jueves, julio 04, 2024

MARINE LE PEN, ESTADISTA DE UNA GRAN POTENCIA



La victoria de Marine LE PEN y de su Rassemblement National habrá sido saludada por el ministro ruso de Asuntos Exteriores, con ayuda de una foto de la político francesa en su cuenta electrónica. Marine LE PEN habrá reaccionado de inmediato, hablando de provocación (sic) y de « ingerencia » Lo que no parecen comprender ni compartir comentaristas militares ilustres en una de sus grandes cadenas televisivas, ni tampoco el autor de estas líneas. Lo que da no obstante idea de los retos magnos en política nacional y en política exxtrajera que encierra el trance crucial que Francia atraviesa (en la foto de una anterior visita de Marine LE PEN al Kremlin)

 La fase final en la obra del historiador alemán Ernst NOLTE (segunda época a seguir al movimiento de protesta en las universidades alemanas que precedió de un año al mayo francès, con Daniel COHN-BENDITH éste último, con Rudi DUTSCHKE aquél) se vería marcada por la publicación’  de uno de sus principales títulos,  « La guerra civil europea » Y por la extraordinaria difusión de esa fórmula polémica en la opinión pública a escala del planeta, pese al silencio y apagón informativo tenaz que merecería en los ámbitos universitarios y académicos en el campo de la historiografía y particularmente en los medios herméticamente cerrados de la Investigación científica (Rechercje) en un fenómeno ruidosamente sonoro de negación —deny- como el que vemos hoy frente a otros fenómenos de índole primordialmente sociológica -pese a sus connotaciones ideológicas evidentes tales que el « grand remplacement », la desinformación sistemática - con la consiguiente cultura de la cancelación (cancel culture) que práctica la clase mediática, o el revisionismo histórico (latu senso) fácilmente palpable en campeones del combate contra el antisemitismo. Y esas reticencias historiograficas me parecen en extremo palpables e ilustrativas en el prólogo de un autorizado filósofo e historiador al ultimo título en la obra del historiador alemán, « Nietzsche, campo de batalla », del que ofrecí atenta recensión en una de mis entradas. No sin motivo se me antoja y es que con esa fórmula talismánica en extremo NOLTE acierta a dar en la diana, me explico, y es la del gran debate ideogico -NIETZSCHE versus MARX y viceversa -tal como se ve apodícticamente expuesto a lo largo de las páginas de la obra referida,  y de su corolario en el proceso histórico de los dos últimos siglos, principalmente jalonados por dos guerras mundiales, en particular en esta última presidida por el choque ideológico y meta histórico, nazi/fascismos « versus » comunismo marxista. 

Y es ahí donde cabía situar el formidable revulsivo en el seno de la sociedad francesa y en su opinión pública en el que cristaliza el claro triunfo electoral del Rassemblement National -claramente plebiscitado por el electorado francés, se diga lo que se quiera- y la respuesta de categórico rechazo de la clase mediática y política, que abre una crisis de consecuenciasimprevisibles en el sistema democrático y de su forma de gobierno por mayoría. Todos contra el RN, léase contra la mayoría expresada en las urna. Raperos (sic) de un fenómeno de contracultura musical y artística, figuras estelares en el ámbito deportivo, y last but not léase, personajes carismáticas -tales que el Abbé PIERRE (fuera de toda sospecha?) en la confluencia del espacio mediático y del dominio espiritual y religioso. Todo vale -« fleches de tout bois », los franceses le dicen- a la hora de frenar y de alzar a toda prise una barrera de contención contra la extrema derecha, que se ve más diabolizada que lo habrá estado nunca, pese a los denodados esfuerzos en contrario de la actual presidenta y de la escenificación mediática mente tan lograda de la muerte (« asesinado » del padre. Ni por esas. El fascismo o las fascistizacion primera es algo como el pecado contra el espíritu -en la teología y en la filosofía escolastica- que no se perdona ni en esta vida ni en la otra. Y en esas estamos, en vísperas de la segunda vuelta. Donde esta en juego no solo la identidad y la integridad francesa sino el destino y salvaguarda de la civilización europea. Euroasiática para más señas (sin Quere dárnoslas de profeta. 


