sábado, junio 14, 2025

EL PP Y LAS APARICIONES DE FÁTIMA


Jorge FERNANDEZ DIAZ, ministro del Interior en un gobierno PP, que nos sorprende ahora con un cantoso articulo sobre las apariciones -y mensajes- de Fátima, y una referencia al inicio de su artículo, no cabe más política y más oportuna y a punto, sobre la guerra entre Rusia y Ucrania: Siempre en el centro de la escena (Yo)? aquí alguno tal vez me reprochará (...) Lo asumo, sí, de una vez (uff!!!) , tras tantos años de emplazamiento (urbi et orbe), y ahora también de cancelación y no sólo de linchamiento

Pacto de Metz? (*) Muy conocido en su casa a la hora de comer!: que no se me ocurre más que este chascarrillo que usábamos en casa en mis años niños, ante el surgir o resurgir como a golpes de varita mágica de ese pacto, acuerdo o tratado no menos fantasma, del que se ponen a hablar ahora por vez primera, de arriba abajo -grandes y pequeños de la tierra-, como a toque de corneta u obedeciendo una consigna urgente, de extrema urgencia sí,  que el tema por su gravedad, a fe mía que lo merece, por aquello aunque solo sea de que nunca es tarde si la dicha es buena. Sí, seguro? Lo que dice ese refrán de aquellos que odiaba tanto Francisco UMBRAL? 

Que por primera vez en mi vida me permito ponerlo en duda, que esto de ahora me suena, más que a clarín de amanecer, a golpe de sirena, lúgubre a fuer de alarmista, o fatal mas bien, en retraso sobre el horario previsto.  A un "a buenas horas mangas verdes", sí, como decían los antiguos, que reprochaban a la Santa Hermandad -"a contrario" (nota bene) de lo que hoy se da por admitido-, de acudir tarde siempre -vestidos de verde-, al escenario de los hechos. A despedida de un mundo que se fue -nos suena eso más bien, sí-, de ideas y de viejas creencias definitivamente obsoletas que nos quieren revender a la desesperada ahora, después de haberlas puesta -hace ya!- descaradamente en almoneda -en el Con-ci-lio Va-ti-ca-no Se-gun-do-, pintadas o repintadas de los más llamativos colores esta vez, pero ni por esas! 

Que por qué no denunciaron entonces los que parecían estar -entonces como ahora- en el secreto de los dioses, de la actualidad religiosa -que me diga, de política/religiosa. Y fue ese Pacto que se recuerda (a toro pasado) tan oportunamente y tan sigilosa y tan secretamente ahora, perfectamente creíble y verosímil, es cierto, sellado entre los santos padres conciliares, y los dignatarios de la Iglesia Ortodoxa rusa de la que sólo ahora - a tantos años ya de la caída del Muro! (...) se acuerdan algunos de decir lo que en ella sólo ahora consiguen ver: una simple correa de transmisión de  los agentes de poder y del espionaje soviéticos, -como lo denunció (hace siglos!) tan oportuna y valientemente, como quien predica en el desierto, aunque le trataran -en España sobre todo- como un apestado, el escritor francés, Michel DE SAINT PIERRE, en su novela, "best-seller" mundial, "Los nuevos curas" (un respeto). 

Un pacto, político, bajo el pretexto (hipócrita) de no querer "politizar" (sic) y de "ecumenismo" -en el marco (no se olvide) del Concilio Vaticano Segundo-, por el que se convino el obviar una nueva condena del comunismo (sic), tan necesaria y oportuna (como el comer) en aquellos tiempos inciertos de guerra fría, imprevisibles, y de supervivencia del régimen español, irritante anacronismo a los ojos de muchos, que aquella augusta asamblea -tal como lo tengo aquí ya tantas veces explicado- puso en el punto de mira (...) Un episodio el más escandaloso tal vez de los que se sucedieron en esa augusta/asamblea, y que se silenció más escandalosamente aún, tal y como le oí contar repetir de viva voz a Monseñor LEFEBVRE -en el Seminario de Ecône- no sé cuantas veces, y que retuve siempre fresco en mi memoria. 

