miércoles, marzo 12, 2014

RIDRUEJO GRAN AUSENTE EN KRASNY BOR

General Emilio Esteban Infantes, sucesor de Muñoz Grandes a la cabeza de la División Azul, y héroe de la batalla de Krasni-Bor. Las nuevas generaciones de escolares españoles  no lo saben, a la nuestra tampoco no nos lo enseñaron, pero la División Azul evito un nuevo Stalingrado -justo a seguir- a otro Ejercito alemán (el 18 ejército, de Lindeman) impidiendo -al precio de cuantiosísimas bajas-  la ruptura por los soviéticos del cerco de Leningrado que aguantó (así) todavia un año más. Esteban Infantes, de pasado monárquico era amigo personal de Varela, el general anti-falangista, favorable a los aliados. El Fuher no le impuso menos en persona la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro (en la foto), gran condecoración alemana que sólo recibieron 43 extranjeros durante la Segunda Guerra Mundial. De todo eso estaba ya muy lejos Dionisio Ridruejo
¿Una "pasion española" la de Ridruejo? No digo que no, pero tanto los estudiosos como los devotos de su figura estarán de acuerdo que tuvo también otras pasiones, o aficiones o devociones, que cada uno las llame como le de la gana. Porque si se exceptúan las que pudo tener en su juventud antes y después de la Guerra y sobre todo los años que duro el conflicto, de maestro de cermonias y oficiante mayor del regimen y de figurante primero de sus grandes ceremonias entre todas las figuras y personajes de realce del bando nacional, acorde a la aureola donjuanesca de seductor que su imagen de joven líder falangista desprendia y acorde también a los dimes y- diretes por cuenta de los amorios que entre bando de Guerra y bando de Guerra entre un discurso y otro, entre una ceremonia y otra, entre un baño de muchdumbres y el siguiente, se permitio en la retaguardia -sin poner un pie en el frente (...)- el joven y apuesto falangista, y acorde también a las versiones para todos los gustos que siempre circularon entre sus propios camaradas (...)

Si se exceptua todo eso como digo, hay que convenir que a "la pasion española" de Ridruejo se sucedió otra pasion/alemana -nazi para mas señas- y tras el "desencanto", el suyo que se mereceria todo un film y no sólo una pieza de teatro ni siquiera simples documentales como le dedicaron al que fue su subalterno en el aparato de proganda del Régimen, Panero (padre), se sucederia otra pasion por la democracia -y los derechos humanos, y las naciones/unidas y que sé yo- sin contar otras pasiones menores como la que a creer a Umbral, que alude instintemente a ello a lo largo de su obra escrita- le llevarian (prematuramente) a la tumba sin ver la tierra prometida de la democracia como dicen sus hagiografos devotos ahora. Atrás quedaban por supuesto los muertos -los suyos (sic)- de la Division Azul y de la campaña del ejercito aleman -operación Babarroja- en Rusia.

"Muertos mios de Rusia si me alejo de vuestro polvo con dolor y angustia de desterrado acompañad mi rumbo y pelead conmigo cada dia", escribio Ridruejo (antes del desencanto) en uno de los poema más divulgados de sus Cuadernos de Rusia -muy lejos no obstante aún, en el espacio y en el tiempo, del trance tremendo (y supremo) de Krasni Bor-, como se lo habra restragado -y con razón (entre muchos otros)- una "historia de la literatura fascista española" que ya mencioné y cite no sé cuantas veces.

Y nadie tiene por qué dudar que sus muertos de Rusia siguieran peleando junto a Ridruejo después, de lo que tampco hay duda en cambio es que se cuidaría muy mucho de evocarlos o de recordarlos entre sus nuevos amigos, como una camada de jabato jóvenes y rabiosos, rabiosamente demócratas y anti-nazis y anti-falangistas y anti-nazis y anti-fascistas, todos o casi todos ellos.
Capitan Manuel Ruiz de Huidobro Alzurena, voluntario de la División Azul, caido en el frente de Krasni Bor el 10 de febrero del 43. Recibió la Laureada de San Fernando a título póstumo el 16 de noviembre del 45. En alemán lo fueron sus últimas voces de mando (...)
Como aquel inenarrable Juan Benet -de la generacion de nuestros hermanos mayores, ingeniero de profesion además de escritor y de poeta (?), e hijo de rojo por lo que da a entender en su literatura narrativa y memorística (tan indigerible),- que pasaria a la historia (en negro) del tardo-franquismo por el atlaque virulento que le mereció el pobre Alejandro Sozhentisy en en su visita a España unos meses antes de la meurte de Franco -que a mí me pillaron fuera- con todos sus años de Gulag a cuestas el hombre, poniéndole en la picota de los medios en uns terminos de condena y de execración tales que hoy pondrian rojo de verguenza (ajena) a cualquiera.

