfermines de julio del 36, los pamplonicas, –y entre ellos Rafael Garcia Serrano adolescente- bebieron, comistrajearon, cantaron, jugaron a la porra o a la pelota (de fronton), se divirtieron y se emborracharon…en visperas mismos de la guerra…Y hacian pero que muy bien, no digo yo otra cosa. Mientras no obstante, en Asturias en el campo andaluz (y extremeño) y en los centros urbanos de anochecida, en las grandes urbes sobre todo, hacia tiempo –desde el 34 por lo menos ( o incluso antes desde lo de casa Viejas…y antes aun, desde lo de Arnedo y Castilblanco)- se habia instalado una atmosfera de luto –y de enfrentamiento- el viento de la tragedia se habia puesto ya a soplar furioso y pocos estaban para fiestas, y una mayoria de españoles se veian resignados a vivir (practicamente) bajo el toque de queda…

Y es que si hay algo que desentona o llama la atencion con la imagen que la memoria colectiva –la de los mios me refiero- habra acertado a legarme a mi y como a mi a tantos españoles de la vida en los pueblos españoles de los tiempos, semanas, meses, incluso años que precedieron al estalllido del 36, substancialmente la misma y a la vez sensiblemente distinta de otros recuerdos -de los inicios y prolegomenos de la guerra civil en las ciudades y regiones donde el Alzamiento triunfo desde el primer momento-, lo es como digo esa atmosfera sorprendente, festiva, alegre, despreocupada y rebosante de salud –y de paz social mas o menos intacta aun- que trasluce en esta novela de la guerra civil (que no guerrra/civilista), de un autor navarro, pamplonica (y falangista)…

Porque si hay algo que llevamos muchos en llaga viva y en lo mas hondo desde hace mucho por no decir (casi) de siempre, lo es esa imagen maltrecha de una Espana diferente y no menos española que habra conseguido oscurecer y poner en entredicho el conflicto vasco desde su eclosion a finales de los sesenta ; a imagen y semejanza de esa impronta tan genuina de franqueza brutal y a la vez fresca y lozana que asi sono siempre en oidos madrileños (como algo innato…) el habla de las gentes del Norte de España, lo que tan genialmente recoge Rafael Garcia Serrano –que era uno de ellos- en su relato. Maltrecha y herida si se quiere pero bienenhiesta…Como los estandartes medievales en rojo –y « pari passu » el recuerdo de ellos aun en mi retina, - de la TPP (brasileña)...-antes de que se decidieran a plegarlos y a doblarlos...- en aquella javierada ya tan lejana que me pillo allli (en Javier si, delante justo de las puertas del Castillo), con ellos en campaña (por primera vez y ultima en mi vida) en el ojo del ciclon como quien dice, acosados y acorralados por un gentio « in crescendo » amenazantes e imprecantes ..que a mas no se atrevieron; de jovenes de la region que nos tildaban de invasores (y de castellanos, y de extranjeros….)

Tragedia española y tambien navarra (o vasco/navarrra) en el verano del 36 : de todos aquellos jovenes entusiastas alistados desde los primeros momentos con sus padres y hasta con sus abuelos, que irian a caer como moscas delante de los fuertes de Irun como lo recoge el propio Rafael Garcia Serrano en otra de sus novelas de la guerra civil –« La ventana daba al rio »- o en la Sierrra madrileña, desde los primeros momentos. Y lo corrobora un testimonio fuera/de/sospecha , de Jon Juaristi en sus testimonios familiares de la otra/memoria, que me diga de la otra España (beligerante), en uno de sus libros donde evocaba todos esos viejos caserones de la region espectralmente vacios y guardando luto desde entonces…

La novela de Rafael Garcia Serrano ofrece unos perfiles ideologicos que son el reflejo de las ideas y convicciones –falangistas, joseantonianas- de su autor y unos acentos retoricos hijos de la epoca en la que fue escrita (1952) como no deja de señalar el autor del prologo de la reciente reedicion. Mucha agua habra caido desde entonces y todos nos hicimos muchos mas serios en « las cosas del espiritu »: quiero decir con ello que de la novela de Rafael Garcia Serrano cabe tomarse todo en serio hasta la retorica de otra/epoca que surca por veces sus paginas como entre lineas. Y en particular ese barniz clerical –y propiamente navarro a la vez- que se trasluce de la lectura y que no es mas que el reflejo fiel de lo que se respiraba enn la sociedad espanola de entonces, y en ciertas regiones mas que en otras. Pero no le impide al autor/protagonista –un Rafael Garcia Serrano adolescente- el profundizar y el bucear en sus reflexiones intimas de una forma de lo mas libre y desenvuelta que da a su novela una nota de modernidad –y hoy por hoy de actualidad- infrecuente por no decir insolita para la epoca en que fue escrita.

