jueves, febrero 03, 2022

CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA, UCRANIA Y PUTÍN

 


No cambié ni tanto asi, ni me retracté de una jota de lo que proclamé -de palabra o por escrito hasta ahora-, de mis posturas -(visceralmente) an-ti-co-mu-nis-tas y de mis puntos de vista sobre la Historia, particularmente sobre la Segunda Guerra Mundial, pero sí es cierto que hubo un momento crítico en mi trayectoria -los franceses lo llaman "tournant"-, y fue, como los que me siguen o me leen -en mis libros o en este blog- se habrán dado fácilmente cuenta, tras la muerte -el suplicio que me diga- a la faz del mundo de Moammar Gaddafi. Ilustración cegadora y desumbrante de lo que el vizconde de Maistre (horresco referens!) llama principio de sustitución (sic), especie de ley de bronce de la Historia -, recogido muchos siglos antes en el texto evangélico, "sine sanguine non fit remissio" (Epístola a los Hebreos) Qu pague uno por todos!, como en el Gólgota, y que su sangre caiga sobre los demás, inocentes o no. Y la inmolacion -a la faz del mundo-, léase, el suplicio salvaje que se vio reservado el coronel Gaddafi nos pareció a muchos un escarmiento (democrático) ejemplar, léase un aviso urbi et orbe de lo que a los demás nos podía pasar (....) Y a algunos a no dudar les sirvió aquello de leccion: a Vladimir Putín, que no dudó en calificar la actitud blanda y tibuteante de su sucesor transitorio, Medvedev, de traicion (sic), de cara a un aliado (sic) como lo era el coronel libio, y como así lo vimos siempre, y entre todos, yo. Y eso explica -a riesgo de pasar por pedante o por demagogo expresándome así-  todas las jugadas del premier ruso en política internacional sobre todo, en Ucrania sin ir más lejos, y permite adivinar facilmente los escenarios -al borde de la guerra- por venir. En otros términos, Putín lucha ahí -como en Siria Bachar-el-Assad- por su supervivencia, política en primer lugar, y física o individual -suya y de los suyos- también, a prueba hasta ahora de todos los complots (sic) habidos y por haber. Con la mirada y la memoria bien fijas en la suerte (lúgubre) que corrió el coronel libio (infeliz). 

Que la guerra fría no terminó aún,  una guerra larga, casi interminable, como nuestra guerra civil, y guerra total -por su extensión-, como lo fue la guerra de los Siete Años, en un escenario entonces -el del cambio súbito y repentino de alianzas-, perfectamente extrapolable a esta interminable guerra de la posguerra (y todos aquí están viendo lo que yo quiero decir) La alianza rusa o prorrusa, el camino real -"Spanish road"- de la politica española en los años a seguir que nos lleve a subsanar heridas y cicatrices, y a superar viejos enfrentamientos -con olor a muerto y a podedumbre- heredados de nuestra (interminable) guerra civil (....) Y es lo que deja presagiar la inanidad a todas luces de la propaganda insistente en los ultimos dias en los medios y en España tratando de mobilizar a la opinión por una guerra que se resiste en estallar, por un pretexto o motivo -escaramuza fronteriza y poco más-  por el que valga la pena luchar (y morir) La alianza o amistad americana nos salvó en aquella guerra fría, pero la grande/América no es ya hoy lo que entonces fue (Donald Trump lleva razón) Y como agudamente apuntan analistas franceses, la guerra en Ucrania echaría a Rusia -europea cien por cien- en manos de China, que se oculta tras la guerra bacteriológica del Covid, en la que los rusos no tienen ni tuvieron (estrictamente) nada que ver. Morir por Donetsk? Igual que el pino junto a la rivera, no nos moverán esta vez!

No hay comentarios: