domingo, noviembre 16, 2025

¿"PERDIMOS LA PAZ" DESPUÉS DE GANAR LA GUERRA?

 "Mi padre era falangista. Yo era muy de derechas hasta que fui a la Universidad y me volví roja" (Pilar EYRE ESTRADA) 

Y yo me quedé -por testigos los que me cruzaron entonces allí-, más solo que la una


En la foto -de abogados laboralista muertos  -en el contexto de una huelga insurreccional del Transporte público en Madrid- en la Matanza de Atocha , (24 enero 1977), próximos de Comisiones y del Partido Comunista-, en el centro (línea de arriba) Luis Javier BENAVIDES ORGAZ, nieto del general ORGAZ, sublevado el 18 de Julio de 1936, y en sus años de estudiante del Bachillerato, alumno de los jesuitas. Y entre los (gravemente) heridos entonces, figuraba Alejandro RUIZ -HUERTA, hijo de un militar del Ejército del Aire (de alta graduación, faltaría) 

En las película Nueve cartas a BERTA  del cineasta Basilio MARTIN PATINO -primera mitad de los sesenta- afloraban los primeros signos y síntomas de un fenómeno inédito que iba a marcar (al rojo) la España de la época aquella y condicionó fuertemente su futuro entre bonanzas y tormentas.  Y en visión retrospectiva -en el cielo de la Memoria- me lo corrobora lo que leí una vez de un intercambio de correspondencia entre Dionisio RIDRUEJO y Narciso PERALES precisamente por aquella época en la que este ultimo, camisa vieja -que yo alcancé personalmente a conocer al entrar en la Universidad- se quejaba ante el antiguo delegado de Prensa y Propaganda (falangista), que con la orientación o el giro (a la izquierda) que estaba emprendiendo de golpe  la juventud universitaria entonces "ya no se podía hacer política" (o algo así, pero la idea era la misma) 

Y el que esto escribe -que ha disertado repetidamente sobre el tema, dentro de este blog como fuera-, da fe y constancia de ello. Algo grave y pesando fuertemente en el pasivo del balance del Régimen y de su legado siempre presente. Y lo fue en primer lugar por su fracaso polvoriento y estruendoso en el área de la política universitaria, ante una situación fuera de control que se le fue (al régimen) rápidamente de las manos -sin dejarle otra opción que la represión y la censura-, en la que jugaron imponderables y factores -de imantación - propiamente imprevisibles, cierto, como lo fue la revuelta universitaria -análoga a la de hoy (generación Z)- plasmada en el mayo francés -precedido a su vez de unos meses en las universidades alemanas-, pero originado a la base en un choque generacional (sic) como aquel al que alude -en signo premonitorio-  la película aquella, en relación estrecha con la eclosión (y su desenlace) de la guerra civil española. 

En lo que tenemos que acabar rindiéndonos a la evidencia, que en la búsqueda de responsabilidades colectivas no parecen exentos de ellas los que ganaron la guerra. "¡Venceréis pero no convenceréis!", las palabras de UNAMUNO a MILLAN ASTRAY suenan, resuenan y revolotean -en tan crucial aniversario y a tantos años ya de aquello- como funestos murciélagos o pájaros de mal agüero (y de mala sombra) Como el gesto torvo y la mirada severa del profeta de calamidades (sic), que es como aquel hoy se nos presenta. ¡Enigma insondable como el de la Esfinge, aquellas palabras del rector de Salamanca! Perdieron en la Paz los que ganaron en la guerra, solíamos responder ante el envite, de forma espontánea y sin calibrar o no del todo el alcance y significado de la (críptica) formula aquella. ¿Perder una paz? ¿Que es lo que significa? ¿O será que no ganaron o no del todo los que ganaron esa guerra? 

Y ahí encaja bien la hipótesis que venimos aquí defendiendo contra viento y marea y en (penoso e involuntario) desafío del juicio u opinión de historiadores de renombre -como Stanley PAYNE o Pío MOA-, a  saber, la de la guerra del 36 como "pródromo"-o síntoma, o malestar sintomático y premonitorio- de la II Guerra Mundial, o repetición general de ésta, aquella. O de simple prolongación de la II Guerra Mundial, la guerra de los Ochenta (y tantos) Años, como yo llamo a nuestra guerra civil. ¿Primera y ultima batalla de la II Guerra Mundial, la nuestra del 36? 

Tal vez que ahí se encuentre la clave -o "cifra"- del enigma. Pero no del todo. Porque si esa hipótesis se confirma: que la derrota alemana -y de los nazi/fascismos- fue en cierto modo y manera también nuestra propia derrota, quiere decirse que debemos tomar nota -léase levantar acta- de aquella, ello sin dejar de reñir la guerra híbrida o asimétrica de memorias. La batalla cultural o sea. Y diciendo o pronunciando esa fórmula, los duendes se ponen en danza -como le dicen en Bélgica (flamenca)- y se oye el rechinar de dientes en la plana mayor (me refiero) de los grandes partidos de derechas.  Y la idea del compromiso histórico (sic)  -cualquier parecido pura coincidencia con aquel otro en Italia años setenta- sale a la superficie en primer plano de la escena.  

Y es la idea -y que nadie aquí se escandalice- que afloró, y que yo vi- desde la primera avalancha de noticias de la guerra en Ucrania: un compromiso histórico en España a imagen y semejanza -¿y por qué no?- del que a todas luces se tiene sellado en la Rusia post-soviética que es en mi modesta opinión el principal fuelle que -del lado ruso- sigue encendiendo la guerra (patriótica) Suspensión o moratoria (sic) en el tema de la guerra civil, del 36, marco nuevo en el plano de la opinión y en el terreno institucional. ¿El nuevo consenso (sic) que finalice la Transición como lo fue el que dio inicio a aquella? El que pueda entender que entienda


Vicente CEBRIAN, padre de Juan Luis CEBRIAN ("Juanli") que fue fundador de PRYSA Y director de El PAIS. Su padre a su vez fue director de "ARRIBA", de la agencia PYRESA , y de la DELEGACION DE PRENSA DEL MOVIMIENTO, heredera de la Delegación Nacional de PRENSA Y PROPAGANDA (que fundó Dionisio RIDRUEJO,) De ese núcleo inicial procedían relevantes figuras del PAIS, como los hermanos FRAGUAS, -Rafael y Antonio (FORGES)-, el padre de los cuales, Antonio FRAGUAS SAAVEDRA  fue Director General de Cinematografía y Teatro, en tiempos de RIDRUEJO en la Delegación Nacional. ¿"SE PERDIÓ LA PAZ", DESPUÉS DE HABERSE GANADO LA GUERRA? ILUSIÓN, PORQUE LA GUERRA  DE LOS OCHENTA (Y TANTOS) AÑOS, CONTINÚA


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la matanza de los abogados de Atocha, hay dos interrogantes: primera: por qué no acudió ese día al despacho manuela carmena castrillo, titular del mismo, cuando se esperaba una importante reunión; segundo: en el juicio, celebrado en las salesas, en marzo de 1980, fue testigo don mariano sanchez covisa, de los guerrilleros de cristo rey, farmaceutico inventor del reconstituyente co- hepa b 12, que mencionó la implicación en el atentado de un militar del seced y de un turbio personaje llamado manuel reduello alonso, el "terror de la estacion del norte" en los años treinta, por atracador. Nadie quiso investigar esa línea de investigación. El gran beneficiario del atentado fue el partido comunista de paracuellos del jarama, y su jefe el turbio santiago carrillo, legalizados el 9 de abril de ese mismo año, sábado santo rojo.....Las malas lenguas dicen que manola carmena recibió una llamada de un general de dentadura "mellada" para que no fuera ese dia a atocha 44; por cierto, poco despues, con "cuarenta tacos" carmena sacaria la oposicion a judicatura ¿lo que daría por conocer el tribunal que aprobó a esa añeja opositora comunista? Saludos.

Juan Fernandez Krohn dijo...

Todo aquello lo seguí de lejos como ya sabes, aunque muchos episodios de la Transición los viví -y sufrí y soporté, pese a la distancia- como en carne propia. La legalización por ejemplo a la que aludes, del PC, en Semana Santa junto con el empadronamiento legal en España de Santiago CARRILLO, el marqués de PARACUELLOS, como entonces le llamamos. Donde asesinaron al padre -coronel del Ejército- de mi padrino de bautizo, que dejó cinco hijos. Dices que CARRILLO fue el gran beneficiario de aquello, pero le costó nada menos que renunciar a la estrategia insurreccional (sic) que hasta ahí había seguido, porque tuvo miedo de perderlo todo (como creo recordar que lo llegó a confesar él mismo) A Mariano SANCHEZ COVISA le conocí bien en aquel mundillo universitario de bares de la calle Princesa (años setenta) Como allí conocí también al coronel SAN MARTIN que llevaba entonces el grupo universitario del AUN -que alguien me lo presentó, él sabiendo quien era yo, y no al revés -, en una visible maniobra de captación (que no marchö) Y supe quien era cuando le reconocí en las fotos de los periódicos, el 23-F. A Mariano y alguno de sus amigos, como Ángel SIERRA, les traté un poco en aquellos ambientes, pero nunca pertenecí a los Guerrilleros de Cristo Rey. Y una de las veces, de vuelta a España, vistiendo hábitos (de la FSSPX), estando yo ya en el Seminario de Ecône, me llamó para invitarme a una reunión y le dije que no. Fue siempre correcto conmigo, y sigo pensando que los horrores que se propalaron -hasta hoy- por su cuenta eran puras calumnias o leyendas piadosas. Del general GUTIERREZ MELLADO me abstengo de hablar y de pronunciarme. Sé poco de él y lo que sé, no estoy seguro que sea completamente creíble en tan complejo personaje, con un pasado de espionaje (en los servicios secretos).del mas alto nivel a sus espaldas. Sé de su (enconada) rivalidad con CARRERO BLANCO -azules contra monárquicos ·meapilas· dentro del Régimen- , en lo que contó con la complicidad de la esposa de FRANCO. De ahí a ver en él un cómplice de la muerte (asesinado) de aquél, como hacen o hacían algunos -en sectores militares por ejemplo- hay un largo trecho que nunca recorrí. Por lo demás, ya expuse varias veces lo que pensaba de aquel atentado -y de la larga mano USA- en las entradas de mi blog. Y a Manuela CARMENA -y ya termino- no la conocí, pero sí que la conocieron bien amigos -y antiguos camaradas- míos, que coincidieron con ella en la Universidad, donde llegó estar colocada en la Comisaría para el SEU (última época) y donde se la conoció (me aseguran), vestida de camisa azul. Diciendo no obstante en su descargo que hizo algún favor -en materia judicial, en la Transición a alguno de aquellos (antiguos camaradas) que de ella me hablaron. Lo que dices de ella y de GUTIERREZ MELLADO es no obstante muy verosímil, teniendo en cuenta el perfil del personaje, del que es difícil pensar que no estuviera al corriente de lo que se tramaba. Ni él ni otros en los servicios: De lo demás, no se me ocurre nada que decir. Saludos cordiales otra vez