miércoles, agosto 29, 2007
PROFETA A SU PESAR FRANCISCO UMBRAL (idescanse en paz!)
(Movido de "el Café del foro", y ligeramente corregido y actualizado) (Martes, 28 de Agosto)
Me figuro que si hay alguien en estos foros a quien no le está "permitido" el guardar silencio sobre el fallecimiento (esta misma madrugada) de Francisco Umbral es precisamente a mi; del que tanto y tantas veces me pronucié (a mi manera, un poco imitándole a él) en estos y en otros foros, y desde hace ya años, es cierto. Tanto que alguno (aqui) me reprocho lo que asi a primera vista podria parecer obsesión patológica o rayando en ella...
Decir que yo no tenia de personal, o personalmente, nada en contra de Francisco Umbral -con el que nunca coincidi en ningun sitio en vida suya, es cierto- me parece honestamente hablando expediente un poco fácil en esta hora de su fallecimiento.... Francisco Umbral -por culpa suya o sin culpa alguna- hizo o digamos que fue la ocasion o el pretexto (indirecto e involuntario si se quiere) que yo rompiese con mi difunto padre unos ocho años antes de su fallecimiento (en Enero del 2001) Con el que nunca volvi a reconciliarme en vida, aqui lo confieso: testimonio y prueba documental al tiempo, lo que aqui ahora desvelo, que la obra escrita de Francisco Umbral ("in casu" una de sus novelas gerracivilistas de mayor impacto, aparecida por aquel entonces) ni pudo dejar indiferente, ni fue tampoco la obra de un escritor cualquiera o como otro (cualquiera), ni siquiera la de un escritor eximio o immortal (cualquiera)
Como dijo la escritora y profesora Ana Caballe en la unica biografia completa que hasta hoy se le haya dedicado, llegó un momento en que los escritos de Francisco Umbral se pusieron a vivir o a llevar una vida independiente en las mentes y en las conciencias (sic) de sus lectores. En mi caso concreto ello ocurrió poco a poco, o digamos que a rafagas o a trompicones, al ritmo y compás de la aparición de sus novelas guerra/civilistas, sobre la guerra civil espanola. La memoria (en llaga viva, irreconciliable) que guardaba y cultivaba Umbral de aquel acontecimiento, la de su infancia en definitiva con la que todo aquello parecia identificarse en cierto modo o se confundia, no podia dejar de herir (y no solo de rozar, de incordiar, o de indisponer) por propia/definicion, casi que se diria....
En los foros "Dazibao" del Mundo -periodico en el que él colaboraba a diario- se me levanto hace años, justo antes del cierre de aquellos, una tempestad de mil diablos (acusaciones de TERRORISTA en letraca asi de grande, a los dos minutos apenas -iy ni siquiera!- de haber mandado yo un mensaje, a cualquier hora o del dia o de la noche como si tuviesen montado un servicio de guardia o de centinela "ex profeso"...), y ello despues de llevar interviniendo más o menos tolerado desde hacia bastante tiempo en ellos...
Y ello justo a seguir a una serie de articulos o mensajes monográficos que me permití sobre él (que tal vez hoy no volveria a escribir del todo o no del todo de la misma forma...): como una aparicion, como si se hiciese de pronto realidad aquello de lo que Umbral se jactó siempre, a saber, de "su poder misterioso en el seno de la redaccion de un periodico" (y de sus servicios mas o menos accesorios, diria yo, "a fortiori") A los pocos dias del inicio de aquello, los foros del Dazibao cerraron en cualquier caso, se diria que por orden gubernativa...
DESCANSE EN PAZ. Tambien yo lo digo, sin el menor reparo, sin la menor reserva. Ya digo que no conocia (practicamente) de él, mas que lo que el escribía o lo que de él se escribia (o se decia) y asi por ejemplo descubro solo ahora en los videos que estan circulando de su necrologia -!sorpresa cuanta!- su voz o mejor dicho su vozarrón, de locutor radiofónico (lo que fe en su primera juventud) mas que de escritor o de filosofo.
