domingo, junio 23, 2019

LIMPIEZA DE SANGRE ( A Alerta Digital)

Alberto Buela, figura destacada –entre sus intelectuales- del nacionalismo argentino. Un nombre que retuve a mi paso y estancia –de un año y medio- por tierras del Río de la Plata, donde frecuenté esos medios ideológicos –en la orbita de Monseñor Lefebvre- a finales de los setenta. Brillando en la actualidad (a todo brillar, como buen argentino) en la órbita del movimiento (de origen francés) Nueva Derecha (Grèce-Nouvelle Droite) que inspira o patrocina el grueso de la corriente identitaria (europea) No digo que sea él quien se esconde tras el seudónimo de Sigfrido (R.)- del autor del articulo de Alerta Digital sobra limpieza de sangre (de los españoles) que habrá desatado la polémica. A mí que me registren. No tengo pruebas. Pero nadie me puede negar a la vez que su nombre y su obra y su trayectoria gravitan de cerca, de lo mas visibles, en su calidad sobre todo de divulgador de las ideas de la Nouvelle Droite en lengua españolas, en el articulo referido ¿Puro azar además su ascenso estelar en el universo de las ideologías, coincidente con el pontificado del papa Francisco del que se irguió desde el momento de su nombramiento en ardoroso propagandista? No creo en las meigas, pero hay las (…)
Escribo (casi) en estado de choque tras la lectura del artículo extenso y documentado publicado en Alerta Digital y del aún mas extenso y palpitante debate a base de comentarios –la mayoría por desgracia anónimos- a los que habrá dado lugar. Como si hubiera dado en la llaga. Como si el autor (anónimo) del articulo hubiera servido de detonante intencionadamente o sin saberlo, desatando las lenguas, que me diga las teclas o la pluma en muchos que venían rumiando un tema tan crucial y tan obsesionante en voz baja y de puertas adentro (de su casa) “Limpieza de sangre y de raza, una seña de identidad de la Tradición española” –titulo del articulo de Alerta Digital que aquí comento- , es un fuerte aldabonazo en la memoria colectiva como en la conciencia individual de los españoles. Si es en cambio fruto de una reflexión espontánea o, como así algunos no dejamos de sospecharlo, hecho o escrito o difundido por encargo –y con unos objetivos o designios bien precisos y determinados-, no deja ser una cuestión importante aunque ante la gravedad y la transcendencia de lo que en al articulo se defiende o se plantea, no deja de verse relegada a un (modesto) segundo plano. Como no es menos secundaria la hipótesis que aquí me atrevo a insinuar, de que el articulo mencionado no venga a ser más que una respuesta o un mero eco apenas con cierto retraso a lo que expuse públicamente en alguno de mis libros o de los artículos aun colgados en la Red, firmados y rubricados todos ellos (nota bene) con mi nombre y apellidos. Y me refiero en concreto al último de mis títulos, “Krohn, el cura papicida” en el que dedico todo un capitulo (“Mi opción por Europa de preferencia a la América ex - hispana”, capítulo cinco) al tema por el que viene ahora la polémica (y el griterío) Y también al articulo publicado –hace ya mas de cinco años (cinco) - a mi nombre en la revista Minuto Digital –asociada ahora en lo sucesivo a la cadena norteamericana Alt-News-, bajo el título “Calumnias del Padre Las Casas e Inmigración masiva", del que me da (cargado de indicios y sospechas) que fuera la razón ultima que se de diera baja a mi colaboración periódica con ellos hasta hoy sin que se me diera motivo ninguno (aunque tampoco yo lo pedí o exigí, seamos justos) No importa. O Félix Culpa!

 Si la censura de la que (injustamente, y con o sin fundamento) me sentí objeto entonces pudo haber servido o facilitado o favorecido que tanto tiempo después se pueda debatir libremente de lo mismo, sin reservas ni tapujos. Y en el fondo o de telón de fondo de este debate en redor de dicho articulo cabe vislumbrar el articulo póstumo de José Antonio, “España germanos y bereberes” del que me ocupe también en el libro mencionado (óp. cit, ibídem). Y del que me he venido ocupando también en este blog directa o indirectamente en algunos de sus articulos. Por el que viene el escándalo ahora mas si cabe que por el artículo referido.
