viernes, agosto 08, 2025

CULTURA DEL ARMA BLANCA Y EL RAMADÁN EN JUMILLA



TOMA DE GRANADA (1492) Broche final de la Reconquista que hasta en Holanda  hoy exaltan y reivindican, y la Iglesia española denigra y en el fondo recrimina 

Prohibición de ceremonias islámicas en público -del fin del RAMADÁN, y last  but not least, la FIESTA DEL CORDERO-, en la localidad murciana de JUMILLA. Por donde viene el escándalo otra vez, que me diga la escandalera de los biempensantes contra el odio y los delitos de odio (sic), contra la discriminación en nombre de la declaración conciliar sobre la libertad religiosa (sic),  y en el nombre de la Constitución que recoge aquella, de la Declaración de los Derechos del Hombre (sic) que incluye el derecho a la libertad de expresión, de reunión y de culto etcétera, etcétera. Como dijo Jack, vamos por parte. El concilio, primero (d'abord), el Concilio Vaticano 2, con el que más a menudo se nos cierra la boca. Un concilio no dogmático, ojo,  sino pastoral (sic), como nos lo vendieron entonces y nos lo siguen vendiendo hoy. Sin llegar a convencernos. Y si la libertad religiosa es un derecho que abonan motivos y criterios de orden pastoral, no menos lo es el principio de Unidad religiosa. (*) Y si la Constitución ampara aquella con la excepción de los riesgos de alteración del Orden Publico, no menor excepción lo es la amenaza -por muy remota que sea- de dicha alteración al Orden Publico, y last but not least, la amenaza a la Convivencia, o si se prefiere a la Concordia y a la Convivencia. Y otras amenazas no menores que deben entrar en línea de cuenta, lo son aquellas a la identidad nacional o colectiva -frente a "sus" negacionistas (...)- y a la integridad de nuestro patrimonio cultural contra la imposición por vía de perfusión de una cultura hostil y extraña -de guerra (santa) y de conquista- y el riesgo que ello conlleva de desencadenar una guerra de memorias todo lo hibrida o asimétrica que se quiera pero que nos llevaría a declarar -con la Constitución y la Ley en mano- un estado de guerra. Estamos ante una invasión. Como la que dio arranque a la Reconquista (bendito sea tu santo nombre!) Pero esta vez asistimos no sólo a la invasión de España sino a la invasión por el Este, por el Sur y por el Sudeste de toda Europa. Y en ejemplo emblemático nos lo ofrecen los Países Bajos, en román paladino, Holanda o sea. Donde algunos -letra con sangre entra- parecen haberse aprendido las lecciones de la Historia -de las guerras de religión- que habrán sabido descifrar a la luz de la crónica de actualidad más próxima. Que da cuenta de la afluencia masiva allí de una corriente migratoria de origen y procedencia marroquí, y de la alteración del Orden y de la sucesión de incidentes violentos -y sangrientos (sic) que la jalonan. en la mente de todos o de algunos por lo menos a los que mueve a circunspección y a reflexión, el auge de una corriente anti-inmigración y anti-musulmana más fuerte y más pujante allí -en el terreno electoral- que en cualquier otro país de Europa. 

Hay no obstante una objeción mayor de tipo histórico que en este blog hemos repetidamente reivindicado, sin que nos duelan prendas: la España medieval de las Tres Culturas, que parece así de entrada ofrecer un rotundo mentís al ideal de la Reconquista. Pero sólo en apariencia: que la tolerancia proclamada allí entonces entre las tres religiones del Libro no estorbó ni enturbió, antes al contrario, la prosecución de la Reconquista y si aquella España (desgraciadamente) llegó a su fin, lo fue por factores de orden interno, primordialmente políticos o geopolíticos -derivados de la guerra civil castellana-, de los que aquí en mi blog habré dado repetidamente cuenta. Paises Bajos, o sea Holanda. Holanda de nuevo, en un va y viene que debe poder querer decir muchas cosas.  Y se me antoja que lo sea por casos (terriblemente) emblemáticos allí, que impactaron terriblemente la opinión pública urbi et orbe, hasta el punto que produjeron un (irreversible) efecto de catarsis, que explica el auge en la sociedad holandesa y en su opinión pública de la corriente anti-inmigración y anti-islamista. Y fue (sobre todo) el asesinato ritual -por de-go-lla-mien-to- en plena vía pública (...), de Theo VAN GOGH sobrino del celebre pintor bajo la acusación de haberse burlado del P.rofeta. O sea que no nos creemos (ya) el mantra de la religión de Paz, ni el de la inmigracion pacifica y de la cohabitación apaciguadora. 