Eso por lo refiere al caudal (vocalico) que por que es el tono, la verdad es que mi sorpresa habra sido (aún) más mayuscula, porque no es ni el tono ni el acento que de él me esperaba, de madrileño castizo o digamos de madrilo de nacimiento (inclusero) y a la vez de adopcion que es lo que era. Umbral -no se si se habrá dicho mucho o siquiera alguna vez- tenía un tono un acento de voz (muy) poco madrileña, tirando al norte mas bien yo diria, a frailuno, del norte (castellano/vasco/navarro), extrañamente parecida a la de esos profesores (y esos curas) regañones de nuestra infacia, contra los que tanto el habrá despotricado, en edad más bien tardía....
Un tono de voz doctoral, serio, "señorón", de profesor universitario -lo que no fue-, mas que de gacetillero mundando o cronista de la villa y corte, que es lo que (mayormente) era....Incluso en sus momentos señalados cuando más se mostraba como de verdad era, en aquello con Mercedes Milá, de "yo he venido a hablar de mi libro", sin ir mas lejos...Ya digo, grande sorpresa! Y sorpresa aún la de su manera de hablar (lo que concuerda un poco con todo lo anterior y a la vez digamos que lo confirma), de su lenguaje/hablado, "langage parlé" (de palabra o por escrito...), su otro dominio reservado -junto con la memoria infantil (la suya propia) de la guerra civil- en donde sentaria magisterio de preferencia...
El castellano de Umbral, como me hizo notar un buen amigo espanol residente en Belgica, es castellano, sí, por cierto (si no es castellano el de Umbral cual otro lo seria?)...Pero es un castellano digamos un poco suyo, de su tierra castellano/leonesa, o digamos mas bien astur/leonesa (ya casi, casi un poco gallega...) A lo que con el paso de los anos vendria a sumarse -como una segunda personalidad, literaria- un madrileñismo castizo (o "cheli", como el decia), que dominaba como pocos es cierto, y que a la vez le reportaria tan importantes dividendos como escritor y como periodista....
DESCANSE EN PAZ (ya digo) Su memoria de hombre, de ser humano, que con su obra en cambio tiene Umbral contraida "post mortem" una deuda con la posteridad, con el conjunto de la sociedad espanola.....¿Profeta/de/calamidades Francisco Umbral, todo lo falso, todo lo calamitoso, todo lo funesto y lo pernicioso que se quiera pero no menos profeta?...¿Y en un sentido religioso, teológico incluso y no solo literario (o poético o metafórico)? Es lo que habré al final acabado yo mismo concluyendo, no sin cierta melancolia o cierta tristeza: lo que hizo que acabase volcandome en el estudio (sic) de su su obra (inacabable) desde hace ya hace un rato (aqui en Belgica)...
Lo ultimo que le habré dedicado habra sido un traduccion al francés de los pasajes -"fragmentos"- que me parecen centrales de su novela "La leyenda del Cesar visionario" y lo que a ello me movió ("in extremis") fue tal vez el comprobar que un autor como él, el autor mas prolifico tal vez -como tan sobradamente lo habrá mostrado Ana Caballe- de las letras contemporaneas en lengua espanola no tiene hasta la fecha más que un titulo, y ademas ya antiguo ("Los helechos arborescentes", de 1982, de los menos concocidos y divulgados de todos los suyos) que haya sido traducido (« Chapelets d’amour ») en lengua francesa...