Guerra civil europea (díxit Ernst NOLTE), de telón de fondo de la crispación y radicalización in crescendo de la sociedad y de la actualidad políticaa francesas, en la perspectiva que el RN alcance la mayoría absoluta en la segunda vuelta. 
En la foto, joven miembro de la Milicia Francesa, entre los 76 (jóvenes)  milicianos fusilados -tras juicio sumarísimo- en el Gran Bornand (24 agosto 1944) -acusados del delito de colaboración- en el último año de guerra


miércoles, julio 03, 2024

PELIGRO EN FRANCIA DE GUERRA CIVIL?

 


La clase obrera francesa -lo dije y lo expliqué repetidamente aquí- escarmentó en cabeza ajena con la guerra civil española. Pero su clase politica (y mediática) de izquierdas, se diría que no se entera. Botón fehaciente de muestra de lo que digo lo es el logotipo del nuevo Frente Popular. Cualquier parecido con la realidad, desde un punto de vista pura coincidencia. Pero el fantasma guerra civilista -marca España/tricolor-, ahí está, ahí está, siempre presto a levantar la cabeza

En Francia, doy fe, no hay clima ni peligro de guerra civil., pese a los avisos agoreros y gritos de alarma de Emmanuel MACRON. A lo sumo, un talante agresivo, beligerante en contra de la extrema/derecha de un sector -la izquierda- de su clase política, pero no hay ese clima fratricida, irreconciliable que se respira (hoy como ayer) entre españoles -perceptible, por ejemplo, a través de las redes sociales- de una guerra (híbrida) de memorias ardiendo a todo arder y a riesgo de prender en el conjunto del cuerpo social, mutatis mutandis como en el 36. Me equivoco? Qué más querría yo, pero mucho me temo que no. Y es ante esa irrupción espectral en Internet, de una versión/fotográfica inédita hasta hoy de una memoria -selectiva, de vencidos- de los primeros años de la posguerra, fenómeno alarmante en extremo -como la amenaza de explosión nuclear ( y no exagero) de una bomba de efecto retardado- y meritorio en cuanto tal de un análisis urgente, de lo que pueda esconder en su seno, de síntoma, de foco de incubación de una nueva conmoción social -un tsunami esta vez de verdad- como la que estuvo a punto de consumarse con la indignación callejera del 15-M que no llegó a serlo al final de pura casualidad (…) 

En Francia en cambio, como digo, las cosas se anuncian de distinta forma. Pero las cañas pueden tornarse lanzas más pronto de lo que se piensa. Como así lo hacen presagiar las grandes maniobras de recomposición (sic) a las que asistimos en esta segunda vuelta de las elecciones legislativas francesas. Con esa estrategia anti-Rassemblement National diseñándose a toda prisa al día siguiente de la primera vuelta, que habra cristalizado en una serie de desistimientos masivos -más de la mayoría presidencial de centro e favor del frente popular de izquierdas, que a la inversa-, en un eco fiel de una consigna ampliamente repercutida en los medios, la de alzar una barrera de obstáculos -faire barrage- en la inminencia de la llegada al poder de la extrema derecha. Lo que habrá desatado un debate en los medios que no me esperaba, sinceramente lo confieso.  Y es de los que cuestionan la legitimidad democrática (sic) de esa estrategia -de barrera de contención- y a la vez, de ese designio manifiesto de hacer mentir o de de desmentir la voluntad claramente expresada en las urnas en favor del Rassemblement National, en lugar de ofrecer al electorado la más mínima nueva propuesta en sus programas, de la naturaleza que sean. 

Lo que parece contrariar (continúa el análisis de algunos) el sexto/sentido democrático de la generalidad de los votantes -nacidos y crecidos bajo un régimen democrático- que les llevaría a una libre opción (sic)  de posturas y programas y no a un rechazo (sic) o repudio en bloque, tal como el que les están proponiendo en contra del Rassemblement National los partidos de izquierda en esta segunda vuelta. Hasta el punto que alguno de sus voceros no duda en hablar de referéndum (sic)  anti RN, o sea contra la voluntad claramente expresada en las urnas en la primera vuelta. Si el « nefasto Rousseau » levantara la cabeza! 

