viernes, noviembre 14, 2025

DERROTA ALEMANA Y DESENCANTO FALANGISTA


"Si el camino de Berlín fuese abierto, no sería una división la que allí fuera, sino que sería un millón de españoles" (Franco en Sevilla, al principio de la II Guerra Mundial)




FRANCO y HITLER, en Hendaya. Una escena hasta hoy llena de enigmas. En el centro de la foto,  en último plano, y en aire distante y avizor,  el general ESPINOSA DE LOS MONTEROS, el que entró en Madrid (...) Figura emblemática de la derecha monárquica aliadófila y anti-nazi en la que se apoyó FRANCO -desleal y reo de Alta Traición- para poder dejar a sus fieles aliados de la guerra en la estacada. Y alto responsable -ante la Historia pues- de la derrota alemana en el 45 

A Luis María ANSON no le conozco personalmente, nunca le encontré, puedo considerarle no obstante un viejo conocido. Y fue de lo mucho que nos habló de él, Eugenio VEGAS LATAPIÉ, -que él sí le conoció y le trató- en las tertulias -de las que aquí repetidamente hablé-, que  organizaba justo antes de irme al seminario de Ecône, a principios de los setenta  en Madrid, en su domicilio. Que le evocaba con frecuencia como un convencido "maurrasiano"- tal y como Eugenio lo fue y lo seguía siendo entonces también, y lo sería hasta el final de su vida. Es decir, un partidario o simpatizante -Luis María ANSON- del líder y pensador francés, Charles MAURRAS, y de su movimiento monárquico y "nacionaliste" de la Acción Francesa. Es decir, de aquel autor francés,  "maldito" que escribió aquello, como lo leí transcrito, en una citación del referido autor, a modo de dedicatoria a un libro que ofreció delante mía Monseñor Lefebvre, -"la démocratie c'est le Mal"-, de su puño y letra ¿Hizo acaso esto de él un franquista o al menos un criptofranquista? Sin duda que no, ni aunque hubiera hecho públicas esas convicciones o simpatías tan "incorrectas" 

Le ponen no obstante (fatalmente) a años luz de la postura de donante de lecciones y de demócrata de toda la vida, que con tanto éxito hoy cultiva, sin ir más lejos en su columna "Canela fina" del Diario LA RAZÓNque cubre en dicho diario con tanto brío y energía. Lecciones de Historia y de ideología, de bien/pensancia o sea. Ni un demócrata Luis María ANSON, ni un antifranquista pata negra, de los de toda la vida. Y viene a cuento de su articulo certero e interesante y no menos sectario, capcioso e insidioso, en aquel diario, y en su número de hoy. sobre el Dictador FRANCO (sic) sumándose así sin complejos ni vergüenza a las ceremonias de execración -de "damnatio memoriae"que organiza, en buque insignia de su mandato, y en el 50 Aniversario de la muerte de aquél, el inquilino de la Moncloa. ¡Dios qué buen vasallo, si hubiera buen señor! 

Y voy aquí a reproducir -a beneficio estrictamente de inventario- algunas de las citas y afirmaciones, de las que más interés ofrecen, de ese artículo suyo, por su cuenta vaya por descontado, la suya o la de las fuentes que utiliza, en particular, la de Paul PRESTON, historiador (inglés), el único autor que cita. Y en particular, la cita (de FRANCO) más resonante -y también la más comprometedora- de todas. Cuando dijo: "Si el camino de Berlín fuese abierto, no sería una división de voluntarios la que allí fuera, sino un millón de españoles"  (en un discurso en Sevilla) O antes, tras la invasión de Francia, cuando escribe a HILER, para expresarle "mi entusiasmo y el de mi pueblo que observa con profunda emoción el glorioso curso de una guerra que ellos consideran propia" O en una  correspondencia con el Duque de Alba, su embajador en Londres, con el que también evocaría, y no en aquella, "el rayo cósmico", como arma/secreta que debía infligir un vuelco decisivo a la marcha de la guerra, o "la trampa" (alemana) en la que CHURCHILL y EISENHOWER habrían caído con el desembarco de Normandía. O de aquello -un tanto enigmático-, que escribió al Duque de ALBA: "conozco los efectivos del EJE. Me faltan alrededor de 80 divisiones -¿para lo que los alemanes pedían o esperaban de él?-, que creo veremos aparecer por algún sitio, en cualquier momento"