Para un afrancesado como él, que se auto/bautizaba (o apodaba) el mismo, "Francesillo", no deja la cosa la verdad de esconder su intringulis, por no decir un enigma grande y profundo ....Todo un desafío para traductólogos desde luego (y a mí que me registren ....) La traduccion al francés de la Leyenda del Cesar visionario (en fragmentos sólo....) me habra supuesto un gran esfuerzo y a la vez proporcionado momentos de solaz y de esparcimiento innegables, porque se trata es cierto, en palabras del propio autor -y sirva aqui tal vez de epitafio ideal suyo de entre todo lo que en estas líneas estoy virtiendo- de "la mejor novela (tal vez) que se haya escrito sobre la guerra civil espanola". De ahi la magnitud de la empresa (de traduccion) y de la gravedad del desafio, a saber de la critica inseparable (ltieraria par a comenzar) a la que invita y a la vez provoca.
Su retrato del Caudillo, como si lo llevase grabado en la pupila desde niño, -de Millan Astray, ídem que ídem-, no tiene ni parangon ni desperdicio. Y no puede quedar sin comentario tampoco ni, si se prefiere, sin glosa (ni sin respuesta) Porque el retrato del anterior Jefe de Estado ("merndándose"), firmado sentencias de muerte mientras rebañaba, con bizcochos (o "socunuscos") la taza del chocolate, "a las cinco en punto de la tarde", para bien o para mal, ahí esta, ahí queda, cierto, para la posterioridad (literaria)
Y no deja de ser a la vez -por esperpentico y por paradójico que parezca- prueba y testimonio inmarcesible de una justicia castrense -la que se practicó en zona nacional durante la guerra civil-...todo lo sumaria y expeditiva que se quiera...pero que iba siempre con-fir-ma-por-de-lan-te, lo que no les ocurrio a los infelices de Paracuellos...de los que Umbral no dijo nunca o casi nunca ni pio ("Aqui no hay violencia sino orden, no hay crueldad sino burocracia", loc. pagina 11)
Pero los trazos de genio más inconfundibles los derrocha Umbral a manos llenas en el relato con el que la Leyenda se encamina hacia su final sobre el ladrón roballinas que se hizo pasar por el Ausente y puso en estado de "levitacion" (casi) a la zona nacional, su retagardia sobre todo a través de pueblos y campos (hasta los más recónditos) de Castilla la Vieja. Literatura, narración y a la vez historia (y memoria) en llaga viva: en la mente de Umbral y tambien en la de muchos espanoles de hoy vivieran o no vivieran drectamente la guerra civil espaola....
Evangelio (español) o proto/evangelio, como unas epístolas de san/pablo como unos hechos/de/los/apostoles de lo que lo fue el autentico nacimiento de una nueva/religión (nacional/catolica), franquista y a la vez joseantoniana (joseantoniana amen de franquista), que fue la que se nos inculcó o (más exactamente) mamamos los españoles en décadas y décadas de posgerra. Ese relato sin igual en toda nuestra literatura de un acontecimiento, insólito, a fuer de esperpéntico, absolutamente "inexplicable" para los corresponsales de prensa extrajera, -del fusilamiento de un pobre delincuente –que se hacía pasar por el Ausente-, que "hizo visible y ejemplar la muerte (hasta entonces ignorada) de José Antonio en Alicante" y que decidio al Caudillo -es lo que dice Francisco Umbral por su cuenta y riesgo- "que habia que acabar esa guerra"...
¿Creencias y convicciones, al margen (por completo) de la historia y de la vida, como lo sostiene la teologia modernista (de antes y de despues del concilio)? De la lectura (apasionante) de esos párrafos finales de la Leyenda de Francisco Umbral se acaba concluyendo precisamente lo contrario.....Como si en ellos Umbral testimoniase, más fuerte que el, como por "una presión homérica" (como diría Ana Caballé), por no tener mas remedio que hacerlo, de algo (inexplicable incluso para los coetáneos), de algo que él vio y vivio con sus ojos y con su mente de niño. A pesar suyo, ya digo, como la mula de Balam (de la biblia), parecido a como los oráculos y pitonisas de la antiguedad clasica anunciaban (en las vulgatas de teologia y de doctrina catolicas) la llegada del mesías, el advenimiento del cristianismo....
