"Qué poco dura la Vida Eterna, en el túnel de tus piernas, entre Córdoba y Maipú!" (Joaquín Sabina)
Obra de gran repercusión sobre el pasado in-con-fe-sa-do de Mircea Eliade: su tránsito por el movimiento fascista rumano de la Guardia de Hierro, y las posturas antisemitas de sus escritos de juventud. Que el NOM le perdonó, o que él mismo se hizo perdonar haciéndose así un hueco en el nuevo mundo (lunar) que surgió para perdedores (como él) tras el desenlace de la II Guerra Mundial. De profesor de teologia -políticamente correcta- en la Universidad de Chicago -un respeto-, al precio de una critica desvastadora del pensamiento anti-moderno (anti-Lumieres), léase del basamento omnipresente en las corrientes ideologicas nazi-fascistas (de su juventud): lo que él "comete" a modo de epílogo o colofón -léase retractación- de su obra sobre el eterno/retorno en la obra de Nietzsche ("le mythe de l'éternel retour")
Mircea Eliade, válgame (otro) santo de palo. No un cualquiera como nos lo presentan no, sino el chamán de chamanes o el profeta de una nueva religion, o no tan nueva, a saber la historia o la ciencia de religiones (histoire de religions) Fascista reconvertido, y arrepentido de su antisemitismo y de su paso por la Guardia de Hierro, no importa, que el NOM mundial tiene anchas espaldas y sabe recordar y olvidar en aras de la buena causa como lo habremos visto ahora en la guerra de Ucrania y en el estrellato que acordaron (gratis, porque sí?) los medios de la prensa "mainstream" al regimiento ("nazi" o "neonazi") de la acería Azov. Y lo ilustra un librito -la más importante de sus obras- caido de pura casualidad en mis manos sobre el eterno/retorno, la doctrina mayor en el pensamiento de Federico Nietzsche, ogro o bestia negra del pensamiento único como lo tengo dejado y bien sentado en este blog. Y por si cupieran dudas, no hay más que echarle un simple vistazo al último capitulo de aquella como hecho de encargo o como el precio de peaje que permitiese a alguien de un pasado tan cargado y recargado como el suyo, hacerse un hueco o un sitio en el mundo lunar que a los ojos de muchos perdedores como él o los suyos venía a ser el que resultó del desenlace de la II Guerra Mundial. Y es así en esa (indispensable) clave histórica o ideológica que hay que leer esa obrita tan críptica, para iniciados -en la investigación academica (o Recherche, s'il vous plait)- y asi todo sea aclara, dejándonos de sutilezas y arabescos y disquisiciones teológicas o pseudo teológicas tan del gusto (oriental, euro/oriental), "chicanas" como dirian en el hemisferio austral (y con razón)
Rumanofobia? Nada de eso, dicho en atencion y con todos los respetos a la idiosincracia cultural tan seria y genuina y tan propia de un país bisagra entre el catolicismo romano y la Ortodoxia oriental, entre la Europa latina y la Europa del Este, Danubio adelante (hasta dónde?, que sé yo) Y dejándonos de cuestiones de detalle o colaterales, vayamos (raudos) al fondo de la cuestión. Eterno/retorno, blasfemia mayor para los garantes del Pensamiento Unico, en lo que viene a ser el núcleo central -"noyau dur" en la jerga (pedante) academica en curso-del pensamiento único en curso en el mundo universitario occidental- del pensamiento o si se prefiere de la carga o cargazon (ideológica) del mensaje del pensador alemán. Que "eternidad" no hay más que una (nos dicen), la del Mas Allá (judeo-cristiano) y todo lo demsá (nos dicen) no es más que una vulgata de creyentes (sic), en la eternidad del instante (cara a Martin Heidegger) Un eco apenas, el eterno retorno o el mito (sic) del eterno retorno, tal como Mircea Eliade le llama (como por encargo) de la eternidad/del/mundo, objeto de creencia común en el mundo (pagano) antiguo de antes de la emergencia del judeocristianismo (sic), a lo que Mircea Eiade rinde tributo en una especie de autodafé de sus posturas anteriores, sobre la Historia y el terror (sic) de la Historia, y la Fe y la Esperanza (judeocristiana) y la Libertad, a modo de epitafio o de colofón de su obra tardía "El mito del eterno retorno ("Le mythe de l'éternel retour") De cuento de hadas pos-modernos sólo le falta el del BIG BANG (de un jesuíta belga, como no podía ser por demás (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario