sábado, junio 04, 2022

JOHNNY DEPP. "STAR POWER", SEXO Y RELIGIÓN

 


Con los juegos vídeos -para adolescentes- y con el caso Amber Heard-Johnny Depp
  sobre todo (y la personalidad carismática de este último en especial) habrá surgido -en los medios y en el lenguaje hablado habitual-  el término y concepto de "star power" -en francés "védettariat"- incógnito, o difícilmente transcribible y ubicable en lengua española. El fenómeno precursor del papa/polaco (San Karol Wojtyla -Jean Paul II) un papa estrella (pope star) ~único en la historia de la Iglesia: clave de explicación de la opacidad (semántica) de un fenómeno tan crucial y tan emblemático de nuestro tiempo y de nuestra época? La pregunta del millón. El papa asexuado -en nombre de la castidad-, y un astro del cine y del Sexo, el célebre actor. Pero estrellas los dos

Seis semanas (seis) de culebrón  -del que los yankees chiflan- a cuento del proceso cara a los medios (y gran difusión y transparencia) de las acusaciones de difamación (y de agresión sexual) del actor/estrella Johnny Depp, y de Amber Heard, su esposa, actriz también Y de trasfondo visible del mismo, la emergencia justo antes de que estallase el escándalo -por un articulo ("op-ed") bajo la firma de esta última en la página editorial del "Washington Post"- y fue del movimiento feminista "Mee Too", grandes perdedoras del culebrón. Un proceso bajo acusacion de caracter sexual no como los otros, por su gran difusión y transparencia (y detalles de los más escabrosos) y sobre todo por la personalidad de una de las partes -Johnny Depp- , léase por el carisma inegable y por el poder (sic) del que se veía revestido: poder de actor vedete de primera, Star Power, y no (pues) un poder como los otros tampoco, pero poder (sic) a fin de cuentas, lo que habra decidido el desenlace a creer a los medios. Como decia Jack, vamos por partes. 

Que es cierto que ese aspecto -cuestion o detalle para algunos apenas- del poder/estrella de una de las partes protagonistas del "affaire" -a saber, Johnny Depp- que sólo habra emergido ahora a la atencion del gran público tras el veredicto al cabo de seis semana de este proceso interminable, es precisamente lo que me habrá movido a reflexión y a darle aquí a la tecla obviando al mismo tiempo -en la medida (sólo) de lo posible- los aspectos y detalles más escabrosos de este (sórdido) affaire. Actor/estrella Johnny Depp -y no hay más que echar un fugaz vistazo a su brillante historial (en la Red)- y como tal alter/ego (se estaria tentado de decir) en el mundo del espectáculo del papa/estrella Juan Pablo II o San Karol Wojtya. Super Star. Y por ahí todo se me aclara un poco la verdad. Y es del fondo del affaire y de las razones y motivos del veredicto final. Ni quito ni pongo rey. Neutro y parcial (voto a dios!) 

Pero ese estrellato inédito o cuasi inédito en el mundo de antes de la globalización, es insoslayable aquí: sin el que no se explican las quejas o acusaciones dirigidas contra aquél, por razón de culpa o de causa primera (y ejemplar)? Qui lo sa. Más poderoso y a la vez más vulnerable y a la merced de golpes y ataques surgiendo por doquier.  Como el que le llegó a Johnny Depp, justo después de la emergencia -cualquier parecido con la realidad pura coincidencia?-  del movimiento Mee Too, y del clima y atmósfera letal y enrarecida que consigieron propagar en la sociedad norteamericana a todos los niveles -y en particular en los campus universitario- y de este lado del Atlántico también. Y fue en la forma de un "op-ed" -en inglés "opposite editorial" (léase enfrente del editorial) en el Washington Post. Sin dar nombre ninguno (por favor), pero toda clase de pelos y señales en cambio, en un clarísimo ejemplo de lo que Ernst Nolte llamó "Denunziation Literatur", como no hay dos, y además de extraordinaria difusión. Culpable de su poder o victima de él, Johnny Depp? Cuestion irresoluble (la madre del cordero, si nos ponemos a ver) 

No lo seguimos de cerca -ni de lejos tampoco casi- ni me di por aludido (por favor) pero me negaría a mí mismo si negase a la vez el alivio que me habrá deparado el desenlace. y no en sí mismo o per se, sino por la contrariedad que ello le inflige al Mee Too, ensordecedoramente audible hasta hoy (como un perro ladrador) Como igualmente por la polvareda de escándalo que él habra armado entre la bien-pensancia -en la calle y en los medios- en nombre o por cuenta de la libertad de expresion, de "geometría variable" (como los franceses dicen): libertad (total) para  las lenguas largas ("bien pendues" en francés), y bozal o mordaza -y prisión y persecución hasta el momento de su muerte- para el profesor Faurisson. 

Y todo ello en el nombre de la Primera Enmienda de la Constitucion americana, al mismo nivel de Donald Trump (con perdón), que la saca él también a relucir -la Constitucion y sus enmiendas, la Segunda y no la Primera- en el derecho al porte de armas de fuego. "Ad majorem gloriam" también todo ello del sistema jusdicial USA (anglosajon) temible y arbitrario (en apariencia) bajo tantos conceptos y que habrá brillado aquí en cambio de su gran esplendor. Por su jurado (popular) sobre todo que habrá acusado a Amber Heard de mentirosa, léase de mentir a sabiendas que mentía, so pretexto de la Constitución.  Y si hubo mentira entonces, quién nos dice que en otros casos inumerables de estos ultimos años no la hubo también? Mentira y difamación.

Arriba los corazones! Libertad de las almas cautivas! (díxit Jacques Madaule, francés, católico e historiador) Que en el Principîo era el Sexo, dijo Ezra Pound. Nova et Vaetera. Vieja y Nueva Religión

 

Noam Chomsky, profesor emérito de lingüística del MIT (un  respeto) -Instituto Tecnológico de Massachussets-  y figura emblemática, respetada y escuchada, de la intelectualidad USA y de la élite cultural en la Europa y en el mundo de  nuestro tiempo. De origen judío (de Ucrania) (...)  Defendió (valientemente y en solitario) al profesor Robert Faurisson perseguido -a fines de los setenta- bajo la acusacion de negacionismo. Y hoy aquél reincide, defendiendo a otros autores negacionistas y atacando la ley memorial francesa liberticida (ley Gayssot) En nombre de la libertad de expresión. Una fórmula y un concepto de "geometría variable" (los franceses le dicen) Como lo ponen de manifiesto el caso Amber Heard-Johnny Depp y la polémica desatada en torno a él, en nombre del feminismo y de la libertad de expresión (First Amendment) 

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