Y del desconcierto y desasosiego de la opinión dan idea las voces que empiezan a oírse por primera vez en los medios, como si empezarán a desatarse las lenguas. Y es esa objeción de vuelta una y otra vez en los labios de uno de los presentadores estrella de la televisión francesa ante los habituales reproches y dícterios —de fascismo o de réductio ad Hitlerum- que parece reflejar el hartazgo de la opinión ante ese tipo de argumentos reductores de vuelta una y otra vez en las intervenciones de los candidatos de izquierda. Sorprendido o escandalizado aquél ante el escepticismo de algunos que se atreven a poner en duda la credibilidad del cambio o de la muda (si) -políticamente/correcta- del partido de Marine Le PEN. Como si la muerte/del/padre o su escenificación tan lograda (lo mismo me da que me da lo mismo) no les pareciese suficiente. Lo que daba claramente entender en su intervención de ayer Dominique STRAUSS-KAHN estrella ascendente hace años de la izquierda francesa -del lado del (hoy casi difunto) Partido Socialista- y reapareciendo ahora tras una larga travesía del desierto después de haberse visto envuelto -hace ya trece años (…)- en un escándalo (sexual) de página de sucesos.  

Dando una y otra vez (como no!) lecciones de memoria histórica a cuenta de los orígenes del Rassemblement National y mucho más sintomático y cargado de significación,  ataques a penas velados a una figura fuera de toda sospecha en el combate contra el anti-semitismo. Y lo es Serge Klarsfeld del que ya me habré ocupado aquí, judío sin tacha (ni reproche) que agradecía públicamente a los bravos franceses (sic) que protegieron judíos y evitaron en Francia un genocidio anti -semita, y al que el referido capitoste izquierdista (y socialista) venía en cambio a acusar poco menos de ser un traidor, de contradecir con esas declaraciones sus luchas y combates de la víspera y su pasada trayectoria. Vivir para ver fantasmas míos! Llena de moralejas y de divinas/sorpresas la campaña de las elecciones en Francia (segunda vuelta) 


Escándalo -bajo acusaciones de agresion sexual- en el que se vio envuelto (hace trece años) Dominique Strauss-Kahn estrella ascendente en la política francesa entonces, y ex-presidente del FMI lo que le costó la prisión -en Nueva York-, su presidencia y la candidatura -favorita según todos los sondeos- en las elecciones francesas. De vuelta hoy en superviviente (« revenant ») al primer plano de la política francesa, con un chivo expiatorio de predilección  en sus declaraciones a la cadena LCI-TF1, a saber, el destacado militante del combate anti-semita, Serge Klarsfeld, judío sin tacha ni reproche y abierto a una postura lato sensu revisionista, de intención reconciliadora, al que aquel acusa de traidor, y de renegado de las posturas de su anterior trayectoria. Vivir para ver fantasmas míos (« chers ombres! »)




 




lunes, julio 01, 2024

FRANCIA, HACIA LA MAYORÍA ABSOLUTA?

 Jean Marie LE PEN’ y su hija Marine presidenta del RN, del Frente National rebautizado que aquel fundó. La muerte del padre no se consumó (del todo), como lo prueban e ilustran ciertas acusaciones tenaces - de filo/nazi/fascismo y antisemitismo- que habrán salpicado en contra suya la campaña electoral

« Venceréis, pero no convenceréis! », dijo (o dicen que le dijo) a MILLÁN ASTRAY, Don/miguel de UNAMUNO, en el memorable encontronazo en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, los primeros meses de la guerra civil. Lo que se me antojaba leer ayer en la pequeña pantalla, durante el debate que siguió a una jornada electoral francesa en la que se vio confirmado (con creces) el triunfo de la extrema derecha (RN) para alborozo y contento de sus partidarios -como curando o vendando una honda y vieja frustración- y para sumo desconcierto, aprensión y frustración de sus adversarios que parecen ver ya el retorno en todos los colores de sus venos fantasmas más amedrentadores (los del fascismo y de la reacción)  y es lo que anunciaba y denunciaba al menos, uno de los intervinientes en el debate por cuenta o en nombre del Nuevo Frente Popular -en su calidad de miembro y portavoz de la France Insoumise, y de su presidente Jean Luc MELENCHON-, al cabo de restallantes requisitorias sin dejar a nadie abrir la boca, al filo de una trayectoria fulgurante de estrella ascendente de la izquierda francesa, hasta el punto que la prensa allí viene comparándolo con SAINT-JUST, el amigo y brazo derecho de ROBESPIERRE, fiscal virtuoso e incorruptible de la depuración revolucionaria durante la fase del Terror (1793-94), autor de la célebre sentencia que aficionaba mucho a modo de conjuro repetir Monseñor LEFEBVRE (como yo se lo oí tantas veces)- « Basta de Libertad para sus enemigos! » « pas de Liberté pour les ennemis de la Liberté! »

