viernes, septiembre 12, 2025
CHARLIE KIRK O EL ARMA DEL INSULTO ANTI-NAZI Y ANTI-FASCISTA
Charlie KIRK, momentos antes de ser asesinado por motivos ideológicos. "Hola fascista, a ver si pillas esto", le espetó su asesino, TYLER ROBINSON, antes de dispararle (en el cuello) Lo que justifica y refuerza las acusaciones de Donald TRUMP, ante el insulto antinazi (sic) como arma política utilizada in crescendo en la politica norteamericana. Como un aviso a los navegantes -de la Moncloa- en la polarización -y crispación- en curso en la política española.
CHARLIE KIRK (en la foto), del movimiento MAGA, principal apoyo de TRUMP en el sector universitario, muerto ayer de un tiro al cuello, por otro joven, TYLER ROBINSON del que se acaba por mostrarnos el rostro en los medios, e informarnos de sus señas personales a la hora de ponerme a darle a la tecla, ante la noticia de un acontecimiento tan crucial y decisivo: un antes y un después -"tournant" en francés- en la política en los States y a nivel mundial quizás también. Un "Turning Point" tal como hubiera dicho él, del nombre del movimiento que él mismo fundó. Nunca es tarde si la dicha es buena, y se me ocurre ese dicho tan sabio y tan castizo descubriendo ahora el rostro al cabo de cincuenta años de un fenómeno o un enmarañamiento de ellos -junto con el adoctrinamiento (sic) en las universidades, tema mayor en las denuncias de Charlie KIRK-, y algo que viví entonces como en propia carne, que tanto marcó mi destino y tanto me crucificó.
El rostro obsesionante a fuer de trivial y anodino de la Guerra y todo lo que detrás de ella se esconde, como una sombra de la Muerte, de la Nada obsesionante, y del Vacío absurdo y sobrecogedor, como una película de miedo o como una novela (muy) "negra". De terror. Todo lo que yo leo en esa foto circulando las ultimas horas en primera plana de los medios. Exagero Exagero un poco al menos? Mucho me temo que no. El rostro de la Guerra Asimétrica a fuer de deforme, e Híbrida a fuer de monstruosa y cuanto mas invisible tanto más terrorífica y tanto peor. Como la interminable guerra civil española, guerra de los Noventa Años como la llamo yo. Que me quitó la sonrisa muy joven y las ganas de vivir, sin darme de ello cuenta entonces, pero ahora en visión retrospectiva lo veo exactamente así. Claro como la luz. Y por eso vino todo lo que vino después. Mi extrañamiento de la tierra de los míos en los que no acababa de reconocerme -y era simplemente porque no podía-, en el punto de partida de mi larga expatriación, buscando nuevos cielos y nuevas tierras (con veintipocos años) que eso fue para mi mi marcha -en solitario- al seminario (tradicionalista) de Ecône. "Tú, Juan, me dijo un ex-amigo -que me había tratado mucho-te fuiste de Económicas -que alternaba con los estudios de Derecho- porque te quedaste más solo que la una": gaje -finales de los sesenta, principios de los setenta- de la interminable guerra civil. ¿Y por qué seguir tapándome los ojos de lo que sucedió precisamente así?
Que yo era un chico abierto, despreocupado y jovial, siempre "diciendo chorradas" -como lo echaron de menos después- los que bien me conocían, antes de que me entrase la fiebre de la política, a saber, una experiencia de la guerra sin darme de ello cuenta. En la que todos los que me rodeaban se fueron poco a poco sigilosamente apartando de mí, como un leproso o un apestado, en un anticipo -en francés "avant-gout"- de la larga travesía del desierto que fue mi vida a partir de entonces. Hasta hoy. De esa soledad tan ruidosa (sic) como la que cantó en uno de sus poemas autobiográficos Francisco UMBRAL. Que llevé a rastras, vergonzante hasta hoy, sin darme del todo cuenta, y que por fin me decidí a destapar -a modo de confesiones- en este blog. Hay además otro extremo en el pliego de acusaciones de Charlie KIRK que se está divulgando y difundiendo ahora que me merece (especial) atención. Y es lo que en las noticias biográficas por cuenta de Charlie KIRK circulando las horas que corren en la Red se llama el sesgo (sic) en los medios. A saber, en los ondeos y encuestas de opinión de la que habrán sido vehículo privilegiado de difusión los medios de la Prensa mainstream. Y con ello ese subproducto de aquellos, que en lenguaje polémico se conviene hoy en llamar desinformación.
