Escribió UMBRAL poco o nada sobre CERVANTES. De lo que de él sí recuerdo -si la memoria no me falla- es que lo incluía (inmisericorde) en esa relación -en negro, como un corredor de la muerte (literaria), con GALDÓS y PÌO BAROJA (entre otros) - de los autores sin estilo, frente a VALLE INCLAN, o a una figura (añado yo) tan emblemáticamente opuesta a la suya como LOPE DE VEGA. Y se me ocurre preguntarme si no llevaba razón: que al contrario que con otros autores de nuestra lengua y literatura, nunca conseguí retener del autor del Quijote una frase -en oración completa- que me impresionase por su belleza. Como sea, el Caballero de la Triste Figura no deja de ser un personaje ridículo (sic) como él lo retrató desde el principio al fin de la novela. Ridiculizando a los españoles todos, a través de aquél y con ellos, los Libros de Caballería. Y a través de ellos, la Reconquista o sea. Lo que sin duda nos da una pista en el escándalo que se ha montado por su cuenta ahora (...)
"El Cautivo" de Alejandro AMENABAR, la película sobre CERVANTES -del Festival de Toronto- por donde llega ahora el escándalo en España entera. ¿Qué problema? se pregunta el director del film. Pues, si, ¡menudo problema!, el problema que nos plantea (hoy y siempre) a algunos como yo el Quijote de CERVANTES y la parodia (sic) que en él -en el relato y en su principal personaje, el Ingenioso Hidalgo- se encierra en cuerpo y alma de los Libros de Caballería, como me lo apuntó censor y ante mi sorpresa un compañero -confrère, francés- del Seminario de Ecône, lo que no habrá dejado desde entonces de darme vueltas en la cabeza. El Quijote como problema. Nuestra mayor gloria literaria aupada hasta las cumbres de la Literatura universal, a la que no conseguí nunca hincar el diente, ni que de ello me entraran ganas, después de haberla leído, paso paso, día a día, en clase de lectura, de párvulo, ¡qué tostón!, siempre a la fuerza. Y no menos gravada al agua fuerte (eso es verdad) en lo mas hondo de la Memoria. ¿Eran acaso tan ridículos e insignificantes -como nos quiso hacer ver CERVANTES- aquellos Libros de Caballería que nos marcaron igualmente tan hondo, como lo hicieron entre franceses los Cantares de Gesta? Como una crónica de primera mano éstos, de las Cruzadas, y como un eco aquellos, más o menos lejano o remoto, pero siempre fiel, de la Reconquista (española) Caminando por España yo te invito a la alegría en mi canción, a sembrar en tu camino la semilla del esfuerzo y del honor. Camarada, camarada, AMADÍS ES FLOR DE ESTILO EN MI CANCIÓN, AMADÍS marca mi vida de prestancia y de rigor. En la empresa que yo sigo hay un puesto siempre libre para ti/mi misión se llama España. ¡SOY SOLDADO DE AMADÍS!"
De mi memoria (de pé a pá) del himno del cancionero de Frente de Juventudes, que me enseñó en el colegio de curas donde estudiaba -en Preuniversitario- un compañero de clase, miembro de la OJE, que más tarde al entrar en la Universidad, me captó también para el FES, dejándome no obstante en la estacada al dar yo aquel (crucial) paso, que él cedió ante la presión del rojerío ambiente entonces (siempre la misma canción) Y lo que da idea del universo mental y de la atmosfera espiritual de España entonces a punto ya de consumarse la mutación cultural (sic), justo después, y en testimonio indeleble de todo un mundo que se fue, o mas exactamente que se hundió, algo de lo que yo (quinceañero) me daba cabalmente cuenta: que no era aquello -aquellos himnos, aquel uniforme y aquellas botas o zapatones (tan obsoletos) y que se me impusieron un poco a desgana, nuevos para mí-, a donde se dirigían el país, la ciudad y el barrio en el que yo vivía, ni aquello era, lo que en torno a mí -fuera de aquel colegio (mediados los sesenta)- se vivía y se respiraba, mientras canturreaba inquieto pero resuelto (eso, sí, ¿por qué?) el (bello) himno -un poco triste y nostálgico- a la Alegría de aquella pegadiza canción (falangista), de homenaje a uno de los más emblemáticos -el AMADIS DE GAULA- de entre los libros de caballería. Y así las cosas, en ese estado de la cuestión -como dicen (pedantemente, en francés) filólogos y lingüistas, o al menos doctorandos en filología- viene este (engorroso) film a complicar todavía un poco más las cosas: el film y las declaraciones a guisa de desafío de su director, y a modo de confesión -¡armarios fuera!- del inconfesable tabú (inconfesable hasta ahora) AMENABAR homosexual. ¿Lo fue CERVANTES también? La pregunta del millón.
