sábado, mayo 31, 2025

"CANCELADO" EN LA RAE, LUIS ALBERTO DE CUENCA

Luis Alberto de CUENCA, escritor y poeta insigne, que ha visto rechazada su candidatura al sillón "O" vacante de la RAE. Por la oposición del "lobby lingüista". Víctima de "la corrección política". Y last but not least, de la cancelación (cancel culture) Lo que da idea de lo emblemático del litigio. Y de la gravedad de la hora (...) Y de la (grave) amenaza  que pesa sobre nuestra cultura. Y sobre nuestro idioma

La RAE -"limpia, fija y da esplendor"- es una invención francesa. Y así, ya de entrada, la autoridad que ejerce o pretende ejercer, nos plantea (de antiguo) a los puristas del lenguaje y, en general a los amantes del idioma, (serios) problemas de conciencia. Con sus invenciones -o (vergonzosas) concesiones, y claudicaciones "panhispánicas" (a los latino/chés) (...)  O como ahora, con ocasión de la votación por la silla (O) vacante en esa asamblea, en la que, contra todos los pronósticos, no habrá conseguido una mayoría de votos suficiente la candidatura favorita del escritor y poeta (y cantautor) -y filólogo (doctor en Filología Clásica, con premio extraordinario, un respeto)-, Luis Alberto de CUENCA.  Del que nunca leí nada, vaya dicho de entrada, pero algo de lo que -precisamente ahora- me muero de las ganas. Y es leyendo el brindis con champán (sic) que le merece a un crítico -que no osa decir su nombre-  la noticia del fracaso de su candidatura. Por ese fracaso en sí, y por las razones o motivos que se dejan traslucir en el rechazo de aquella. El lobby (sic) de los lingüistas.  Y ahí doy botes en el asiento, y no es culpa mía. Y es recordando simplemente todo lo que sufrí o aguanté bajo el peso de tan temible dictadura. La de los jóvenes becarios del Fondo Nacional (belga) de la Investigación Científica FNRS (un respeto), brillantes y arrogantes (por partes iguales), que (discretamente) me cerraron puertas y me hicieron la vida imposible todo lo que pudieron, amargándome la existencia -hasta el punto de llevarme a decidir (de mi propia voluntad, nota bene) y tras tantos años de residencia), a irme de allí-, y con los que me crucé, a diario los años que frecuenté la Biblioteca (Royale) de Bruselas. Lingüistas, contra escritores y poetas, así es en mi humilde opinión, como el litigio se plantea.  

Y a la mente me viene sin remedio el nombre de otro (insigne) autor -Francisco UMBRAL-, al que la RAE cerró igualmente las puertas. Y no quiero con ello negar tampoco la cargazón de protesta y reivindicación estrictamente personales del autor que acabo de mencionar -fácilmente comprensibles en parte- y es en su enfrentamiento -en extremo patético al final- con la venerada institución, que no venía menos a poner de relieve o de manifiesto (en él) esa pulsión desgarradora -agónica, la Academia a vida o muerte (...)- de reconocimiento social (sic), y no sólo, de índole personal también, por factores de índole personalísima, que dentro y fuera de este blog, no dejé (abundantemente) de abordar. 

Lo que no es el caso que estamos comentando en esta entrada, y lo que hace en cambio, más emblemáticamente injusto el rechazo de candidatura que estamos abordando ahora. La Poesía es la Reina de todos los demás géneros de la Literatura. Aunque se vea hoy convertida -y a las pruebas me remito- en la pobre Cenicienta. Y más o mucho más que eso, es lo que nos da o devuelve -como la sal de la tierra, sobre todo en situaciones de crisis-, un sentido a nuestras vidas y nos marca a menudo el rumbo y el camino a recorrer en nuestra existencia, con los sueños e ilusiones y esperanzas  que conlleva, tan necesarios e indispensables como el pan nuestro de cada día.  

Poesía que promete. Y no por manida y repetida, nos parece menos actual y providencial esa (sagrada) fórmula.  Hay sin embargo en la noticia que aquí estamos comentando, un tema o aspecto subyacente que por su gravedad y su (rabiosa) actualidad no puedo de manera ninguna obviar en esta entrada. Habida cuenta sobre todo de los comentarios como a modo de glosa o de colofón que en la prensa digital a aquella acompañan. Y son sobre todo los que vienen a subrayar lo que tanto la obra como la figura del autor -puramente literarias y estrictamente apolítica- ahora rechazado por la RAE, encierran de desafío contra "la corrección política". 

Lo que viene (fatalmente) a enlazar con otro tema subyacente y rodeado de un tabú más espeso que el de lo políticamente correcto, y es el de la cancelación -cancel culture-, de lo que a tenor de esos mismos comentarios, y de los recelos anteriormente confesados por el propio autor, él nos parece la víctima. Razón de más para levantar la voz como ahora hacemos. Basta ya del exceso e inflación  del gremio -y del lobby- de los lingüistas. ABAJO SU DICTADURA !!! 


Escena cumbre de la vida y trayectoria de Francisco UMBRAL, casi al final de sus días. Botón de muestra -lo que se habrá silenciado hasta hoy-, de la cancelación (cancel culture) -por incorrección política- de la que él se vio víctima en el lance (tan incomprendido como memorable) aquél, de aquel (memorable) programa. Y lo que hoy engrandece -como a la de Luis Alberto de Cuenca- su figura

1 comentario:

Anónimo dijo...

De Cuenca, gran erudito y buena persona.