Y esa es sinduda una faceta en la biografía y en la vida de Dionisio Rdiruejo sobre la que algunos de sus devotos estarian prestos sin la menor duda a correr un tupido velo, con los tiempos que corren y unos vientos contrarios a escala del planeta comparados a los que soplaban a esa escala en aquel entonces (hace cuarenta años) Sin dejar menos de absolverle en el veredicto final de un juicio historico sobre su figura por esa faceta de hombre incorrupto que unos y otros siempre (hasta hoy) le celebraron.

Asi para alguien que le conocio bien, esritor y personalidad de realce del regimen anterior (en sus prostrimerias) con el que tuve una larga entrevista por cuenta de Umbrl hace ya años, Ridruejo era con Juan Antonio Suanzes el modelo (a imitar) de probidad en política. Fue aquel mismo no obstante quien me certificó que Ridruejo aún en el año tardio del 57 -y no en "el cincuenta" como algunos apuntan- seguía en nomina de secretaria general (Alcala 44)

¿No robó ni un centime Ridruejo en sus años de servicio al regimen? Me lo creo a pie juntillas, de ahi a erigirle en modelo supremo de una España minada por la corrupcion de su clase politica, como algunos parecen estar ntentandolo ahora va un trecho, no me digan. Ridruejo sufrió carcel con el regimen anterior, por sus posturas y eso ya cualesquiera que ellas fueran le merecen un respeto, pero no hasta el punto de redimirle por completo tampoco.
En esta novela de Umbral sin duda entre las tres más importanrtes de su ciclo sobre la guerra civil, se recoge un diálogo entre Paulo, adolescente enrolado en el Frente de Juventudes, trasunto del autor, y Ridruejo en el que el "desencantado "no lo era el brillante delegado de prensa y propaganda del régimen anterior, sino el joven protagonista. Como una imagen alegórica del desencanto (o decepción) que el desenganche de Ridruejo produjo en un joven Umbral, joseantoniano inasequible al desaliento como se retrata a sí mismo en otro de los titulos de su trilogia guerraciviilista "Madrid 1940" Y esa decepción profunda que Ridruejo produjo a no dudar en su joven émulo -unos veinte años más joven que él- se deja traslucir en numerosos lugares textuales de la obra umbraliana, por detras del complejo de repulsa y atracción que a todos luces el idolo caido inspiraria siempre a Umbral, que con toda probabilidad guardaba imágenes en su memoria infantil, del bar Cantábrico de Valladolid -lugar emblemático en extremo de reunión de los falangistas en la capital vallisoletana, durante la guerra y la inmediata posguerra- , de un Ridruejo en toda la apoteosis de su gloria entonces.
¿Vivió mal propiamente hablando Ridruejo excepción hecha de esos intervalos (carcelarios)? Todo apunta al contrario. Incluso dentro de la carcel de Carabanchel es dificil de creer que no gozara de un tratamiento de excepción mas o menos privlilegiado. Consta que vivio largos años hasta el final de su vida en su apartamento de la calle Duque de Sesto junto al Retiro vecino de José Maria Aznar que habitaba en el mismo inmueble, sus años adolescentes (cuando yo le conoci) en un barrio antiguo y selecto del casco urbano madrileño.

Hay no obstante en la trayectoria de Ridruejo un punto sin duda aún no esclarecido por sus biografos y lo es el de su regreso de Rusia, en abril del 42, dos meses antes del inicio de la ofensiva del VI ejército aleman en dirección de Salingrado en unos momentos pues, cuando aún se podia decir que las espadas seguian en alto, y completamente indecisa la suerte final de la contienda.

Y sobre todo, lo peor, lo más duro, la gran prueba de fuego para la Division Azul esta aún por venir y me refiero a la batalla de Krasni-Bor (febrero marzo del 43) en la resaca de la debacle alemana en Stalingrado. La gran prueba y también la gran gesta de la Blau, una derrota táctica que se revelaria una granvictori estratégica, en la medidqa que consiguio frenar una ofensiva soviética de la mayor envergadura, y donde tuvieron su mayor número de bajas -mas de cuatro mil (un tercio de los efectivos lanzados en la batalla)--de donde Ridrujeo, de regreso ya del frente desde hacia casi un año, fue el gran ausente

¿Por qué? Simplemente porque no dio la talla ni para el alto mando militar español ni para los alemanes, sus aliados. Como sí la dieron -a ojos de sus aliados- los generales Muñoz Grandes, y Esteban Infantes, y como también la dio otro idealista voluntario tan emblematico como él y me refiero al belga Leon Degrelle que se mereció una publica felicitacion del Fuhrer que dijo que de haber tenido un hijo le hubiera gustado que fuera como él.

Porque si hayque creer al testimonio de algunos, que Ridruejo fue a la División Azul con el propósito de "redimir" su asencia de las lineas del frente durante la Guerra civil, cabe decir que no lo consiguio,  y que su fracaso en el terreno bélico fue  estruendoso.