En su comentario, aún en caliente, tras el fallecimiento de su biografiado, acaba de declarar agudamente Ana Caballé que en Francisco Umbral, al "creador" se habria acabado imponiendo el "escritor de periodicos", y de señalar en la obra y en la trayectoria umbralianas lo "contradictorio" de pretender al mismo tiempo escribir par la posteridad y de perseverar en el quehacer periodistico gacecillero y periodistico de cada dia; entre el novelista histórico (y guerracivilista), por un lado, y por el otro, el cronista (de la Villa)...
Profeta a pesar suyo, visionario del pasado, Francisco Umbral, de nuestra guerra de liberación, a pesar de su renombre, de su carrera, a pesar de su reputacion de periodista de escritor y de novelista : es lo que a mí personalmente me habrá acabado interesando (y hoy ya, lo confieso, digamos que me apasiona) del legado de Francisco Umbral y sin duda lo que de él perdura. Y sin duda lo que me acabara reconciliando con el...."post mortem" tan solo es cierto...
Que hubiera tenido algo de injusto el que me hubiera podido acabar reconciliando con el aún en vida sin haber podido hacerlo en cambio con mi (llorado y recordado) difunto padre con el que rompi, en parte al menos, por culpa suya: por culpa digamos de la irrupcion (súbita, brutal en cierto modo) de la memoria (de los vecidos) de la guerra civil que las novelas de Umbral anunciaron y a la vez propiciaron. En aquellos años de amnesia (colectiva), sobre todo entre los vencedores y entre los hijos de los vencedores.....
Signo importante (¿funesto? ¿feliz?) el de la estrella (literaria) Francisco/Umbral en mi vida todos estos años, con todo, cierto: la de un madrileño de adopcion tardía (después de haberlo sido de nacimiento), que empezó a conocer el triunfo y la ascensión irresistible en la capital de España los años "grosso modo" que habrán sido los que yo habré vivido fuera; no más "castellano" yo que que él tal vez, "concedo", pero desde luego no menos madrileño: dicho sea, a modo de glosa, de mi problema personal -e intransferible- con Francisco Umbral (¡DEP !) a la hora de su fallecimiento.
Saludos (desde Belgica)
Me figuro que si hay alguien en estos foros a quien no le está "permitido" el guardar silencio sobre el fallecimiento (esta misma madrugada) de Francisco Umbral es precisamente a mi; del que tanto y tantas veces me pronucié (a mi manera, un poco imitándole a él) en estos y en otros foros, y desde hace ya años, es cierto. Tanto que alguno (aqui) me reprocho lo que asi a primera vista podria parecer obsesión patológica o rayando en ella...
Decir que yo no tenia de personal, o personalmente, nada en contra de Francisco Umbral -con el que nunca coincidi en ningun sitio en vida suya, es cierto- me parece honestamente hablando expediente un poco fácil en esta hora de su fallecimiento.... Francisco Umbral -por culpa suya o sin culpa alguna- hizo o digamos que fue la ocasion o el pretexto (indirecto e involuntario si se quiere) que yo rompiese con mi difunto padre unos ocho años antes de su fallecimiento (en Enero del 2001) Con el que nunca volvi a reconciliarme en vida, aqui lo confieso: testimonio y prueba documental al tiempo, lo que aqui ahora desvelo, que la obra escrita de Francisco Umbral ("in casu" una de sus novelas gerracivilistas de mayor impacto, aparecida por aquel entonces) ni pudo dejar indiferente, ni fue tampoco la obra de un escritor cualquiera o como otro (cualquiera), ni siquiera la de un escritor eximio o immortal (cualquiera)
Como dijo la escritora y profesora Ana Caballe en la unica biografia completa que hasta hoy se le haya dedicado, llegó un momento en que los escritos de Francisco Umbral se pusieron a vivir o a llevar una vida independiente en las mentes y en las conciencias (sic) de sus lectores. En mi caso concreto ello ocurrió poco a poco, o digamos que a rafagas o a trompicones, al ritmo y compás de la aparición de sus novelas guerra/civilistas, sobre la guerra civil espanola. La memoria (en llaga viva, irreconciliable) que guardaba y cultivaba Umbral de aquel acontecimiento, la de su infancia en definitiva con la que todo aquello parecia identificarse en cierto modo o se confundia, no podia dejar de herir (y no solo de rozar, de incordiar, o de indisponer) por propia/definicion, casi que se diria....