Rafael Garcia Serrano, algo que de el principio al final del relato salta a la vista, no condena a su projimo, ni siquiera, como cabia de esperar, a uno de los protagonistas, Javier el comunista. Describe a sus personajes, los retrata, lo analiza interiormente y trata siempre de una forma u otra de comprenderlos, de justificarlos, o de exonerarlos. « El que este libre de pecado que tire la primera piedra : lo que se lee continuamente entre lineas, a cada pagina de la novela; en el retrato de todos o casi todos los personajes, hasta en el mas impresentable de todos ellos, por sus trazos de cobardia mas que arquetipicos, que cae al final bajo las balas de una patrulla que le habia dado el alto, en la inseguridad y nerviosismo de aquellos pimeros momentos, como si la Muerte (con mascuulas) , viniera a redimirle a él tambien de su propio miedo… dulce y despacio, como si se disfrazase de anestesia…

Un canto sobre todo, « Plaza del Castillo » al heroismo colectivo de aquellas jornadas grandiosas, que decidieron tan poderosamente la suerte del Alzamiento y de nuestra historia española. « De pronto –escribe Robert Brasillach en su Historia de la guerra de España -en medio de la noche (se refiere sin duda a aquellos momentos inciertos de la noche del 18 de Julio cuando la guarnicion de Pamplona, con el general Mola al frente ya se habia alzado ensecreto) las montañas alla al fondo (cito de memoria) empezaron a llenarse de gente. Eran pueblos enteros los que venian, tres generaciones en una, padres, hijos y nietos, con sus alcaldes al frente »…

« Recedant vetera nova sint omnia, corda, voces et opera » Asi termina Rafael Garcia Serrano –con ayuda de un latinajo- su novela : que lo viejo de paso a lo nuevo. A pesar de la guerra y tambien gracias a ella…

Oraculo y profecia de lo que ocurrio y de lo que ocurriria, que ilumina y actualiza la reflexion final del capellan (me figuro que carlista) Y la ilumina y actualiza,se me antoja, mas aun la frase final, en mayuscula : « Para Dios y el Cesar »

(El que quiera entender que entienda)


* : « Plaza del Castillo », de Rafael Garcia Serrano, prologo de Jose Esteban. Biblioteca del Mundo (2001)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Estás enfermo.No tengo otro comentario.

Anónimo dijo...

Querido padre y muy señor mío: Verdaderamente sorprendido por el artículo aparecido hoy, 16 de octubre, en El País en la sección de "sociedad" me ha traído a la memoria el lamentable suceso protagonizado por Usted en Fátima en 1982 durante la visita del papa Juan Pablo II y traída a colación 26 años después por el cardenal Stanislaw Dziwisz. (Menudo personaje de enorme peligro)
Su argumento en su juicio incluyó la barbaridad, hasta ahora no demostrada ni por Usted, de que Wojtila era un agente comunista "infiltrado" para corromper el Vaticano.
En Bélgica también monto otro escándalo tras abofetear a un juez.
Me pregunto, ¿Se considera Usted una persona normal en su sano juicio? ¿No debería estar Usted en manos de un hospital de siquiatría?
Veo que se le expulsó en 1979 de la Sociedad San Pio X "por ofrecer signos de inestabilidad mental".
En 1996 fue procesado por incendiar una sede de Herri Batasuna. (Aquí, por eso, tiene mi felicitación). En el 2.000 fue arrestado por intentar atacar al Rey Alberto de Bélgica y al Rey Juan Carlos I en Bruselas y se le condenó a cinco años de cárcel.
¿Estos episodios no le ponen en evidencia que Usted no está en sus cabales?
Le aconsejo que venga a España, si es que puede, y se ofrezca a TELE 5 para uno de sus programas "basura" y poder decir, COBRANDO, cuanto se le ocurra y cuanto le obliguen los periodistas a contestar por tan turbulentas acciones de su vida.
Quede Usted con salud
Juan Robles
Editor

Anónimo dijo...

DEBES ESTAR EN UN HOSPITAL PSIQUIATRICO. TU MENTE ES BASURA POR ESO ESTAS DONDE ESTAS!!!!!!!

INUTIL SON TUS PALABRAS.....PORQUE ERES BASURA TOTALMENTE.

Anónimo dijo...

Szkoda, ze piszesz po hiszpansku... Pojezdzilbym troche po tobie matole :D

Unknown dijo...

ty gnido

Anónimo dijo...

Por favor Don Juan Fernández, sírvase facilitarme su email privado en este blog para poderlo contactar de esa manera, ya que necesito su ayuda.
Un nuevo amigo suyo de América.

Unknown dijo...

Juan Fernandez, Padre Krohn, necesito hablar con usted com urgencia.
Soy e trabajo en la television de Portugal.
Puede usted contactarme? gracias
luzif@rtp@gmail.com)

Carlos dijo...

Nem tudo pode ser dito.
Aproximam-se dias muito difíceis para a Igreja e para todos os cristãos.
O retorno de Bento XVI, ao tradicionalismo, denuncia a sua preocupação perante o que está para vir. Só uma grande convicção religiosa manterá os cristãos unidos quando tiverem de se defrontarem, no terreno, com a hostilidade do islamismo.Os apologistas da tolerância e do eucomunismo estão a abrir as fileiras em vez das cerrar...