No he visto el film, pero hay intuiciones y evidencias que superan y soportan montañas de pruebas. Y lo que se ha vivido -soportado quiero decir- vale mil veces más que todos "los lugares (juntos) de memoria" (como dicen, otra vez, los lingüistas) . Memoria visual, autobiográfica, "umbraliana" frente a una memoria (democrática o no) de prestado o de combate. O sea. Y así dejo replanteadas de nuevo las cosas: y fue de mi experiencia (intransferible) de cohabitación semi-forzosa en Bruselas, justo antes de volverme aquí, con el colectivo (inmigrante) musulmán allí (turcos y marroquíes) en medio cerrado, como fue lo el centro aquel de acogida (*), que me admitió al cabo de noches y noches en la calle de SDF (sin techo) como me vi allí al final de mi estancia y tal como ya lo tengo contado aquí: Dice el film -lo que de él he leído en la Red quiero decir- que la sexualidad se vivía más fuerte allí (sic) -en ARGEL- que en la España de entonces. Un eufemismo apenas, si se quiere extrapolar eso al medio aquel en el que yo tuve que cohabitar allí. Como una red metálica de espesos tabúes -de homosexualidad, el primero y principal de todos ellos- oprimiéndome a cada rato el pecho y estrujándome la cabeza y el cerebro.
En el comedor, en los pasillos de los dormitorios, hasta en los dormitorios cercanos o en el de ahí justo al lado y (por supuesto) en los aseos y en sus cabinas a puerta cerrada (y sin secretos). Y todo ese ambiente (cerrado) de alto voltaje, al cabo de un largo rato de hervor o de cocción estuvo a punto de estallar en torno a mí, y no lo hizo por los pelos. Y fue que uno de aquellos marroquíes que chapurreaba español (¡ojo!) de su estancia -breve o larga, no sé- de este lado del Estrecho, empezó entre burlas y chanzas (morunas) -procaces e insultantes muy a su estilo, de inconfundible connotación sexual (en su letra, y en sus modos y maneras inconfundibles) y jaleado a su alrededor, a tomarla claramente conmigo. Con el (escandaloso) visto bueno y tolerancia y pasividad de los responsables del centro aquél, incluído el director (sic) que como por casualidad -manes de la invasión silenciosa allí (...)- era uno de ellos. Y ante aquello, que viví y sentí como una (seria) amenaza -y un afrenta ultrajante- a mi honor y a mi integridad física, tan interminable como insoportable, acabé por estallar a voz en grito, el tabú aquel roto en (mil) añicos -ante el silencio y la estupefacción general allí- y saltando por los aires. Y el moro MUZA aquel, cerrando el piso como es debido. Ese fue el tremendo trance del que salí indemne e in-tac-to. Por detrás como por delante. ¿Estamos? ¿Igual que con CERVANTES? ¿Tan intacto él como yo -en Bélgica invadida- de a su paso por el bajel turco pirata en las costas de Argel?
No lo sé, que ante tanta certeza, IN DUBIO LIBERTAS y la duda se admite. ¿Una duda que viene (o equivale) a echarle abajo del pedestal de los Intocables? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra y no seré yo quien se la tire. Y salgo así airoso del paso. Y libre: y es de esa caricatura -ridícula y qui-jo-tes-ca, que arrastramos los Españoles. De puertas afuera -pero sobre todo (doy fe)- por cima de los Pirineos
El más emblemático y más recordado tal vez entre españoles de los libros de Caballería que marcaron hondo nuestra Memoria heroica y nuestra conciencia colectiva. Lo que Cervantes echó a los puercos, junto con nuestra memoria de la Reconquista, tras su cautiverio en tierra de infieles del que no consta que saliera indemne e in-tac-to. Como no consta tampoco en el libro -conteniendo su biografía- por el que viene el escándalo ahora
2 comentarios:
Si Pedro y "¿Begoño?" han ido a verla al cine Callao....¿motivo mas que suficiente para que jamás vaya a verla ni en cine ni en tv? Saludos.
Sí, no es nada trivial, no, que vayan a ver precisamente esa, y precisamente ahora. El...y "Begoño" (...) Qué ingenuidad que no me diese cuenta hasta ahora ¡ con esa carita de ángel ! (o de mosquita muerta): ¡tendrán razón algunos belgas!
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