En los foros "Dazibao" del Mundo -periodico en el que él colaboraba a diario- se me levanto hace años, justo antes del cierre de aquellos, una tempestad de mil diablos (acusaciones de TERRORISTA en letraca asi de grande, a los dos minutos apenas -iy ni siquiera!- de haber mandado yo un mensaje, a cualquier hora o del dia o de la noche como si tuviesen montado un servicio de guardia o de centinela "ex profeso"...), y ello despues de llevar interviniendo más o menos tolerado desde hacia bastante tiempo en ellos...
Y ello justo a seguir a una serie de articulos o mensajes monográficos que me permití sobre él (que tal vez hoy no volveria a escribir del todo o no del todo de la misma forma...): como una aparicion, como si se hiciese de pronto realidad aquello de lo que Umbral se jactó siempre, a saber, de "su poder misterioso en el seno de la redaccion de un periodico" (y de sus servicios mas o menos accesorios, diria yo, "a fortiori") A los pocos dias del inicio de aquello, los foros del Dazibao cerraron en cualquier caso, se diria que por orden gubernativa...
DESCANSE EN PAZ. Tambien yo lo digo, sin el menor reparo, sin la menor reserva. Ya digo que no conocia (practicamente) de él, mas que lo que el escribía o lo que de él se escribia (o se decia) y asi por ejemplo descubro solo ahora en los videos que estan circulando de su necrologia -!sorpresa cuanta!- su voz o mejor dicho su vozarrón, de locutor radiofónico (lo que fe en su primera juventud) mas que de escritor o de filosofo.
Eso por lo refiere al caudal (vocalico) que por que es el tono, la verdad es que mi sorpresa habra sido (aún) más mayuscula, porque no es ni el tono ni el acento que de él me esperaba, de madrileño castizo o digamos de madrilo de nacimiento (inclusero) y a la vez de adopcion que es lo que era. Umbral -no se si se habrá dicho mucho o siquiera alguna vez- tenía un tono un acento de voz (muy) poco madrileña, tirando al norte mas bien yo diria, a frailuno, del norte (castellano/vasco/navarro), extrañamente parecida a la de esos profesores (y esos curas) regañones de nuestra infacia, contra los que tanto el habrá despotricado, en edad más bien tardía....
Un tono de voz doctoral, serio, "señorón", de profesor universitario -lo que no fue-, mas que de gacetillero mundando o cronista de la villa y corte, que es lo que (mayormente) era....Incluso en sus momentos señalados cuando más se mostraba como de verdad era, en aquello con Mercedes Milá, de "yo he venido a hablar de mi libro", sin ir mas lejos...Ya digo, grande sorpresa! Y sorpresa aún la de su manera de hablar (lo que concuerda un poco con todo lo anterior y a la vez digamos que lo confirma), de su lenguaje/hablado, "langage parlé" (de palabra o por escrito...), su otro dominio reservado -junto con la memoria infantil (la suya propia) de la guerra civil- en donde sentaria magisterio de preferencia...
El castellano de Umbral, como me hizo notar un buen amigo espanol residente en Belgica, es castellano, sí, por cierto (si no es castellano el de Umbral cual otro lo seria?)...Pero es un castellano digamos un poco suyo, de su tierra castellano/leonesa, o digamos mas bien astur/leonesa (ya casi, casi un poco gallega...) A lo que con el paso de los anos vendria a sumarse -como una segunda personalidad, literaria- un madrileñismo castizo (o "cheli", como el decia), que dominaba como pocos es cierto, y que a la vez le reportaria tan importantes dividendos como escritor y como periodista....
DESCANSE EN PAZ (ya digo) Su memoria de hombre, de ser humano, que con su obra en cambio tiene Umbral contraida "post mortem" una deuda con la posteridad, con el conjunto de la sociedad espanola.....¿Profeta/de/calamidades Francisco Umbral, todo lo falso, todo lo calamitoso, todo lo funesto y lo pernicioso que se quiera pero no menos profeta?...¿Y en un sentido religioso, teológico incluso y no solo literario (o poético o metafórico)? Es lo que habré al final acabado yo mismo concluyendo, no sin cierta melancolia o cierta tristeza: lo que hizo que acabase volcandome en el estudio (sic) de su su obra (inacabable) desde hace ya hace un rato (aqui en Belgica)...
Lo ultimo que le habré dedicado habra sido un traduccion al francés de los pasajes -"fragmentos"- que me parecen centrales de su novela "La leyenda del Cesar visionario" y lo que a ello me movió ("in extremis") fue tal vez el comprobar que un autor como él, el autor mas prolifico tal vez -como tan sobradamente lo habrá mostrado Ana Caballe- de las letras contemporaneas en lengua espanola no tiene hasta la fecha más que un titulo, y ademas ya antiguo ("Los helechos arborescentes", de 1982, de los menos concocidos y divulgados de todos los suyos) que haya sido traducido (« Chapelets d’amour ») en lengua francesa...
Para un afrancesado como él, que se auto/bautizaba (o apodaba) el mismo, "Francesillo", no deja la cosa la verdad de esconder su intringulis, por no decir un enigma grande y profundo ....Todo un desafío para traductólogos desde luego (y a mí que me registren ....) La traduccion al francés de la Leyenda del Cesar visionario (en fragmentos sólo....) me habra supuesto un gran esfuerzo y a la vez proporcionado momentos de solaz y de esparcimiento innegables, porque se trata es cierto, en palabras del propio autor -y sirva aqui tal vez de epitafio ideal suyo de entre todo lo que en estas líneas estoy virtiendo- de "la mejor novela (tal vez) que se haya escrito sobre la guerra civil espanola". De ahi la magnitud de la empresa (de traduccion) y de la gravedad del desafio, a saber de la critica inseparable (ltieraria par a comenzar) a la que invita y a la vez provoca.
Su retrato del Caudillo, como si lo llevase grabado en la pupila desde niño, -de Millan Astray, ídem que ídem-, no tiene ni parangon ni desperdicio. Y no puede quedar sin comentario tampoco ni, si se prefiere, sin glosa (ni sin respuesta) Porque el retrato del anterior Jefe de Estado ("merndándose"), firmado sentencias de muerte mientras rebañaba, con bizcochos (o "socunuscos") la taza del chocolate, "a las cinco en punto de la tarde", para bien o para mal, ahí esta, ahí queda, cierto, para la posterioridad (literaria)
Y no deja de ser a la vez -por esperpentico y por paradójico que parezca- prueba y testimonio inmarcesible de una justicia castrense -la que se practicó en zona nacional durante la guerra civil-...todo lo sumaria y expeditiva que se quiera...pero que iba siempre con-fir-ma-por-de-lan-te, lo que no les ocurrio a los infelices de Paracuellos...de los que Umbral no dijo nunca o casi nunca ni pio ("Aqui no hay violencia sino orden, no hay crueldad sino burocracia", loc. pagina 11)
Pero los trazos de genio más inconfundibles los derrocha Umbral a manos llenas en el relato con el que la Leyenda se encamina hacia su final sobre el ladrón roballinas que se hizo pasar por el Ausente y puso en estado de "levitacion" (casi) a la zona nacional, su retagardia sobre todo a través de pueblos y campos (hasta los más recónditos) de Castilla la Vieja. Literatura, narración y a la vez historia (y memoria) en llaga viva: en la mente de Umbral y tambien en la de muchos espanoles de hoy vivieran o no vivieran drectamente la guerra civil espaola....
