Vox populi vox dei. La calle salva a Isabel Ayuso. O es que la indignación (callejera) es monopolio exclusivo de las izquierda o de la juventud manipulada (y tendenciosa)? (a Pedro Jota, vocero ilustre del 15-M) Las esperanzas y la voz de las (indefensas) clases medias: lo que el fenómeno Isabel Ayuso representa. A tus pies, señor baronesa!
No quería entrar al trapo del tema mi palabra, sin duda porque así a primera vista parece que la Historia que me diga la crónica de actualidad más rabiosa me ha quitado la razon de la a la z, y es en todo lo que me explayé dentro y fuera de aquí sobre el tema, léase la corrupcion (económico-financiera) Erre que erre, no me importa, y más resuelto que nunca ahora que veo que "se ha cerrado en falso" -El Pais dixit- el caso que nos ocupa, lo que me hace augurar a mí todo lo que nos espera, y es la operación de acoso y derribo (otra!) que se perfila en el horizonte más cercano contra la presidenta de la Comunidad madrileña puesta bajo sospecha y acusacion. Sin pruebas -que si no habrían salido ya a la luz-, y sin el menor derecho a la presunción de inocencia, sólo porque es "de derechas"Por eso sólo?
Y dejándome de polémicas voy al fondo de la cuestion que quema. Que si la Ayuso tuvo el acierto -de alcance histórico y no exagero- de desenmascarar el equívoco que encierra el tema de la libertad (Liberté) en el pensamiento agregado o (correctamente) admitido, el escándalo (de espionaje) del que se ve ella ahora víctima sea tal vez la ocasión que ni pintada de desenmascar ese otro lema del tríptico, el de la igualdad -"Égalité"-, que no es menor a fe mía el reto (magno) en el plano politico y en el ideológico que el escándalo encierra. Basta ya de injusticia en en nombre de la Igualdad o por cuenta del combate a la corrupción qué más me da!-, que si la libertad de la Revolución francesa -la de Rousseau- escondía subrepticiamente (sic) -Nolte díxit- una obediencia (ciega) a la Voluntad general, en detrimento de las libertades mas fudamentales del individuo (y de la sociedad), la Igualdad -entre las clases- no esconde menos fuertes dosis de robo (sic), y de atropello, de expolio y confiscación, violenta o no (por las malas o por las buenas) Y de desclasamiento (sic) -léase perdida de categoria- en resumidas cuentas (...)
Y no es anecdótico ni puro azar si ese término no aparece en el diccionario de la RAE, y circula por ahí sin mas títulos que el galicismo que encierra, tomándoselo prestado a su vez a una expresión de rabiosa actualidad -"grand déclassement" como "grand remplacement"- en el debate politico en curso y en las campañas presidenciales francesas. Pérdida de categoria de Francia en la esfera internacional,- denuncia (justamente) Eric Zemour hasta desgañitarse, en paralelo (o como una simple consecuencia lo uno de lo otro) del Grand Remplazo (Remplacement) Y pérdida de categoria aunque no lo exprese con tanta claridad- de unas clases (medias) en ventaja o beneficio de otras (más bajas) que estuvieron y aún lo están (se diría) del lado de la Historia (...) Y ese es el trasfondo -y no hay otro- del presunto escándalo de corrupcion del que se ve salpicada (injustamente) ahora la política madrileña. Y es el drama colectivo que representa el cómo se vive o se supera la (simple) sobrevivencia individual o colectiva en el día de hoy, en el mundo de hoy y en la Europa y en la España de hoy, para unas clases medias -más altas o bajas unas que otras- bajo amenaza y en riesgo serio de su supervivencia. Y es lo que se lee o se ve claro como la luz repasando el currículo -como un pliego o libelo o cuaderno de agravios- de por quién viene ahora el escándalo -el hermano de Isabel Ayuso- , que se ve (como por turno) emplazado -y crucificado- como modelo (emblemático) de un tipo de corrupción, léase de derechas, léase económico/financiera.