Y ahora lo veo repetido a mis ojo absortos, en los mismos términos o casi idénticos  a como yo los oí de la boca del venerable arzobispo francés tradicionalista: un teje y maneje a la francesa y a la desesperada, de factura irreprochablemente clerical (episcopal, quiero decir)  -en el colmo de la hipocresía o sea-  que despacharon aquellos santos/padres, como fuera del plazo (sic) (*) (bis), en lo que selló -que no nos duelan prendas de reconocer- como un polvoriento fracaso de la (así) tildada -en los medios de la gran prensa española, al menos- "minoría" (padre MARTIN DESCALZO díxit) "tradicional", o "conservadora". 

A título ella -la referida minoría, su existencia misma y no sólo su fracaso- de prenda de una legitimidad (sic) llamada a sus ojos -y a fe mía que no se equivocaban- a ser fatalmente puesta en entredicho. Y formada aquella por un (exiguo) sector minoritario de padres conciliares -Monseñor LEFEBVRE, y los prelados brasileños, PROENCA SIGAUD (arzobispo) y CASTRO MAYER, a la cabeza (2), -y entre ellos, unos cuantos cardenales (de Curia) (3) y obispos españoles- e impulsada desde abajo y desde fuera por seglares de la TFP (brasileña) a los que conocí años más tarde en Madrid (3), empeñados -como ellos mismos me lo contaron- en la fundación de la (desaparecida más tarde) Sociedad Cultural COVADONGA (Augusta señora!) 

Pero lo más cantoso y llamativo del articulo -en la prensa de hoy ("La Razón")- que habrá dado pie a esta entrada, de la pluma o de la tecla  de un antiguo ministro del Interior (un respeto) lo habrá sido -como uno de los dos referentes mayores de su intervención-, junto al (fantasmal) pacto de Metz, su invocación a la Virgen de Fátima, y más exactamente a los mensajes de Fatima. "Válgame una santa de palo!" y no se me tome a mal esta humorada marca Valle Inclán -en "Luces de bohemia"-, que no se me ocurre otra glosa, humildemente lo confieso. Un político español de tanto realce y tanto renombre, repitiendo sin rubor como un papagayo aquellos mantras -de conversión de Rusia, y de consagración (del mundo) al Corazón de María- tan caros a la TFP y a tantos otros apestados, de los más apestados reaccionarios e integristas. Qué fuerte!!! (sin animo todo esto de faltar insisto) 

Moraleja de todo lo que precede: que los signos de los tiempos (sic), tan ensalzados y rehabilitados en el Concilio Vaticano Segundo, vienen a rehabilitarme y a redimirme de mi apestamiento y de mi puesta en entredicho. por cuenta de mi (impresentable) anti-comunismo, de mi gesto de Fátima y de mi (resuelta) oposición -hasta hoy- al Concilio Vaticano Segundo. Y una  apostilla final: en el documento referido en esta entrada y circulando en la Red sobre el pacto de METZ, se destapa y se da cuenta del miedo (sic) del papa Juan Pablo II -el de "No tengáis miedo!"- "de afrontar al enemigo" (verbi gratia, el comunismo)

(*) De la ciudad francesa donde se reunieron en agosto de 1962 -dos meses antes de la apertura del Concilio-, el cardenal TISSERANT, enviado de Juan XXIII, y NIKODIM, patriarca ortodoxo de Moscú

(*)(bis): Monseñor Philemon GLORIEUX,  -un nombre que oí repetidas veces a Monseñor LEFEBVRE- de un protagonismo mayor en la elaboración del (emblemático) documento conciliar -"constitución pastoral"- Gaudium et Spes: "signo de los tiempos" en verdad, el rechazo a la renovación de la condena del comunismo, en el principal redactor del documento estrella -junto con "Dignitatis Humanae" sobre la libertad religiosa- del Concilio Vaticano Segundo

(2): Junto a ellos también, el obispo italiano Mons. Luigi CARLI, obispo de Segni, al que los medios reservaban sin falta el dicterio de "anti-semita". Fue nombrado por PABLO VI (fuera de toda sospecha) -en el posconcilio, enero de 1973- arzobispo de Gaeta, hasta su muerte

(3): En particular, el cardenal (Arcadio) LARRAONA, que prestó sus dependencias romanas como sede del COETUS INTERNATIONALIS PATRUM, donde se congregó la minoría conservadora   

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