viernes, junio 09, 2023

JACINTO MIQUELARENA Y DESNAZIFICACIÓN ESPAÑOLA








 

El título de esta obra -best-seller de escaparate en los grandes almacenes de Madrid hace unos días- es acaso cosecha del autor, del editor del libro, o fruto de un compromiso entre los dos? La pregunta (o serie de ellas) se impone a la laectura de unos párrafos de la obra que aquí comento, que nos suenan a mentís o a (burda) contradicción Y es cuando dice (en las primeras lineas de la Conclusión): "La España azul mahón surgida de la guerra civil era germanófila por los cuatro costados y ventajosamente hitleriana -hasta que las victorias del Ejército alemán no dijjeran lo contrario-, más que filonazi (a buen entendedor) (óp.cit. p. 477) Como un obligado tributo al filonazismo -presunto o declarado (o a eso nos suena al menos)-, y es de un nombre que se yergue entre esas líneas a modo de convidado de piedra. El de JACINTO MIQUELARENA, de "la Corte Literaria de José Antonio", autor de una estrofa del Cara al Sol, y corresponsal de ABC en París hasta el final de la guerra, que en la obra que aquí comentamos se ve tratado con sorprendente respeto y deferencia en comparación con la ironía beligerante que despiden los párrafos que se dedican a los demás nombres de autores que transitan por sus líneas- y que se tiró a la vía del metro en la capital francesa tras recibir una carta de despido fulminante -y sin motivo- (encontrada entre sus ropas), del entonces director del diario (monárquico) Luis Calvo (*) En una trágica secuela (una más) de la desnazificación (sic) del régimen de Franco, que para sobrevivir -y en eso la tesis central de la obra que aqui comentamos lleva plenamente razon-, renegó de sus pasadas alianzas -en las antípodas de lo que fue la praxis del Imperio romano- y buscó su salvacion en un anti-comunismo ("democrático", coyuntural e irreconciliablemente  oportunista) de guerra fría, en una Monarquia de tradición anglófila (ergo aliadófila por definición) y en las faldas de la Iglesia (con examen de conciencia, dolor de los pecados, cumplir la pentencia, confesar sus pecados y proposito de la enmienda) Y MIQUELARENA excelente escritor y prosista,_mejor qe Luis CALVO (Francisco Umbral díxit), v ventajosamente/hitleriano (sic) hasta el final de la guerra, no tenia a todas luces su sitio en esa pelicula

La atención principalisima en el debate poliftico de la España de hoy a la ley de la Memoria democrática -y como en unos coletazos o maretazos ineluctables-, tambien a la precedente ley de la Memoria histórica- son ilustración fehaciente de ese fenómeno que la clase poitica española se niega obstinadamente a admitir pese a su protagonismo del primer plano  en la crónica de actualidad más rabiosa, desde el anuncio y promugalción de la primera de las leyes (en segundo lugar) nombradas -bajo la presidencia de Rodriguez Zapatero- y es esa variante o version de guerra híbrida (y asimetrica) (sic) que viene a representar la geerra de memorias a todo arder y la internacionalizacion (sic) de la que se ve objeto como en un remedo o enmienda historica tantos años dspues, de lo que no consiguio la izquierda -por culpa del Pacto de No Intervención- durante la guerra civil española.

Y el último botón de muestra, o si se prefiere el último parte de guerra de ese choque o conflicto (irreductible y en apariencia irreconciliable) de memorias, lo ofrece  a mi juicio una obra de reciente publicación que cayó en mis manos durante mi vista fugaz a Madrid estos últimos dias. Y es lo que ilustra de entrada el titulo un tanto ruidoso y sensacionalista de la misma, "La España nazi" que se nos antoja poder glosar en guisa de titulo de remplazo, de "España nazi(ficada)". De desnazificación (española) habló el autor de estas lineas -en mi último libro "Krohn, el cura papicida", en solitario, como me ocurrió con el epíteto de guerra civilista (sic) que emplée regularmente e igualmente en solitario en mi travesia -velas desplegadas, léase con nombre y apellidos- en foros (digitales) de opinion antes de dar inicio est blog va a hacer ya dos décadas (en el 2005). y moneda de libre circulación desde hace muy poco (...) Como me lo hizo (amablemente) observar una forista concurrente mía de aquel entonces.  

Y eso -esa desnazificación-  fue algo así como el buque insignia del régimen de Franco tras el desenlace de la Segunda Guerra Mundial y la derrota de los nazifascismos. Y una de las tesis centrales o hilos conductores que se dejan obervar en esa obra por la que se viene a surcar un terreno prácticamente virgen en la historiografía de ese periodo de historia universal y de historia española, a saber la política religiosa,  es a mi juicio lo que confiere mayor actualidad e interés a  esa obra (polémica). Y es que la gran coartada de la neutralidad -más o menos pactada (sic) (Umbral díxit), con las potencias del Eje- en la II Gerra Mundial, del regimen surgido de la Victoria en la guerra civil, lo fueron, junto con un anticomunismo sincero y a la vez de coyuntura -de guerra fría-, lo fueron como digo los "a priori" de tipo dogmático o teológico en contra del regimen nazi, por cuenta del trasfondo pagano o neopagano de su ideología- y de algunos extremos de su política tales que la llamada eugenesia -o el aborto quirúrgico- y el antisemitismo (politico) , en nombre todo ello del magisterio eclesiástico y del papa de Roma. 