El texto más crucial y revelador del Fundador de la Falange (de agosto del 36) (…), tanto que algunos devotos de su memoria no ven en él más que un texto apócrifo o una novedad insólita y sospechosa –un “hápax” lo llaman los lingüistas (bíblicos)- a expurgar de inmediato (por lesa/ortodoxia) de sus Obras Completas. ¿Mala nueva como la califica alguno de sus detractores (antinazis et antifascistas), “la peor de todas” (parafraseando a Nietzsche contra San Pablo en el Anticristo)? ¿José Antonio racista o racialista (sic) al menos (Stanley Payne dixit) en sus últimos días? ¿Guerra étnica de razas –como así la vieron en la Alemania nazi (...)- la guerra civil española? Las pregunta sin respuesta. Y en esa o esas estamos cuando entra -mareando la perdiz (…)- en el debate, tan crudo y doloroso entre españoles, uno de fuera, argentino, y por cuenta o en nombre (hasta prueba de lo contrario) de un papa ítalo/argentino que criminaliza (ex cathedra), sin vergüenza y con gran desparpajo, el pasado español de América
".../...entre una España contemporánea en donde la rebelión bereber no llegó a triunfar -sin duda porque no podía ser de otra manera y porque se trataba en definitiva sustancialmente de una hipòtesis o mera especulación (racial) intelectual y no otra cosa-, y una América ex hispana en donde sí llegó a triunfar en cambio entonces la rebelión mestiza anti-española" ("Krohn, el cura papicida" p. 111, Madrid, Circulo Rojo, 2016 )

Cuánto les duele en verdad a los guardianes del (santo) sepulcro ese artículo tan crucial, tan revelador y tan decisivo, hasta el punto que no dudan en poner su autenticidad en entredicho. El más joseantoniano –así nos lo parece a algunos, lejos de ser un texto apócrifo (sic) como pretenden- de todos sus escritos. Hay que comprenderles no obstante, y es porque con él la superstición joseantoniana basada en una lectura e interpretación cerril –literal, “integrista”- de las Obras Completas se viene (estruendosamente) abajo ante el verdadero rostro y el verdadero pensamiento del Último Jose Antonio- que en ese texto tan candente y tan en caliente, en el verano (mes de agosto) abrasador del 36, a pocas semanas de su muerte --, se pone clara y tan crudamente al descubierto. La mala nueva (sic) si no "la peor de todas" (Nietzsche dixit, contra San Pablo) como la califican algunos de sus detractores. Y así me expreso sin acrimonia, consciente que soy del valor (precioso, incalculable) de las creencias íntimas y sinceras, sean o no sean supersticiosas. Y es lo que cabe leer o descubrir sobre todo en los comentarios críticos al artículo que comentamos sobre ese punto preciso. La herida en llaga viva de unas convicciones sinceras que lleva a algunos a enarbolar -y esgrimir como una honda o tirachinas- de nuevo las Obras Completas en un estilo y en la cargazón conceptual tan inconfundibles, y en una retórica tan inimitable –a base de misión imperial, del (santo) mestizaje español de America (donde ellos nota bene no pusieron, un pie en su vida, dicho sea de pasada, ¡ni de turistas!)- y de los clisés consabidos, del alma capaz de salvarse y condenarse (de las penas nota bene del infierno (…), de la Patria como unidad de destino en lo universal y del hombre portador de valores eternos (etcétera, etcétera) - qué digo? que parece (¡tantos años ya como se fueron!) que me los estoy viendo o imaginando (sin bromas) Sin acrimonia ya digo, y sin complejos tampoco y firmemente resueltos a zanjar o a sajar donde mas duela, bien conscientes que somos que nos va la vida en ello. Léase, el futuro (inmediato) de la Patria común, ni más ni menos
(continúa)
Mariano Moreno, líder criollo de la revolución de Mayo (anti-española) Masón (ilustre) y amigo de masones, por descontado. E icono fetiche de judíos (a las pruebas me remito) ¿Criollos, blancos o mestizos? A las pruebas igualmente –de uno de sus retratos más autorizados- me remito. “No criminalicen a los criollos –advierte el autor del articulo de Alerta Digital, como entre líneas-, porque no todos eran masones”: ahí se le ve el plumero –de su identidad y de su memoria (no españolas ni hispánicas, sino criollas)- al autor del articulo (incendiario y demagógico) sobre la pureza –o impureza- racial de los españoles. Un argentino (…) ¿Se ha leído mis libros? La pregunta ociosa. Que no nos vendan "milongas" Fueron los criollos -y no los negros ni los indios- los artífices y agentes (de arietes de demolición) en la rebelión anti-española (…)