Fue y se volvió sin haber vencido, al contrario de Julio César. Estampa (chillona) de un fracaso, Dionisio Ridruejo. En la guerra como en la paz. La que algunos nos vuelven a proponer ahora

ADDENDA (de última hora) (10/02/2020) Faltaba aún mucho cuando escribí yo este artículo para que se soltase la bomba –editorial y en el terreno de le investigación histórico/científica- de una obra ( De drang naar het Oosten”) por la que viene ahora el escándalo aquí en Bélgica y de la que me ocupe cumplidamente en este blog –y en otras cuentas mías de Internet- sin falta alguna. De héroes a villanos -y criminales de guerra-, los españoles de la División Azul –junto con los Waffen SS belgas, walones y flamencos-, que según la obra aquella ( y el juicio –lapidario- de su autor) llevarían –¿para siempre?- el peso sobre su conciencia (sic) del cerco de Leningrado y de la hambruna que le iría acompañando –las de Ucrania de Stalin juego de niños a creerles, si se las compara (…)- que era según aquella el objetivo ultimo del alto mando alemán –y del Führer en persona- comparable “pari passu” a los planes de exterminio judío. ¿Pruebas? Serias me refiero, y no de pega –“bidon” en francés- como el protocolo (sic) de la conferencia de Wansee, sin fecha ni firma (nota bene) y sin indicación de la instancia (del régimen nazi) de procedencia. Crímenes de guerra imprescriptibles (sic) -como el crimen contra la Humanidad)- por los que hay que seguir pagando aún hoy –en todos los planos inclusive en el de “damnatio memoriae” Que los caídos de la División, diezmada (sic) en aquel trance ante el jolgorio y el clamor de alborozo de la gran prensa anglo aliada (en las grandes capitales europeas) - no cuentan por lo visto para nada (…) Ni cuenta tampoco ni se merece la menor consideración el objetivo -claramente estratégico de la División Azul como del alto mando alemán: frenar o desbaratar -como así fue- la operación con patrocinio (supremo) del alto mando soviético- de “Estrella Polar”- buscando, en Leningrado (léase San Petersburgo), una reedición del desenlace del cerco de Stalingrado (…) Que fue –y no la prolongación del cerco- el reto supremo en el trance aquel. Guerra de propaganda por cuenta de la Segunda Guerra Mundial, como de la guerra civil española. Guerra total en todos los ámbitos y planos, incluso en el de la investigación científica (o académico/científica) Hasta cuando, meu deus, hasta cuando?

2 comentarios:

restituto dijo...

La batalla de Krasnybor en febrero de 1943 -la mas mortífera- corresponde a la 2ª División Azul (el 1º relevo se inició en mayo de 1942) Ni Ridruejo -evacuado algo antes por enfermedad pulmonar-ni Agustin Aznar, ni Jato, ni Ramón García Noblejas estuvieron allí. Algunos del primer relevo -recién llegados a la frontera- como Hernández Rivadulla y Sánchez Covisa si les dió tiempo a participar en la reyerta de Begoña 16-8-1942.

Por lo tanto lo más duro de Rusia correspondió a la 2ª División Azul, una División menos política e ideologizada, con mucho menor reclutamiento falangista -puro o adulterado- Es verdad que hubo casos contados de elementos que repitieron en Rusia (que fueron dos veces). Aquí, en la casa de al lado donde vivo, el hermano de mi vecino repitió y no teniendo bastante terminó en la Legión Francesa (murió en Francia hace unos años) en Indochina, pero propiamente no se trataba de un falangista, sino más bien de un aventurero.

En todo caso entre las jerarquías falangistas alistadas hubo de todo -más bien malo entre los que dejaron un gobierno civil- que con frecuencia no llegaron a pisar el frente (uno de ellos -llegará a presidente de la Hermandad- pedirá permiso para venir a España, no reincorporándose a su puesto, siendo baldíos los esfuerzos de Muñoz Grandes y Asensio para procesarlo por deserción -el caso está documentado en el Archivo de Ávila y la documentación ya ha sido publicada en alguna obra histórica sobre el particular-).

Saludos

Juan Fernandez Krohn dijo...

Mi pregunta de por qué Ridruejo no estuvo en Krasni Bor iba mas allá de la causa que se adujo, de bja por enfermedad. Una enfermedad que le impidio regresar un poco después al frente -como hizo en cambio Yagüe en la guerra civil- y no le impidió en cambio fomentar oposición al régimen como hizo después hsata su muerte. Por unas razones u otras, no dio la talla entonces -como sí la dio en cambio Degrelle que tampoco era militar de carrera- y se quedó en lo que había sido y en lo que sin duda en el fondo era, un brillante comparsa y un figurante de talento. Y un desengañado (y desalentado) al mismo tiempo. Saludos, Restituto