jueves, septiembre 18, 2025

ODIO, POLARIZACIÓN Y GUERRA CIVIL

"Hay ciertos odios que no son negociables" (de Tyler ROBINSON, que disparó mortalmente contra Charlie KIRK, al amigo y compañero trans, con el que convivía)


El odio de clase -marxista-leninista o estalinista- es la única forma (histórica) de odio (sic) que admite el pensamiento/correcto. De ahí pues hay sólo un paso, a la hora de endosar en el Adversario ideológico todas las otras 

El odio es esencialmente una respuesta emocional, una emoción (sic), no más que eso. y no lo digo yo, lo dijo hace ya más de dos mil años el filosofo ARISTOTELES -en algunas de sus obras más divulgadas -la RETÓRICA, y la ËTICA a NICOMACO-, que expone y trata hasta su último detalle tan espinosa cuestión, sin condenarlo de forma absoluta-, sino en su relación con la Razón y el justo medio (sic) y el Bien común, a lo cual el odio debe someterse y se supedita, y que no ve en ello además, más que una fuerza (sic), no solo de destrucción sino también de construcción . Y analiza el fenómeno, no sólo en sí mismo, sino en las causas que lo producen: el desprecio en cuanto hiere o vulnera la dignidad personal, y la injusticia y la humillación. Como en eco del pasaje bíblico: "Odio perfecto oderunt illos" (Salmos 139: 22) (*) Lejos pues, como en las antípodas, de la concepción platónica -La República, Diálogo sobre el Alma-, que ve en el Odio el Mal absoluto, causado por la ignorancia y contrario al Bien y a la Verdad.  FREUD en cambio asocia el odio a la noción -clave en su pensamiento- de sublimación, Algo pues inconfesable, (fatalmente) objeto de simulación u ocultación, que la lucha de clases tiene la virtud de desenmascarar, poniendo en primer plano y sacándolo a la luz de manera a reconocerlo e identificarlo debidamente y a combatirlo en el Otro. El  odio de clase es pues a la luz o al tamiz del pensamiento filosófica- y políticamente correcto (hoy en vigor), el único -en esa perspectiva- que admite la Razón (tal como me atrevo a postularlo yo)  Y lo ilustra el suceso que se acaba de producir del asesinato -a tiros- de Charlie KIRK, donde su agresor viene a reconocer de forma implícita aunque sea, el odio en la base de su acción. ¿Entretanto, es acaso verdad lo que se atribuye al asesinado que habría públicamente justificado -a la luz de la Biblia -, justo antes de su muerte, la lapidación (sic) de los transexuales, amenaza que habría justificado a su vez, como una reacción de miedo y temor, la conducta (homicida) del agresor? FAKE

La polémica, como sea, está servida. En relación con el referido asesinato, y también con la campaña urbi et orbe desatada contra la amenaza del auge de la extrema derecha y del odio (sic) que la alimenta y estimula, y que tiene su telón de fondo ambiental en la polarización in crescendo del espacio político español. Entre izquierdas y derechas, lo que se ha venido a calificar propiamente de estructural (sic), y que debe llamarnos a todos a reflexión. Por lo que equivaldría a reconocer la existencia de un estado de guerra (sic) en la sociedad española y en el marco de un Estado sin derecho (sic) -aunque no del todo "fallido-, como el español. Y quien dice guerra, dice también -como ya lo han adivinado los que me leen aquí- dice guerra civil (sic), en España, en Europa y en Hispanoamérica (ex-hispana) y de los medios y amenazas que acarrean en la memoria colectiva u en los mismos dirigentes, como en el caso de la presidenta italiana Giorgia MELONI, de la que recientemente se evocaba, que vivió y creció políticamente con el miedo en el recuerdo de los fascistas italianos que los partisanos arrojaban al fondo de las simas, en una practica generalizada en los movimientos de Resistencia -en Grecia por ejemplo-, tal como ya lo denuncié en una de las entradas de este blog. 

Y guerra quiere decir igualmente invasión silenciosa (sic), con la amenaza consiguiente a nuestra Identidad colectiva, cultural y espiritual (sic),  o Espíritu Publico, como ya lo (re) definí igualmente aquí. Y justifica las reacciones de temor (razonable) -y no de odio- que suscita el fenómeno de la inmigración (magrebí) Bien y Mal, distinción primordial, u oposición (o contradicción) dialéctica entre el AMOR y el ODIO, EROS y THANATOS, lo que no supone una negación de la realidad. Amor del Bien y Odio del Mal. El Amor (y el Odio) en la esencia misma de las cosas, o sea. LENIN pues, sólo tenía razón a medias. Verdades a medias o medias verdades, la lucha de clases y el principio del odio de clase. Y que nos dejen descansar 

(*): "Les odié con odio perfecto" 




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