Donde ciertos términos claves, -como "autónomo", "free-lance" y qué sé yo-, de tan poco peso específico y relevancia (social) hoy dia, y doy fe de ello aqui en Belgica- se imponían en mi, leyéndolo -embargado (o enfermo) de melancolía-, a modo de luces señalizantes o señales de alarma, como exponentes emblematicos de la indefensión social y profesional de las clases medias, puestas como digo bajo presión -politica y social- y en observación y vigilancia y acusación, como con lupa, en esa especie de "panópticum" -que todo lo ve- del sistema democrático (y liberal), tal y como lo denunció fuera de toda sospecha el filósofo francés Michel Foucault. Lo mismo ahora en tiempos de democracia (tras la transición) -la Historia se repite?- como justo en visperas de la guerra cicvil española, cuando la clase obrera madrileña (de los Madriles) gozaba -en materia no solo de ingresos sino de derechos y garantías cara al futuro- de una economía mucho más saneada (sic), que los sufridos intelectuales (léase las clases medias) Tal y como lo denunció un poeta y escritor falangista en una emisión radiofónica (por cuenta propia), durante la guerra (*) Una economia mucho más saneada (sic) y una vida mucho más jovial y mucho menos aperreada -o apesadumbrada- en resumidas cuentas (...) (...)
Y todos los testigos -a través sobre todo de este blog- de mi largo recorrido por los circuitos (un tanto infernales) de la reinsercion (sic) -social y profesional a la vez (aquí en Bélgica)-, saben bien que no hablo de oidas sobre esos temas ("déclassement" etcétéra, etcétéra). Y ello por no hablar de las otras fases -en mi curriculo o trayectoria- de cohabitacion forzosa (sic) con el mundo (corrupto de veras) de la alta/criminalidad y de la delincuencia (...) Y así, todo lo que depende de la inciativa privada se ve ex officio -y yo lo veo así pues- acusado o puesto (sin pruebas) bajo sospecha de prevaricación -o "peculado", como le dicen los argentinos- cohecho (y corrupción) o tráfico de influencias. Y así marchan las cosas y asi funciona el sistema por cuenta o en nombre de la sacrosanta/democracia. No hay otra: gajes de la iniciativa privada (sic), sí, y no otra cosa veo yo en este caso -el del hermano de Isabel Ayuso- que habrá armado -por culpa sobre todo de los medios- tanta irritacion y tanta polvareda. Un contrato mas hábil de lo habitual quizás. En el que el rojerío vociferante no quiere ni puede ver más que comisiones ilicitas (como un algoritmo o un teorema) Por cuenta aquello del Covid? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Vox populi vox dei, lo que no se esperaban no obstante los censores e inquisidores de la politica española. Y es esa respuesta (atronadora) de la calle que les deja sin palabras, que no se esperaban tamaña sorpresa. Que la gente -l'uomo qualunque- habrá visto claro como la luz lo que se tramaba, poniendo así a la vez de manifiesto ese fenómeno al que asistimos de mirada un tanto absorta (y poniendo asi en su sitio a los muñidores de la maniobra) Y es el torrente o el raudal de esperanzas (incontenibles) que la Ayuso -un respeto- arrrastra detrás de ella. Como se habrá visto ahora mejor que nunca. A tus pies baronesa, mi señora!
(*): Antonio de Obregón por Radio Vértice, citado en "Vanguardistas de camisa azul", de Mechtild Albert (2003)
ADDENDA (urgente) El periodismo a veces -profesional o free lance- y mas aún el periodismo de investigacion -que es lo que en esta entrada sobre un tema tan esacabroso y tan tabu, humildemente pretendo- no es más como digo, que un asunto de intuición, lo que me viene a la mente ahora devanándome los sesos lo confieso sobre tan espinosa cuestión. Laguna u olvido (que me diga) -evitando asi (Umbral dixit) el lenguaje de maricas (...)- y es en la le-gis-la-cion, la calamitad más calamitosa (calamitas calamitatis!) que le puede suceder a un pais y a una nacion. Como les sucedió a los belgas en un memorable trance de su historia reciente -del pasado siglo e inicios del corriente- y por un asunto tan espinoso e intrincado como el que aqui nos ocupa, del que ya traté en mi blog, fuente de leyenda y de inspiracion literaria como asi lo habrá sido, y era en el tema de los arrendamientos rústicos o contratos de aparcería lo que sólo se habrá subsanado casi un siglo mas tarde, con una obra (estándar en derecho belga) de investigacion profunda y exhaustiva -y de pluma más que autorizada (...)- sobre la cuestion (plasmada a seguir en un trascendental cambio legislativo) (*)
Un vacio legal (sobrecogedor) que planeaba sobre una situación catastrófica funesta y calamitosa en la Walonia triguera (en el Sur profundo de la geografia belga) -zona de Antoing- junto a la frontera francesa , y era de los antiguos aparceros desposeidos a regañadientes a la expiracion o rescisión de su contrato de aparcería, y viéndose de igual mala gana, -"maugré- sustituidos por recién llegados pobres flamencos inmigrantes ay dolor, después de haber trabajado aquellos (francofonos) la tierra -a veces de dominio público- de padres a hijos (y nietos y qué sé yo) Que sólo se ponían (aquellos, los anteriores aparceros) de buen/grado o de buena/gana (bon gré) a costa de un precio a pagarles -"le chapeau"-, ar-bi-tra-ria-men-te fijado (gran calamidad!)
Lo que daria -que no hace falta ser un lince- lo que a la larga dio: un grande y profundo (y recíproco) descontento social y rural, agravando la de por sí grave y crucial cuestion linguística (en la columna vertebral de la nación)-, y "pari passu", una mayor (y exorbitante) severidad en los encargados de mantener el orden (desbordados y puestos a la defensiva por una situacion fuera de control), y -como la guinda en el pastel- el florecimiento subterráneo a la par de una omertá mafiosa en los campos (con quema de cosechas -o echadas a perder-, tala o arrancamiento en masa de árboles, destruccion de aperos de labranza, agujas en las plantas, matanza de animales domésticos a modo todo ello de aviso y escarmiento y en ese plan) Como ya dije una gran calamidad.
Y qué es lo que esta ocurriendo en est asunto igual de espinoso, entre españoles ahora? Habas contadas, más de lo mismo, un olvido craso y clamoroso en la legislación (y diposiciones adyacentes). Y es en lo referente a los contratos que me diga a los montos (sic) -léase a sus límites, o ausencia de los mismos- de los contratos (o de las contratas como se decia antes, de servicios u obras publicas, o de suministros) de la Administración.
Y lanzo esta voz de alerta de forma a evitar celadas o situaciones tramposas, atrapa incautos, o pobres e indefensos autónomos, free-lance (pobre lumpen!) y que sé yo. Moraleja de la historia: a legislar tocan -regulando (nota bene) en detalle, punto por punto-, sufridos parlamentarios (y no menos buenos demócratas), que para eso les pagan y ganan (honradamente) su vida. Y es en los supuestos más intrincados y complejos, fuente o matriz de los asuntos más explosivos y polémicos (como el que nos ocupa)
Y alto de una vez a las criminalizaciones baratas o gratuitas -de individuos o de clases (social y políticamente) en declive e indefensas-, y a las lecciones de moral sabrosas a la (otra) media España -en materia financiera ( por definición siempre resbaladiza)-, con el horizonte siempre presente de riesgos de enfrentamiento ciudadano -de izquierdas y derechas- y de guerra civil, que me diga del reencenderse de la interminable guerra civil (ay dolor!)
Decia Umbral que no hay cosa más ética ni más justiciera (sic) que los borrachos. Y olvidaba -él, qué iba a decir?- a algunos -muchos, pocos?- de su propio gremio, periodistas apesebrados -y convenientemente y correctamente formateados. E ignorantes (por propia definición?) Alto a una ley (no escrita) de sospechosos -como a la Revolución Francesa-, y alto a la criminalización (y culpabilización) ! ISABEL AYUSO A LA PRESIDENCIA DE LA NACIÓN!!!
(*) La cuestión fuente (ancestral) mayor de discordia y de litigio, de la rescision del contrato de aparcería, merece 16 páginas en esa obra y otros tantos 16 artículos subdivididos en múltiples apartados. ("De pachtovereenkomst", de Henri D'Udekem D'Acoz, Bruselas, 2010, 4a edición)
No se merece igual o más atencion en el ordenamiento español en vigor, la cuestion -igualmente espinosa y melindrosa- de los montos y sus límites en contratos (con la Administración), de obras pûblicas y servicios, y de suministros? (...)
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