Evangelio (español) o proto/evangelio, como unas epístolas de san/pablo como unos hechos/de/los/apostoles de lo que lo fue el autentico nacimiento de una nueva/religión (nacional/catolica), franquista y a la vez joseantoniana (joseantoniana amen de franquista), que fue la que se nos inculcó o (más exactamente) mamamos los españoles en décadas y décadas de posgerra. Ese relato sin igual en toda nuestra literatura de un acontecimiento, insólito, a fuer de esperpéntico, absolutamente "inexplicable" para los corresponsales de prensa extrajera, -del fusilamiento de un pobre delincuente –que se hacía pasar por el Ausente-, que "hizo visible y ejemplar la muerte (hasta entonces ignorada) de José Antonio en Alicante" y que decidio al Caudillo -es lo que dice Francisco Umbral por su cuenta y riesgo- "que habia que acabar esa guerra"...
¿Creencias y convicciones, al margen (por completo) de la historia y de la vida, como lo sostiene la teologia modernista (de antes y de despues del concilio)? De la lectura (apasionante) de esos párrafos finales de la Leyenda de Francisco Umbral se acaba concluyendo precisamente lo contrario.....Como si en ellos Umbral testimoniase, más fuerte que el, como por "una presión homérica" (como diría Ana Caballé), por no tener mas remedio que hacerlo, de algo (inexplicable incluso para los coetáneos), de algo que él vio y vivio con sus ojos y con su mente de niño. A pesar suyo, ya digo, como la mula de Balam (de la biblia), parecido a como los oráculos y pitonisas de la antiguedad clasica anunciaban (en las vulgatas de teologia y de doctrina catolicas) la llegada del mesías, el advenimiento del cristianismo....
En su comentario, aún en caliente, tras el fallecimiento de su biografiado, acaba de declarar agudamente Ana Caballé que en Francisco Umbral, al "creador" se habria acabado imponiendo el "escritor de periodicos", y de señalar en la obra y en la trayectoria umbralianas lo "contradictorio" de pretender al mismo tiempo escribir par la posteridad y de perseverar en el quehacer periodistico gacecillero y periodistico de cada dia; entre el novelista histórico (y guerracivilista), por un lado, y por el otro, el cronista (de la Villa)...
Profeta a pesar suyo, visionario del pasado, Francisco Umbral, de nuestra guerra de liberación, a pesar de su renombre, de su carrera, a pesar de su reputacion de periodista de escritor y de novelista : es lo que a mí personalmente me habrá acabado interesando (y hoy ya, lo confieso, digamos que me apasiona) del legado de Francisco Umbral y sin duda lo que de él perdura. Y sin duda lo que me acabara reconciliando con el...."post mortem" tan solo es cierto...
Que hubiera tenido algo de injusto el que me hubiera podido acabar reconciliando con el aún en vida sin haber podido hacerlo en cambio con mi (llorado y recordado) difunto padre con el que rompi, en parte al menos, por culpa suya: por culpa digamos de la irrupcion (súbita, brutal en cierto modo) de la memoria (de los vecidos) de la guerra civil que las novelas de Umbral anunciaron y a la vez propiciaron. En aquellos años de amnesia (colectiva), sobre todo entre los vencedores y entre los hijos de los vencedores.....
Signo importante (¿funesto? ¿feliz?) el de la estrella (literaria) Francisco/Umbral en mi vida todos estos años, con todo, cierto: la de un madrileño de adopcion tardía (después de haberlo sido de nacimiento), que empezó a conocer el triunfo y la ascensión irresistible en la capital de España los años "grosso modo" que habrán sido los que yo habré vivido fuera; no más "castellano" yo que que él tal vez, "concedo", pero desde luego no menos madrileño: dicho sea, a modo de glosa, de mi problema personal -e intransferible- con Francisco Umbral (¡DEP !) a la hora de su fallecimiento.
Saludos (desde Belgica)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario