sábado, agosto 20, 2022

LA TAUROMAQUIA Y LA CULTURA

Tauromaquia, arte y cultura, se diga lo que se diga. y así lo pensaba el general De Gaulle, que sabía tanto -por razón de su condición y profesión de militar- de matanzas (carnages) y carnicerías.  Y con él muchos otros. ".../...Cuando las estrellas clavan rejones al agua gris, cuando los erales sueñan verónicas de alhelí, voces de muerte sonaron cerca del Guadalquivir" Algo que decir Francis Cabrel y los que ahora 'ad hoc' le citan de esos versos de García Lorca? ("est-ce que ce monde est sérieux?" Sin bromas)

Los toros al toril y los españoles todos, en lugar de aquellos, al ruedo ibérico o circo romano de la acusación y el emplazamiento en la  atención del publico -y el linchamiento en los medios-, lo quieran o no lo quieran. La glosa que me viene de inmediato a la mente ante el proyecto de prohibicion de la corrida (sic) en todo el Hexágono, de próxima votacion en el parlamento francés, de la firma de un diputado ecologista -y animalista (por propia definición)- de ascendencia familiar protestante (lagarto, lagarto!) y con lazos estrechos con los Países Bajos (lagarto, lagarto, lagarto!) Hacia una nueva guerra de religión? Y alguno aquí pensará que exagero y peco de demagogia, pero la comparación que se impone no es menos inevitable y forzosa. Tauromaquia y mantanza ritual (halal), comparaciones odiosas. Por qué ese diputado anti-taurino y el partido que le acoge no impulsan la prohibicion de lo segundo igual que de lo primero? La respuesta es obvia, porque la matanza ritual -halal- (seccionando la yugular y la carótida del animal, y el derramamiento de sangre consiguiente) es lo que manda la Charia (ley islámica) y la Charia, y sé a fe mía de lo que hablo, no se toca (...) 

Y lo que en Francia parece darles derecho a un compromiso histórico-religioso -"halal" con adormecimiento previo del animal (milongas)- es algo en cambio a lo que los taurinos franceses no parece que tengan derecho ni sea algo que esté a su disposicion, ni se le espera (....) Ni contando como cuentan con la caución expresa de referentes tan autorizados como Nicolás Sarkozy o el propio General De Gaulle. "La tauromaquia es puro salvajismo y no es cultura", sentencian y pontifician los animalistas ante el aplauso de sus múltiples corifeos en los medios, a lo largo y a lo ancho del planeta en toda la prensa "mainstream". Será que les preocupe mucho la suerte y el futuro de la Cultura, de la que parece haberse interesado sólo Federico Nietzsche, y otros a sus ancas -tal y como lo expliqué en este blog- en la fase contemporánea de la historia de las ideologías. Y hablo de la Cultura y del Arte los dos juntos, como un fruto puro, altruista y desinteresado del Espíritu, fuera del circulo cerrado de la Ciencia (útil o utilitaria) y de la Produccion, en vigor en la modernidad e hipótesis o fundamento insoslayable en el análisis marxista. 

No es óbice -y salgo así en respuesta (que ya lo estoy oyendo) a los que me imprecan- a la comercialización,  del arte taurino y de la fiesta, que gravita fatalmente no sólo sobre la tauromaquia sino sobre todas las otras formas de arte o de cultura y más aún en estos tiempos de globalizacion del planeta. Ni tampoco les interesó nunca ni poco ni mucho la identidad nacional (sic) -en plena avalancha multicultural de secuela de la invasion (inmigrante) silenciosa, en Francia y en toda Europa- que ahora invoca el diputado de la moción escandalosa, en nombre o con la referencia más que plebiscitada entre franceses de uno de sus más grandes cantantes, y a descubrirse tocan. Y me refiero  a Francis Cabrel -un respeto- Cabrelli de su nombre (italiano) de origen, del que sacan ahora a relucir una vieja canción -"La Corrida"- que oía yo a todas horas sin parar mis primeros años de estancia aquí en Bélgica -radio francófona- , y a la que nunca le capté ese mensaje anti-taurino que algunos se empeñan en descubrirle ahora a toda prisa, señal por lo menos de lo discretamente escondido que lo guardaba el genial artista. 

 


Marine Le Pen, y su partido "Rassemblement National", árbitros inesperados de la suerte de la moción ant-taurina en la Asamblea Nacional francesa, ella como su compañero Louis Alliot, alcalde RN de Perpignan. Seguirán "matando al padre" ? (por cuenta de la "desdiabolización) Nadie les ha pedido tanto. Todavía (...)

Que "La Corrida" (sic) de Cabrel me sonaba a mí más bien al lamento fúnebre (casi bíblico) por un amor desdichado de un amante despechado a una bailona (danseuse) "ridícula", para más señas andaluza (...) -"Andalousie (canta Cabrel), je me souviens"-, en botón de muestra de esa "passion espagnole" tan ultrajante para mí y otros muchos compatriotas, visto ahora todo eso en retrospectiva, pero antes, ya digo ni eso. "Sí, sí, hombre, hombre -en español en la canción, y con buen acento, sí señor-, baila, baila, hay que bailar de nuevo, y mataremos otros, otras vidas, otros toros, y mataremos otros".../...Es eso una proclama anti-taurina? Que venga Dios y lo vea (....) Lamento de amor y choque cultural, de culturas (sic) más bien  en esa emblemática -e inspirada- canción, de una cultura y un arte taurinos que el cantautor (franco/italiano) parecía no poder llegar a comprender ni compartir, de ahí su melancolia (...) Y de ahí el estribillo que se repite hasta el final "est-ce que ce monde est sérieux?", convertido ahora en himno de guerra de la facción animalista. "El destino del toro de lidia es morir en la lidia", leo en cambio en esa especie de antena o emisora de la voz de un pueblo (vox populi, vox dei) que son los foros de opinión. Un destino común al de todos nosotros. Y un trazo cultural, el de (saber) "plantarle cara a la muerte", que nos envidian en otros pueblos y otras culturas

 Hasta ahí el reto mayor que nos plantea la mocion anti-taurina en curso a todos los españoles. Su lectura o interpretacion no sólo en clave de política exterior -como en tiro por elevacion, contra España, su memoria y su cultura- sino también en política francesa, es algo que no podemos dejar pasar en estas líneas. Y es que el futuro de la mocion anti-taurina -hasta los niños lo ven- depende del visto bueno del partido (Rassemblement National) de Marine Le Pen, colocados inesperadamente de árbitros en el trance por el que atraviesan. Sin trampa ni cartón: España o Cataluña. Y la dirigente francesa nacionalista en pleno empeño o travesía  de "dédiabolisation", y su compañero el alcalde (RN) de Perpignan (Louis Alliot) se lo deben estar pensando dos y tres veces en tamaña tesitura (...)

José Tomás (con el rostro ensangrentado) en Las Ventas, 21 de mayo del 2002. Más que torero una leyenda del toreo más bien,  al que Francisco Umbral reprochaba admirativamente convertir el toreo en "una misa negra". Y un botón de muestra el diestro de Galapagar -de notorías simpatias republicanas- de la catarsis de reconciliación que infunde (se quiera o no reconocer) la fiesta taurina entre españoles. Y a su vez, del pathos español de ese "saber plantarle cara a la Muerte" (como reza la marcha aquella) Cultura y nobleza obligan, que algunos piensen lo que quieran


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