Con la disputa entre las candidaturas de Marine Le Pen y Eric Zemmour enconándose hora a hora -porque es ahí precisamente donde se juega la liza electoral, me parece a mí-, retomo el hilo otra vez del ultimo o penúltimo (ni recuerdo) de mis articulos en el tema (que arde y quema) y que nos parece la raíz última -aqui ya lo expliqué- de las desavenecias entre padre e hija Le Pen (con la atencion interrumpida un instante por la tragedia del pequeño Rayan, marroquí, y la guerra reencendida otro instante de la guerra de emociones (y de "coeurs") -Zemmour díxit-, o "la espiral emocional" por cuenta de él, y pari passu de la candidaturas de Marine y de Eric Zemmour, a saber la historia oculta -tras la grande "paradoja"- del antisemitismo francés. Georges Bernanos -un respeto- que tal y como aquí todos ya saben, no es (como aquí le dicen) mi taza o mi tacita de té, por cuenta o por culpa -aquí todos lo saben también- de nuestra guerra civil (del 36), dejó escrito a modo de epitafio de su vida y de su obra y de su trayectoria -cuando las espadas se vieron otra vez (en el 45) en alto- aquello de que Hitler y el nazismo habian deshonrado (sic) al antisemitismo (francés) Y vuelve o recobra esa cita ahora la más rabiosa actualidad tras las puyas -una detrás de otra- de Marine a su enconado rival, esta vez por cuenta de los nazis (sic) que se esconden en la candidatura de aquél. Franca admiradora aquella -como lo puso manifiesto en un memorable discurso del que aqui en este blog ya me ocupé-, del mencionado escritor francés, autor (ay dolor!) de "Cementerios bajo la luna" del Alzamiento en Mallorca (en el 36) También me ocupé largo y tendido aqui de esa obra suya, especie de libro de horas para muchos (mayormente belgas y franceses) Y era a la hora de poner el reloj a la hora y minuto en que vivimos sobre nuestra (interminable) guerra civul (...)
Y no me retracto ni una jota a la vez de todo lo que sobre ello escribí, que lo veo no obstante ya un poco de color sepia como si el Tiempo que pasa y que no vuelve se lo hubiera llevado con él. Bernanos ilustra en mi modesta opinión y aclara soprendemente a la vez el litigio patético -a fuer de doloroso y desgarrador- ente padre e hija del clan Le Pen. Y parece un deber inexcusable el recordarlo y evocarlo aquí a franceses como a españoles porque es mucho lo que esta en juego, aún a riesgo de escandalizar (de nuevo) a los bien-pensantes que aquí me leen. Bernanos escribió además de aquel libro/panfleto -y obra a la vez de circunstancias- que tanta celebridad y prestigio y honra ´(entre la Bien-pensancia) le dio, otro libro más antiguo y aún más crucial, "La grande peur des bien-pensants" (" El gran miedo de los bien-pensantes") del que tuve noticia -en referencias serias y objetivas por no decir elogiosas- a mi paso, fresca aún mi llegada a Bélgica, por la Universidad Libre de Bruselas, augusta/señora (la ULB) Templo/sagrado (un decir) de la Laicidad (y de la Libre Pensée) Una obra que se queria un homenaje sin tapujos ni reservas a una figura rodeada aún hoy de tabúes, y blanco predilecto -junto con Maurras, y el régimen de Vichy del Mariscal Pétain- de la bien-pensancia aqui, a saber Edouard Drumond que se puede considerar -como así lo ven todos o casi todos- el padre fundador del antisemitismo francés.
Una tradición puramente intelectual (sic), al contrario de lo que fue el caso en Alemania o en otros paises -como en Polonia- antes y después de la Segunda Guerra Mundial e incluso durante aquella del que fue su legatario -y no mas que eso (y no entro aquí en esa polémica)- el mariscal Pétain (y pari passu el régimen de Vichy) Al que ya tuve ocasion de reivindicar con vistas (confiteor) a su rehabilitación, en un articulo anterior de una antena de este blog (en francés) con la ayuda de una publicación fuera de toda sospecha (The Times of Israel) Y viene a cuento como digo del gran escollo en el litigio entre padre e hija, y a la vez caballo de batalla princiipal entre las dos corrientes o tendencias que se disputan (rabiosamente) la herencia (política e ideológica) del Frente Nacional, vitrina privilegiada del nacionalismo francés. Y me estoy refiriendo a la "dédiabolization" -difícil a fe mía de traducir (ni a base de neologismos) en español- que se puede traducir -lo que extrañamente parece que a nadie se le ocurrio hasta hoy-, como una profesión a modo de antítesis, o (solemne) retractacion -tal que un auto de fe- del antisemitismo, léase del antisemitismo francés.
Y una vez la cuestion planteada así, como por arte de magia se van o se disipan todos los complejos, como los que parece que ahogan o atenazan -y desgarran- en sus posturas y en su discursos a Marine Le Pen. Y "anchas son mis espaldas" me cabría decir a mí -como a Calvo Sotelo- también. Y es de por el peso enorme que así afirmando mi "antisemitisme", les estoy echando encima. Inexcusable deber
La memoria (fiel) de los vencedores, sobre el Alzamiento en Mallorca (1936) Una de las mejores novelas a mi juicio sobre nuestra guerra civil. Con gafas, en el centro de la foto, Yves Bernanos, hijo del célebre escritor francés, Georges Bernanos, católico, monárquico y de derechas (extrême-droite) de l'Acción Francesa de Maurras-, que cambió de bando precisamente allí, mientras que su hijo al revés -de vacaciones padre e hijo en la isla- formó resueltamente parte en los "Dragones de la Muerte", al mando del fascista italiano Arconovaldo Bonacorsi, "conde Rossi" (pelirrojo) -a la derecha en la foto-, protagonistas primeros de la represión. Brecha generacional -padre e hijos- en los Le Pen como en los Bernanos, secuela fatal de una guerra civil. En España en el 36, entre rojos y nacionales, como en Francia justo a seguir (hasta hoy) Entre la Resistencia y Vichy
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