martes, junio 21, 2022

ANDALUCÍA!!!

 
 
Triste ( e intelectualmente valioso a la vez) botón de muestra de como los belgas -en particular los belga flamencos- nos ven o se empecinan en querernos ver. Y divulgacion insólita -con la que me crucé y lidié (en publico) mis primeros años de estancia aquí-, de la pluma de una ilustre profesora, y es de las tesis más radicales y extremistas de Blas Infante, en donde veía, en los andaluces, los descendientes -por la via de la filliación étnico/biológica- de los moriscos -léase "flamencos" (en arabe fellah-mengú, campesinos desposeídos) "Pesadilla cruel, (Claudio Sánchez Albornoz díxit) el sueño de una España -léase de una Andalucía- sin Reconquista! Glosa inmejorable del sueño andalucista (andalusí)

Andalucía! Tan sentido y casi tan trágico como el grito musical aquél que Joan Baez le dedicó a la Argentina. Tragicomedia más bien, digamos. De lo que se habrá estado incubando durante cuarenta años (qué fuerte!) y que acaba en fiesta electoral como podia haber acabado en tragedia a saber en el reencender de la guerra civil más sangrienta y desgarradora y fratricida como allí lo fue (en el 36)- que en otras tierras o regiones españolas. Me duele Andalucia, y respetádme como dijo Umbral de Rafael Alberti. A la medida de como me duele a España pero digamos -como también me duele Madrid ni menos ni más que a Isabel Ayuso- un poco más, un plus comparado a lo que me duelen -llenas o "vaciadas"- el resto de las tierras espanolas. Me duele Andalucia y en particular me duele Jaén como aquí en este blog ya lo declamé, la patria chica de mi ascendencia paterna. Linares-Baeza-Alcázar de San Juan, aves que vuelan, talgos que se van! como se fueron aquellos veraneos inolvidables, del tiempo aquel que se fue y que no vuelve (ay dolor!) de mi tierna infancia y adolescencia agreste y señera, en la España aquella ( y no entro aqui ex profeso en polémicas)  

Y los versos del poeta que no era andaluz sino "como de Madrid", más castizo que los castizos, acierta por esa especie de infalibilidad que le da la via poética, a retratar o a dejar plasmada esa impresión imborrable que en mí dejaron -como en un cruce del rio del Tiempo- aquellos viajes veraniegos y ajetreados de Madrid donde vivi y crecí, a aquella tierra incógnita como Andalucia lo era y lo sigue siendo un poco para mí, que el franquear aquella parada/estacion -del tren o de la Pava (en autobús)- era como un viaje a la Luna por lo inédito e imprevisible sin dejar los pies bien plantados en la tierra. léase sin perder conciencia sincera (en mí) de mis raices y de mis orígenes,  por muy infantil que ella fuera. 

Y así, con esa cruce tan intimo e inefable de madrileño y andaluz creci y al mismo tiempo (y no poco) me divertí. Y baste todo eso de preámbulo o iniciación de la glosa que me merece el vuelco histórico electoral que se produjo ayer en Andalucía, de punto final a más de cuarenta años (cuarenta) -que se dice pronto- de hegemonía socialista. Y por qué,  por qué motivo o secreto escondido o razón le habrán perdido el miedo a la derecha -o a la derechona, dixit Francisco Umbral- los andaluces? Pues se me antoja -rubricando por mi cuenta los análisis (contados) que van surcando la Red, que causas no hay más que una, que se puede denominar pasión catalana (sic) Pasión catalana y española sí, la de los andaluces. 

Que en el magma de impresiones imborrables, infantiles y juveniles que aquellos veraneos dejaron en mí, una de las más tenaces e indelebles y de recuerdo más peremne lo era aquella pasión fubolística sobre todo, sí, pero que no se limitaba al fútbol al contrario de lo  que algunos falsamente ingenuos pretendían y que yo nunca me creí, y que aquellos ponian flagrantemente de manifiesto por la pasión -en todos o casi todos ellos- por el Barca, y por ese mote de Madriles que me colgaban y llevábamos -yo y mi hermano- pegado allí como quien dice, amable y cordial pero sin poder nunca obviar el deje de distanciamiento (no solo geográfico) y de desafio (vulgar) que aquello dejaba traslucir. Frente a ellos y a sus grandes amigos. Frente a Andalucia y frente a Cataluña. Y que no me quitó nunca el sueño (faltaría) 

Y salgo así al paso de los análisis -certeros- a los que aludo y en particular del que ve en el batacazo (histórico) que se habrá pegado la izquierda alli, una purga o castigo de la política -de compromiso- que habra mantenido contra viento y marea Pedro Sánchez en Cataluña de cara a la embestida separatista. A los andaluces les duele España y la prueba es que les duele Cataluña. Y la gran ocasión -o Felix culpa!- de ahora que les pemite mirarse al espejo asi, les permitirá aceptarse de una vez como lo que son, y no como los otros les ven o les quieren ver (en caricatura) 

Y me viene inevitablemente a la mente el recuerdo del historiador (republicano) Claudio Sánchez Albornoz. De su obra como de su trayectoria, y del conjunto de su obra, los dos últimos títulos, el último sobre todo de "la Andalucía islámica a la de hoy", que suena un poco a mea culpa de esa pasión andaluza -que me diga andalusí- que presidirá y recorrerá desde el principio al fin el conjunto de su obra escrita , sobre la historia y la cultura andaluza. Y en particular una de sus frases, con sabor a epitafio (fúnebre) "Pesadilla cruel el sueño de una España sin Reconquista!" Y era como respuesta -antes del fin- al gran desafio cultural y a la vez espiritual que él veía en la postura o postulado andalucista. Y como síntesis (inédita) a la vez a la contradiccion latente en el conjunto de su obra y en particular en la obra más importante tal vez de todas ellas, casi al final de su vida, "España un engima histórico", que me aclaró no poco, y de la que le estoy todavia un poco en deuda, de una tan apasionante lectura (....)  

Y era de la tesis histórica principal que gravita en ella, por encima de todas y cada una (casi) de sus paginas, a saber que la guerra civil castellana (1351-1369) del rey Don Pedro contra los Trastamara- puso fin a la España de las Tres Culturas, y a modo de corolario, que aquello selló una brecha o foso insalvable entre la nobleza (o la aristocracia) y el pueblo llano -que siguio entonces a su rey "con pasion y con dolor" (Don Claudio dixit)- hasta el punto que él vio en aquella (mal conocida) guerra civil castellana, la madre de todas nuestras guerras civiles, y sembró -gloso yo por mi cuenta- la semilla de la lucha de clases entre la nobleza -que guió y lidero la Reconquista- y un pueblo (español) que tenía no menos conciencia de su legitimidad de origen y de su nobleza. "Debajo del Rey todos iguales", era su lema, como lo recordaba Don Claudio en aquella obra tan clarividente y tan certera (...) 

Y todo eso -ya estoy oyendo aquí algunos- se puede aplicar al conjunto de España a los españoles todos y no sólo a los andaluces. Sin duda, pero no es óbice que fue allí donde la lacra histórica y social -como una maldición bíblica- de la lucha de clases se hizo más y más duramente sentir, y donde "pari passu" se vivió de forma mas traumática (y sangrienta) y desgarradora nuestra (última) guerra civil. Que el viento guerra civilista deja de pronto como por arte de magia de hacerse sentir alli. Buena nueva la mejor de todas! Y el duende -o los duendes como en Flandes le dicen- se ponen a danzar y a reír. Andalucia española y europea. Sí o sí! Andalucia!!!


 

"Linares-Baeza-Alcázar de San Juan, aves que vuelan, talgos que se van" ("Las medias negras" de Joaquín Sabuina) Eco sin par de aquellos veraneos inolvidables -España años 50 y 60- que hicieron diferente al castellano/andaluz que llevo dentro. De Jaén y de Madrid      

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