Honda y marcial, viva (imperial)
la Llamada de los Muertos!
de una voz clara y fuerte
resonando en el Silencio
Desierto de las almas,
que nos guia desde el Cielo,
que nos aguarda y rodea
tras las puertas del Infierno
Tiene acaso olor el Desierto,
el suyo o el de camellos muertos?
que ahuyenta y conjura en nosotros
los fantasmas del Misterio
Y cuando oigo decir un nombre
respondo "Presente!" al tiempo
y el desierto al instante se puebla
de espectros amigos, señeros
que de una ola de vírgenes
no son más que mensajeros,
sabias o necias vírgenes?
tímidas -"cobardes"?- sólo eso!
Que huyeron en estampida
y ahora lo piensan en serio
dos, tres, las veces que sea
antes de emprender el vuelo
Ah, la aventura del amor
en vuelos de viento marceño,
como las ocas salvajes
y sus graznidos tan fieros
cargados de presagios,
que ya las estoy oyendo
y mi alma joven renace
de las cenizas de invierno
Que si me dejásteis solo,
fue sólo una broma (sólo eso)
y tu rostro se enciende
en risas golfas, te quiero!
Te quiero (obsesión), qué fiebre!
pedazo de mujer (al peso)!
y héme aqui presto al asalto
de tu semblante (un respeto!)
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