sábado, octubre 28, 2023

IRLANDA DEL NORTE Y YO

 

 


Ian PAISLEY. Un coco espantapájaros -"repoussoir" en francés de aquí- en el cuento de buenos y malos que nos vendieron urbi et orbe los medios de entonces -sobre la guerra civil (The Troubles") en Irlanda del Norte-, y los españoles, si cabe, mucho más aún. Alma mater de la resistencia unionista ("loyalist") pro-"british" protestante. Y sostén mayor (sin complejos) de sus paramilitares. Pastor presbiteriano, fiel a Cristo, al Ulster y a la Reina (de Inglaterra) (sic) Como lo probó solo (en el Mundo) contra todos, en el hemiciclo del Parlamento Europeo, imprecando y apstrofando -hasta que lo echaron manu militari de allí-, fiel a sí mismo y (a la vez) preso -moralmente invencible- de su back-ground anglo/protestante, al papa polaco Juan Pablo II. Y artesano de paz al final. Todo lo de él que me convenció. IN MEMORIAM

La guerra civil -o religiosa (da igual)- en Irlanda del Norte habrá sido uno de los temas mayores de mi disentimiento (in crescendo) con los medios patriotas (españoles), como ya lo dejé sentado aquí. En lo que me  suscribo aquí otra vez, sin problemas mayores y con la salvedad no obstante que todo lo que pienso y escribo sobre el tema se ve (fatalmente) sometido a caución. Y es en la medida que yo no lo viví. Aunque (comparado sobre todo con otros) viví y vivo (aún) muy cerca de alli, del otro lado del Canal de la Mancha y en un país Bélgica que fue para ellos vía o puerta de acceso al continente, y en donde la Historia desde la Edad Media hasta hoy habrá dejado huellas de su presencia, en una region (la flamenca) o mitad linguistica del pais, más que en la otra, excusado de decir. 

Donde fui testigo directo o espectador más bien de situaciones o escenas de un cariz dramático extremo, secuelas de aquella guerra, como lo fue la de aquella niña irlandesa (protestante) semi/escondida en un habitacion sin salir, en la casa aquella, como un cervatillo asustado, que percibí por sorpresa en una visita a aquella familia belga/flamenca (catolica) que (discreta y prudentemente) la acogia, de vacaciones y en el marco de unos intercambios más frecuentes e intensos de lo que se veia, al calor de la guerra del otro lado del canal a todo arder, y que parecia así a primera vista a mil leguas (o más) de alli.  Una guerra que el longevo lector de periódicos revistas y publicaciones de todo tipo que esto escribe siguió desde sus inicios , y que acaparaba los titulares y primeros planos de la actualidad más rabiosa en los medios de la prensa "mainstream" 

Que seguí como digo, paso a paso y por etapas, y la primera de ellas, de lo que recuerdo, la encarnó un nombre omnipresente entonces en los medios españoles y en los labios y retinas de sus lectores y fue el de Bernadette Devlin, en la ola avasalladora del movimiento que ella abanderó. De "los derechos cíviles". Aparte ese caliz de mí! Tales aguas tales lodos, en Belfast y en el Ulster como en Ucrania y en Kiev -en el Euromaidán- tantos años después. O en la Siria de Bachar-el Assad. Lo veo así, rindiéndome a la evidencia, no lo puedo remediar. Que se piense lo que se quiera de mí. Y mucho antes, en España (y no entro en polémicas), el 14 de Abril (*) Rebeliones azuzadas (y como orquestadas) en los medios, abriendo surcos o caminos (sic) a la guerra, en una constante geopolitica -como crónicas de muertes anunciadas- o como un lastre o gaje de la democracia desde los tiempos de la Revolución Francesa, y antes aún como lo explicó el profesor Pilinio Correa de Oliveira, (de la TFP), en su ensayo "Revolución y Contra-Revolución".