Y así, a bote pronto, y como primera impresión, cabe concluir -acorde con su diplomático zigzaguear, de la no beligerancia (oficiosa)  a la "neutralidad pactada" (Francisco UMBRAL díxit) a favor del EJE- cabe concluir  pues que FRANCO puso en duda la victoria aliada, y que deseó o esperó y contó con la victoria de Alemania  al menos hasta el brusco giro que la derrota de STALINGRADO  (2 febrero 1943) imprimió al curso de la guerra. 

Unas dudas en el plano de la estrategia militar, geopolítica, que no hacen más que reflejar el fatal dilema que la II Guerra Mundial planteó a FRANCO y a la plana mayor de los dirigentes de su régimen. Y a la vez del enigma irresuelto que el nacional/socialismo y los nazi/fascismos en general nos plantearon a muchos. Y nos siguen planteando. Franco no era fascista, y Francisco UMBRAL -en su novela "La Leyenda del César Visionario"- tenía razón. No fue menos -en ciertos momentos al menos de su régimen- un  fascitizado, por emplear la terminología -de libre curso hoy- que fue la que empleó Ramiro LEDESMA en "¿Fascismo en España?" , él, que sí se veía como un auténtico fascista (y nacionalsocialista) Y eso es precisamente lo que todos los que hoy en el tablero de la política española se sitúan a la derecha de la Moncloa, deben asumir sin demora.

Que el nacionalsocialismo y los nazifascismos arrastraban en su actitud, en sus divisas y consignas y en su ideología un poso de Verdad (sic). Su entronque con la Tradición primordial (sic) o sea. Como yo lo oí enunciar en una conferencia en Bruselas a Umberto ECO (fuera de toda sospecha) Y, secundo, que la II Guerra Mundial no era una guerra perdida de antemano -como nos enseña amartillándonos los oídos la DOXA bien-pensante y la legión de sus corifeos y devotos, cobardes y llenos de complejos la mayor parte de ellos. Sino que se pudo ganar (de un tris) Lo que nos obliga a poner a FRANCO en el Tribunal de la Historia,  en un pedido de cuentas en el plano de las responsabilidades históricas. FRANCO no fue un traidor, ni a la República porque no era republicano, ni a la Falange, porque no era falangista  (ni tampoco fascista)

Fue no obstante y sigue siéndolo ante la Historia. Porque no fue menos desleal, falto a la palabra dada y reo de ALTA TRAICION  a las alianzas de guerra, las que sí supo fielmente observar el Imperio Romano , y a lo que debió su grandeza. 

Lo que hubo pues -en la II Guerra Mundial- fue Alta Traición -crimen de lesa Majestad para los antiguos- y no (posterior) Desencanto. Y así resolvemos también -como dos pájaros de un tiro- el (hondo) enigma que nos plantean los grandes desencantados de nuestra posguerra. 

Como Dionisio RIDREJO -que fue nazi  que demócrata-, o el escritor mallorquín y poeta-en catalán- Llorenc VILLALONGA, catalanista después de haber sido antes (ardiente) filo/falangista. O como el falangista navarro muerto muy joven, Angel María PASCUAL, autor del himno "El Envío" que se puede considerar himno oficioso del Desencanto (falangista, y filo/fascista)  


Angel María PASCUAL, falangista navarro (dic. 1911-mayo 1947), autor de "El Envío", himno que cantaron -y que canté yo (en el FES)- en el Frente de Juventudes, en las Falanges Juveniles, y en la Academia de Mandos. Himno oficioso del Desencanto. Pero el desencanto falangista (sic) no lo era por el fracaso de la Revolución pendiente -como me enseñaron en el FES)-, sino de la derrota alemana -en el 45- de los nazi/fascismos. OMNIA VINCIT VERITAS

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