En el artículo se proclama y se defiende –cargado de argumentos y de una documentación a prueba de un examen o análisis critico por sutil y minucioso que sea el carácter racial -o étnico- de la Tradición española, la identidad histórica de España como nación, en paralelo con el último Jose Antonio, nuestra estirpe o filiación (colectiva) gótica (o visigoda) y europea, a costa o al precio de descalificar como un descomunal error histórico el mestizaje español de America: un mestizaje en masa, impuesto –como se explica paladinamente en el articulo que aquí abordo- por motivos teológicos, religiosos, -de un signo o sentido judeocristiano- en los que no es difícil reconocer un sentido o sentimiento de culpa o de culpabilidad colectiva (abrumadora), como si mestizándose en masa fuera (en la mente de evangelizadores y misioneros) la única forma –para los Conquistadores y sus descendientes- de redimirse del hecho de la Conquista, condenada ya (sin remisión) por el Padre de las Casas, y en la que el papa Francisco italo-argentino (nota bene) no duda en calificar de “crimen de guerra”. Quién criminaliza (sic) a quien, señor Sifgrido (del autor anónimo del artículo)? Los españoles (a los criollos), que no dejan de ser criminalizados (por el papa Francisco)? Y paso pagina aunque volveré sobre el tema, prometido. Dicho a modo de descargo todo lo que precede, de botón de muestra apenas, que el articulo que qui abordo no sólo merece mi aplauso y mi mas profunda atención sino también mi enfoque o análisis crítico. Porque de verdad que no puedo verme libre -lo siento- del sentimiento indefectible que el artículo en cuestión no venga a ser más que una respuesta o una forma de desviar la atención -"noyer le poisson" en francés, marear la perdiz en español (...) de la acusación central que se ve vehiculada en los libros y artículos que aquí menciono (sobre este asunto) A saber, que España el Imperio español fue víctima –como “una puñalada por la espalda”- de la rebelión mestiza (sic) que impulsaron y llevaron a cabo los criollos (sic) –y no lo indios ni los negros o mulatos- a saber los nacido en America de sangre o estirpe española y fruto (mas o menos espurio) al mismo tiempo del mestizaje de masas referido. ¿Blancos lo criollos? como –en un “a priori” no poco sospechoso- deja (varias veces) sentado o escapar el autor del artículo fingiendo sin duda –o disimulando (de lo mas “piola”) ignorar la compleja cuestión semántica, semoviente, movediza (vista la evolución innegable del término y concepto, de “criollo”, referido)
Escuela de Salamanca (s.XVII) Ese es uno de los títeres que descabeza el articulo por el que viene el escándalo y la polémica, que la califica de fuente de “liberalismo”. Vieja acusación de marca francesa, y botón de muestra (uno más) del afrancesamiento intelectual –de signo antiespañol- del nacionalismo argentino. “La Santa Liga (católica) fue precursora de la idea republicana en Francia” dejó efectivamente escrito Charles Maurras, en alusión a los autores jesuitas de la Escuela de Salamanca -asesores y estrechos consejeros de Felipe II-, Francisco Suárez, y Juan de Mariana (y Luis de Molina), no tanto por sus tesis filosóficas o sus teorías de la soberanía política –anti-absolutistas,-ni en la controvesia (bizantina) sobre la gracia, sino por tratarse de destacados defensores del tiranicidio en el marco de la guerra de religión y de atentados católicos- contra Enrique IV, de Borbón (el de “París bien vale una misa”)
Porque ahora va a resultar que la blancura (de piel)  –y pari passu el europeismo- de los criollos (o mestizo/criollos) esta más fuera de discusión que la de esa mezcla (o mezcolanza) (racial) –de germanos y bereberes (sic) – de la que surgieron los españoles, los que allá fueron como los que se quedaron en la Península. Y de todo lo que precede habrá adivinado ya el lector que sé quién es, quién se esconde -bajo seudónimo- en este artículo, o lo sé o me lo imagino. O en otros termino que no me cabe ni la menor duda de su hechura o de marca de fábrica inconfundible, de este artículo y de su autor, argentino (…) Un ejemplo o botón de nuestra penas de lo que afirmo o sospecho o imagino) Y en el pin pan pun – en francés, “juego de masacre” -en que deriva o degenera a veces el articulo- sin dejar títere con cabeza entre españoles, hasta los mas intocables entre los españoles -Ignacio de Loyola y sus inmediatos discípulos, el Padre Mariana la Escuela de Salamanca, O’Higgins entre los chilenos (¿y por qué no un Sanmartín?), un Artigas entre los uruguayos(¿y por qué no el icono mayor de la revolución argentina de Mayo, Mariano Moreno?) o el peruano Vargas Llosa, “liberal y mestizo” (lo califica el autor del artículo), o el mejicano Vasconcelos, o el español Ramiro de Maeztu -¿y por que no su amigo (y anfitrión) e intimo colaborador, Atilio Dell'Oro Maini, fundador de los Cursos (argentinos) de Cultura Catolica, matriz inicial del nacionalismo argentino?)