 


 Jornada de alegria colectiva", aquella efémérides (del 14 de abril) tan funesta y tan aciaga? José Antonio y Ramiro se equivocaron. Como me equivoqué yo, con "las revoluciones de colores" -como "la revolución naranja" (Maidán/primero -nov.2004-en. 2005-, que precedio al Euromaidán -nov.2013-fev.2014- y como la de los "derechos cívicos" en Belfast. Caminos de la guerra (sic), como se demostró en España en el 36, y en Ucrania ahora también

Y que ilustra hoy en el plano de la actualidad más rabiosa la guerra en Ucrania. Donde se diría que se puede ver al monstruo (revolucionario) mordiéndose la cola, en el nombre de la Madre Patria (rusa), frente a la tirania global y multitentacular de los medios, que le tienen declarada la guerra, como en virtud de un diktat o un ucase (decreto del Zar) Ironia (sangrienta) de la Historia. No me entró nunca del todo, no, y lo fui (en consecuencia) evacuando poco a poco de mi mente despacito y buena letra después: ese cuento de buenos y malos, de católicos contra protestantes, donde los primeros iban de víctimas inocentes y los segundos, de provocadores y de banda o partida del garrote -"Black and Tans" ("De Negro y Marrón", o "Negros y Fieras")-, contra los que todos los golpes y traiciones parecían (por definicion) permitidos, como lo denunciaron algunos, y uno de ellos no precisamente un don/nadie, sino Lord HAW-HAW -sobrenombre de William JOYCE, corresponsal en lengua inglesa de Radio Berlín- que acabó en la horca por delito de alta traición (o de lesa Majestad), al final de la Segunda Guerra Mundial, que fue de aquellos y que no perdonó (a su Graciosa Majestad) el dejarle -a ellos y a él- en la estacada en el colmo de la traicion.

Y me viene a la mente todo ello como a borbotones, a los aires de una de las músicas tal vez más tristes y melancólicas que nos haya sido dado escuchar -en la Red- en la cual, ni en la música ni en su letra, se llegaba a desentrañar ese misterio de tristeza y melancolía que la embarga, como si estuviera esperando la hora del desciframiento o de la resolución  del enigma al calor o en el ancho marco de la globalización. Navegando en Internet o sea. Donde la tristeza y la melancolía se ven purgadas o corregidas no a base de sentimentos (o complejos) de culpa ni de misericordia y compasión,  sino en la catarsis y  las lágrimas de dolor que se vierten escuchandola. En virtud de esa vena o fibra poética -sin parangón en otras lenguas- del idioma inglés, y (sobre todo) del Espiritu de la Musica (sic) -de su efecto catártico y catalizador. I'll do my crying in the rain", reza la cancion. 

Como en guisa de estribillo y de colofón, y es al cabo del enésimo episodio de aquella -un atentado terrorista, del IRA, (en el que a toda luces, iba a título de causante o de cómplice y testigo el autor (oculto) de la canción)- de una guerra civil en la que no quise tomar partido. Lo que les dejé a otros, como al gran Ian PAISLEY, grande entre los grandes. "Par del Reino" al final de su trayectoria, el reverendo anti-separatista que llegó a primer ministro de Irlanda del Norte, y digno de aquel gesto profético -en el Parlamento Europeo- que recojo en esta entrada y en este blog. Y que nos hace evocar las frases de  José Antonio Primo de Rivera que no dudaba en comparar a los Lores con los profetas (judíos) del Antguo Testamento. En "España, Germanos y Bereberes" (sea citado con perdón)


"Belfast", un film bien-pensante que (pese a todo) me conmovió: por el drama (atroz) -motivo central a mi juicio del film- de su personaje infantil, que vivía y crecía despreocupado, sonriente y feliz en su barrio, correteando como en casa en medio de la calle, mimado y adulado por todos -católicos y protestantes- como una flor (de asfalto), un mirlo blanco o una estrella de la canción. Hasta que le vio el rostro agrio y hediondo -mirándole precisamente a él (...)- y fue al espectro de la guerra civil. Lo que le estranguló la risa. Como en mi entrada en la Universidad -mediados los sesenta- me ocurrió a mí. Valga todo ello en atención a aquellos de mis lectores que no vean más que una (burda) provocacion en esta visión a contracorriente del conflicto irlandés

(*) El 14 de Abril (1931) fue un golpe de estado insurreccional azuzado en los medios, y bajo la presión internacional -la francesa en primer lugar- donde se falseó abiertamente la voluntad de los electores -y el íntimo sentir de la sociedad española-, opuestos al cambio de régimen. Y donde faltó un profeta -como Ian Paisley o los lores británicos (José Antonio díxit)- que diera la voz de alerta

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