Y es que cuando leo esas monsergas y cantinelas buenistas, tan correctas, me viene sin poderlo remediar el caso (emblemático) a la mente de aquel marroquí -de su nombre NAGUIB (no se me olvida, ni olvidará)-, de Tetuán, antigua capital del Protectorado español (un respeto)- con el que tuve que cohabitar semanas en mi largo transitar y deambular del que aquí ya di sobrada  cuenta, sin techo (SDF, "sin domicilio fijo) en la noche de Bruselas, en sus calles y en sus centros de acogida, y del que ingenuo de mí, al principio de hablar con él pensé (un decir) poder sacar partido -mayormente por su lugar de procedencia (tetuaní)- hasta que el hilo de su discurso me descubrió el pastel de lo que ël sentía y lo que pensaba: ellos estaban en casa, en "su" casa y si dudas hubiera ahí estaban los derechos adquiridos, los del jus soli, y los de su (larga) estancia -que no integración- en Bëlgica. Dulce, insidioso (como no!) y en abierto desprecio y en perpetuo desafío. Hasta el punto que acabamos llegando a las manos y más que eso (...) CULTURA DEL ARMA BLANCA, o nuestra memoria (historica) perdida: perdida en nosotros que en ellos no (...) Y no sigo que me pierdo. Las aguas así volvieron a su cauce  (en paz y en orden) como sea. Mano de santo ya digo, lo que me inspira lo que ha ocurrido y el escandalo montado en la localidad -murciana (otra vez!) (...)- de JUMILLA. Y lo que predico a partir de ahora entre mis compatriotas. Sin temor a las consecuencias. Y sin miedo que el cielo se me venga encima. BRAVO POR  JUMIILLA.  Pedir perdón? ( y no se rían) Ni caso, señora alcaldesa! Cosas del papa WOJTYLA !!!

(*) ABASCAL en recientes declaraciones lleva razón. El ejercicio del derecho a la libertad religiosa -dentro de un orden (...)- debe llevar pareja -en los musulmanes- la renuncia expresa -por es-cri-to- a imponer su religión. Punto

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífico post. Amén.

Juan Fernandez Krohn dijo...

Gracias Anónimo (a). y por tu comentario y otros signos que me llegan tengo que rendirme a la evidencia que pese a mi (irreversible) se-cu-la-ri-za-ción ya de antiguo y a la desacralización que le va pareja, se registra un aliento religioso (sic) en mis entradas y comentarios, que asumo. ¿Sa-cer-do-tal también? No lo sé, pero tampoco lo niego. Como sea , siento una vocación en mí a la que cuento seguir siendo fiel de puente y de mediación , en suma de un Ungido. Será eso a lo que se refería el Profesor Plinio -presidente y fundador de la TFP- cuando me dijo en una visita que le hice en una de sus sedes , en Sao Paulo (Brasil) , de tono solemne y en presencia de sus militantes -yo de sotana hasta los pies de la FSSPX (de Monseñor LEFEBVRE y del seminario de Ecône-, "VOCÉ TEM UMA VOCACAO GRANDIOSA, PADRE KROHN! "A lo que
pienso y cuento seguir prestando oídos. TRAS MI SECULARIZACIÓN

Juan Fernandez Krohn dijo...

Gracias Anónimo (a). y por tu comentario y otros signos que me llegan tengo que rendirme a la evidencia que pese a mi (irreversible) se-cu-la-ri-za-ción ya de antiguo y a la desacralización que le va pareja, se registra un aliento religioso (sic) en mis entradas y comentarios, que asumo. ¿Sa-cer-do-tal también? No lo sé, pero tampoco lo niego. Como sea , siento una vocación en mí a la que cuento seguir siendo fiel de puente y de mediación , en suma de un Ungido. Será eso a lo que se refería el Profesor Plinio -presidente y fundador de la TFP- cuando me dijo en una visita que le hice en una de sus sedes , en Sao Paulo (Brasil) , de tono solemne y en presencia de sus militantes -yo de sotana hasta los pies de la FSSPX (de Monseñor LEFEBVRE y del seminario de Ecône-, "VOCÉ TEM UMA VOCACAO GRANDIOSA, PADRE KROHN! "A lo que
pienso y cuento seguir prestando oídos. TRAS MI SECULARIZACIÓN