…(…) De ese juego de masacre como digo, no surge como digo ningún nombre (de argentinos) que no se vea rodeado –y protegido- de tabúes intocables en la historia o en la ideología histórica defendida y difundida por "su" nacionalismo. Sin acrimonia ya digo y en espíritu de concordia o de reconciliación sincera, consciente de la gravedad de la hora y del reto magno que nos plantea a blancos occidentales –europeos o americanos- el Destino en esta hora de todos los peligros. “No hay que criminalizar a los criollos", dice –a modo de advertencia- el autor del artículo, y da como prueba o prenda de lealtad el florecimiento en la hora actual de movimientos identitarios (sic) en toda la América (ex) hispana que enarbolan la bandera de la Tradicion española con la Cruz de Borgoña. Lagarto, lagarto, como decía García Lorca (copiado de los gitanos de Andalucía) Porque si vienen –esos jóvenes identitarios del otro lado del charco- en un espíritu sincero y verdaderamente leal a las raíces y a los orígenes en el desafío mayor que nos plantea a españoles y europeos todos la islamización rampante (en curso) en suelo europeo, agazapada tras la invasión silenciosa, bienvenidos sean. Si vienen en cambio en plan de dar lecciones, de moral –y de ortodoxia (“nacionalista” y “católica”) y de gramática y literatura -como acostumbran, un acento sí, un acento no, o tilde (sic) que me diga (¿un hápax, un neologismo argentino?)- y ahora incluso de patriotismo y de Historia (y genealogía) españolas -y de genética europea- y de guerra civil española, no gracias, que eso ya me lo conozco (el paño), de ni estancia –de año y medio- por aquellos pagos que casi me cuesta la vida, y no por posicionarme a favor de la TFP integrista brasileña –otros tigres de papel-, como lo pensé entonces, sino por español en América, sólo por eso, víctima del resabio criollo y de su fobia antiespañola. Que a todas luces, todos aquellos nacionalistas/argentinos de apellidos extranjeros no/españoles –italianos, franceses, irlandeses, sirio/libaneses etcétera, etcétera-, que me amenazaron y aquellos seminaristas (ex) hispanos del seminario (tradicionalista) de Buenos Aires (La Reja) de los que me vi objeto -sin motivo aparente- de acoso, de rechazo y de desprecio, veían en mí un español descendiente de colonizadores (y conquistadores) más que otra cosa. Así es como hoy lo veo y lo siento. Sin acrimonia, y sin reservas ni tapujos (ni complejos)  ¿O a ver si después de habernos quitado (o robado) la gramática, se van a llevar hasta la bandera (y la cruz de Borgoña)? (...) ¿Una maniobra –marca Nueva Derecha (Nouvelle Droite)- de los más altos vuelos a la que estaños asistiendo? ¿En el terreno de las ideas y de la Memoria y en la que los españoles figuramos apenas no como protagonistas directos –y responsables de nuestro propio destino- sino de testigo o espectadores como siempre, como hace ya tanto, sumisos, dóciles y atentos? No creo en las meigas dice el refrán, pero hay las. Aviso a los navegantes, España no esta en venta (de almoneda), ni nuestra memoria historia es el (sub) producto) de un “think tank” cualquiera, por prestigioso (e “incorrecto”) que sea. Afrancesados, sí pero no tanto. ¡Gloria a la Reconquista y a la Conquista de America, y a la filiación o e estirpe europea de los españoles! Vergüenza patria la llamada Emancipación americana, léase la rebelión mestiza (o criollo/mestiza) anti-española!
Guerra de las Malvinas (abril, junio 1982). Fui neutral como tantos otros, en España o en Inglaterra (y en Francia o Bélgica) Aunque soy consciente de haber sido la excepción en los medios (llamados) patriotas. en España. Me había ido ya del país más de un año antes, amenazado por sus nacionalistas (…) El tiempo me dio la razón: con el desenlace de lo que no dejó de ser una guerra de razas, blanco/europeos frente a criollo/mestizos (no los mandos argentinos y sí la tropa) “Los argentinos son mezcla de españoles y de italianos, si luchan como los segundos, no problem, si lo hacen como los primeros, mala cosa”, escribió en la ruptura de hostilidades un periodista britanico. Había olvidado -ay dolor!- el tercer componente (criollo mestizo) de la mezcla. Para recordación, las Malvinas fueron –en un principio- una conquista de navegantes flamencos al servicio de la Corona española

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