Algo que experimenté como en carne viva desde muy joven, en una adolescencia (e infancia tardía) de lector voraz y precoz de toda clase de revistas y periódicos. Como el tormento (chino) de la gota de agua: así exactamente es como lo viví yo. Como una evidencia palpable como una (dura) realidad de cada día: A saber, que los medios MENTÍAN. Por lo que fuera. Hasta el punto que eso fue el factor determinante de mi rechazo (sic) de la democracia como sistema, idea y forma de vida, distanciándome y (patéticamente) singularizándome así de un clara mayoría de la opinión publica y de la sociedad españolas en la mutación cultural (sic) que aquí ya repetidamente denuncié, cuando la mayoría de mis compatriotas y la (cuasi) totalidad de mi generación abrazó (ciegamente) aquella, como camino a seguir y forma de vida y horizonte de futuro, lo que me hizo (insisto) sentirme un extranjero en mi propio país.
Y me obligó a emprender un largo camino de revisión de ese ideal que yo tal como lo veía, ponía resueltamente en cuestión. Y fue sobre todo, me acuerdo ahora -al hilo de este trabajo de memoria y recordación-, con ayuda de unas lecturas (febriles) que fueron las mías (estando preso) del que empecé a oír hablar entonces con el auge en la era de REAGAN del resurgir en la política de los States, del protestantismo fundamentalista americano, y de la Moral Majority. Y fue sobre todo el librito denso y escueto, The Christian Manifesto, del pastor USA, Francis SCHAEFFER, del que retuve una distinción crucial en su pensamiento, donde dividía la democracia como sistema y fenómeno histórico en dos tipos: Caín y Abel.
La Democracia de la Independencia americana frente a la de la Revolución Francesa o sea. Democracia a lo Abel, a lo anglosajón, indirecta y censataria, de pesos y contrapesos -checks and balances- y de Constitución (y de sus enmiendas) Frente a una Democracia a lo Caín, directa, de Asamblea Nacional, insurreccional, tumultuosa y revolucionaria. Como una hendidura fatal -esa distinción- en el núcleo o meollo de la idea y de la ideología democráticas, de natura a acabar poniéndola en entredicho de primer paso obligado hasta acabar desechándola y arrumbándola al cuarto de los trastos viejo, inútiles y obsoletos, que fue lo que en mí ocurrió. Y esa fue la deuda que me dejaron ese pensador -pastor y misionero- y el movimiento que él fundó. Esa y la hospitalidad sincera y sin reservas que me ofrecieron en el albergue aquel -l'Abri- su centro de acogida -y misionero, para jóvenes- en la ciudad suiza de Lausanne donde fui a parar en los meses sin rumbo que transité por cima de los Pirineos, sin rumbo y sin horizonte de futuro tras salir de Portugal al cabo de los tres años y medio preso allí.
"L'Abri", albergue en Lausanne, de la obra de Francis SCHAEFFER -autor de "Christian Manifesto", pastor protestante fundamentalista y misionero evangélico en Suiza en la inmediata posguerra. Fue un destacada figura de "La Moral Majority". Pasé por el Abri donde fui generosamente acogido durante varios días, mi transitar por cima de los Pirineos, tras mi salida de Portugal, donde estuve tres años y medio pres
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