En una comparación pues, la de esos medios, que hacen extensiva -rompiendo así en mil añicos hondos tabúes-, con la Épuration que vino a poner una especie de broche final a la Libération al final de la Segunda Guerra Mundial (en 1945)  Lo que da idea de la temperatura ambiente y del estado de ánimo de los contendientes y es esa necesidad irrefragable de recurrir a la Historia y de resucitar los fantasmas que pueblan aquella (en sus memorias), en guisa de remedio o antídoto a las cifras nudas y escuetas, y en un rotundo mentís -en reflejo fiel de la DOXA (democrática) en vigor-  de aquello de que la mayoría ya sea absoluta, ya sea relativa nunca se equivoca. Y de un recurrir a la invocación de los sacrosantos principios democráticos, y de su ret1hila inseparable de condenas y descalificaciones sin la más mínima posibilidad o recurso de apelación. 

Como lo ilustró ayer el diputado izquierdista referido librando a la vindicta pública y execración, uno de los puntos favoritos del programa del RN (Rassemblement National) y cerrando el pico sin duda por un efecto sorpresa durante el debate de su interlocutora (de extrema derecha) -de ojos absortos y sin decir ni pio- y era a cuento de la preferencia nacional (sic) que aquel juzgaba antirrepublicana, antidemocratica y anticonstitucional, buque insignia no obstante -en esa y otras varias formulaciones como la de « los franceses primero » (d’abord)- del programa del Rassemblement National. Lo que da idea de la magnitud del reto en el plano de la historia y de la ideología que plantea el desenlace tan crucial de las elecciones francesas, no sólo a la sociedad francesa sino a la opinión pública mundial. 

Lo que obliga tal vez a los propios interesados a una vuelta a escarbar en pos de sus propias raíces y de sus orígenes, a saber los del Frente Nacional y de su nombre de marca o eslogan primera época nacido bao el doble signo de la Resistencia anti alemana es verdad, y de una especie de compromiso histórico en el exclusivo plano estratégico de la acción entre la izquierda comunista y la derecha extensiva hasta la misma extrema derecha (discretamente) comprometida -« a la francesa »- con la Colaboración. Lo que viene a poner de relieve al menos entre observadores avizor e inmunes del lastre de amnesia histórica (como lo soy yo) el penoso debate sobre el antisemitismo del que la extrema derecha parece salir ganadora por cuenta de una campaña en los medios poniendo ingratamente en la picota por sus posturas pro palestinas en el conflicto del Oriente próximo a la France Insoumise y a su líder Jean Luc MELENCHON. 

Lo que reabre fatalmente el debate de la des-diabolisation que ya abordamos repetidamente aquí, y descubre a la vez la pesada hipoteca que arrastra en ese aspecto -y en el terreno político- la formación heredera de la que fundó Jean Marie Le Pen, como sus detractores parecen siempre prestos a exigirles y como los medios -tal como se puso otra vez en el debate de ayer de manifiesto- no dejan de recordarlo y de restregarles una y otra vez. 

Otro flanco (ligeramente) desguarnecido de la propaganda electoral del RN -a juicio de un observador desde fuera (du dehors) y para más seña, español (como lo soy yo)- lo es la guerra en Ucrania donde a los miembros y portavoces del RN parece que les cueste asumir,  por la vía fácil de los pretextos y coartadas, léase de las profesiones de amor a la Ucrania invadida -y violada (sic) en su soberanía e integridad territorial- la valiente y resuelta oposición expresada por boca de Marine LE PEN, al envío de tropas terrestres a los frentes de combate (« au sol ») Que es lo que (finalmente) se ventila en los debates televisivos, en la geo estrategia de las partes beligerantes, en la guerra híbrida que llevan a cabo los medios de cara a la opinión pública, en sus campañas de intoxicación y desinformación. 

Alcanzarán la mayoría absoluta (en la segunda vuelta) ? Todo hace pensar que sí. Buena noticia pues para franceses. Y para españoles? Contra lo que espíritus cenizos y agoreros parecen predecir en la prensa patriota -y es que la limpia (de extranjeros/indeseables) en Francia, se haría por los Pirineos-, nos atrevemos, a la larga al menos, a apostar que sí. En la óptica, en España como en Europa, de una (interminable) guerra civil.

Instantánea (« familiar ») de la fundación del Frente Nacional (1972), entre antiguos Waffen SS y fundadores de « Occident » y « Ordre Nouveau » - y más tarde del GUD (…)-, a años luz de la imagen políticamente/correcta que el partido de Marine LE PEN hoy intenta dar