Y tiene su chispa el poder observar (como ya lo habré dejado repetidas veces sentado en este blog) que el ala progre (en francés, "marchante"), mayoritaria  -la que triunfó en las aulas conciliares en toda regla-, y que todos esos puntos litigiosos que el catolicismo/político se puso por montera desde el inicio de la guerra fria  y a modo de pancartas de desnazificación las más visibles y emblemáticas entre todas las otras, fueron como digo, si no echadas por la borda, sí puestas entre paréntesis durante el concilio por los exponentes de ese ala progre que tenían de denominador común -lo dije ya en estas entradas y lo mantengo contra viento y marea- un pasado de conninvencia o colaboración (más o menos) discreta con el regimen nazi (2), tan disimulado y escondido y a la vez y tan fácil de verificar o de destapar como el de los pincipales nombres -de escrtores o intectuales españoles -filonazis o nazificados- que van desfilando por las páginas de la obra que comentamos. Andrés REVESZ, colaborador del ABC, húngaro monárquico y anti-alemán, y anticomunista a la vez, Carlos SENTIS de pasado (nota bene) -a expiar o redimir- nacionalista catalán, PENELLA DA SILVA -yerno (nota bene) de RAMÓN RUIZ ALONSO, el verdugo (oficial) de García Lorca-, o Ismael HERRAIZ , director de Arriba (en el trapecio) o en Informaciones, Juan PUJOL (...), tenian todos ellos como digo, bien en mano sus credenciales de catolicismo/romano (o vaticano) que les ponían al abrigo dentro y fuera de España de todas las sospechas y ajustes de cuentas

La nota falsa (el "quac" los francese le dicen) lo ofrezca tal vez el ejemplo de Jacinto MIQUELARENA, falangista de la primera hora -en su calidad de integrante de "la Corte literaria" del fundador - y autor de una de las estrofas del Cara al Sol. Y es que no no resistimos a ponerle aquí una glosa de urgencia al conflicto que aquél protagonizó con el diario monárquico y su director,  que sellaria su tragico final (11 de agosto 1962) Y es el acoso (sic) -del que el propio interesado daría cuenta en su correspndencia a sus próximos justo antes de su muerte-  y a la  situacion de tragica indefensión en la que el reportero falangista -y pro/alemán nota bene en sus cronicas de guerra- se encontraria en el Paris de después de la LIbération y del ambiente de depuración y de ajuste de cuentas -a no dudar persistente aún (hasta el mayo del 68)- que se vivió entonces en la capital francesa. En una ilustración no cabe más grafica y fehaciente de lo que la desnazificacion española tuvo de Guerra Híbrida (sic), tanto  o más en sus líneas de frente/internacional como en sus trincheras de dentro (domésticas) Tal como lo denuncio en mi último libro, "Krohn, el cura papicida"

Botón de muestra a la vez, el trágico fin de Jacinto MIQUELARENA, de lo que fue la guerra civil española (del 36), la primera batalla (sic) de la II Guerra Mundial: de lo que fue a la vez la II Guerra mundial, "una guerra civil europea"-  (sic) -Ernst NOLTE dixit-, y (last but not least) de la tradición filosófica que el nazismo arrastraba, como lo atestiguan Martin HEIDEGGER y su adhesión primera (todo menos episódica) O como lo llamó Umberto ECO -en Bruselas, delante mía (y fuera de toda sospecha)-, la Tradición Primordial (sic), presente en el movimiento nazi, o sea. El que esté libre de pecado -de nazificación o desnazificación- que tire la primera piedra  




 
 
.../..." La sección ("Aire libre" del semanario F.E. nota del redactor) de MIQUELARENA informaba con detenimiento del evento deportivo por antonomasia que se celebraría en Berlín dos años después".../... (óp.cit.p.290) Esta alusion  (elogiosa) en la obra que aqui comentamos al trabajo periodistico de Jacinto Miquelarena suena a un rotundo mntís a los reproches y acusaciones -de un tono "excesivamente literario" (sus colaboraciones) y no una cronica de la actualidad" -que fueron el preludio al suicidio del escritor (falangista)


(*): "Las palabras de la tribu", Francisco Umbral, Planeta, 1994, Barcelona, p. 134 

(2): Botón de muestra inmejorable de lo que aquí afirmo lo ofrece el ejemplo de Karl RAHNER, jesuíta alemán y estrella indiscutible del Concilio Vaticano II. Del que seria un trabajo de elucidación -no menos interesante (y apasionante) que el que registra la obra que aqui comentamos-, el sacar a la luz su trayectoria -qué hizo entonces, dónde estuvo- en la fase primera del advenimiento del nacionalsocialismo, tras los pasos del que fue su (confesado) mentor intelectual, Martin Heidegger, nombrado (por elección) rector -durante un año exacto, hasta su dimisión- de la Universidad de Friburgo bajo el régimen nazi (21 de abril 1933) Y del que aquél (Karl Rahner), vino a ofrecer en la Nueva Teologia conciliar una síntesis (ideológica), entre la teologia católica y la filosofia existencialista del autor del "Sein und Zeit". Y en su célebre y resonante  entrevista a "Der Spiegel" del 23 septembre 1966 y publicada ( a su pedido) sólo tras su muerte (casi) diez años después (31 mayo 1976), Heidegger confesaba haber (inicialmente) visto "un despertar" (Aufbruch) en la irrupción del régimen nazi, y cambiado sólo de opinión tras las violencias de "la Noche de los Cuchillos Largos" (30 junio-2 julio 1934)


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