jueves, noviembre 14, 2019
CHILE, ¿EXHUMACIÓN DE PINOCHET?
ADDENDA (Última hora) Derriban en el marco de una acción de protesta mapuche dentro de las jornadas de protesta en Chile, la estatua de Pedro de Valdivia en la ciudad chilena de Concepción, de la que fue su fundador. Apunté en mi entrada a la clave –de signo racial- en el análisis del movimiento de protesta en Chile y se me olvidó de precisar o de apuntar más y mejor, es verdad: la inmigración masiva de Haití (de raza negra), yendo de síntoma y tapadera a la vez del fondo racial/indígena (aracauno/mapuche) en erupción (volcánica) en Chile las horas que corren, como lo muestra e ilustra la decapitación/exhumación del héroe español (de la guerra araucana). ¿Anuncio preludio o anticipo de la Tercera Guerra Mundial, guerra global, de lucha de clases y guerra de razas a la vez? Se admiten apuestas
23 de noviembre de 1975. El general Pinochet en el auge de su poder, en Madrid, en los funerales de Franco. Pinochet era legalista –y así lo catalogaban los medios españoles frente a los militares “golpistas” como Soupper o Viaux (del “tancazo”, aquel, y del “tcnazo”, anterior, el segundo)- pero se aprendió bien la lección, como todos los uniformados chilenos, de la guerra civil española del 36. División de la cúpula militar, calamitatis calamitatis. Y fue lo que hizo del golpe chileno del 11 de septiembre del 73 –al contrario del Alzamiento del 18 de julio- una operación quirúrgico-militar –casi incruenta- conforme a los moldes mas estrictos del “cirujano de hierro” de nuestro regeneracionismo. Y lo que ponen en discusión los actuales brotes de protesta callejera allí no lo es ni su figura ni su régimen sino el modelo económico neo liberal –escuela de Chicago- de aquel, y sus fallas y carencias y su secuela de desprotección de las clase medias o de los sectores –en particular la tercera edad- mas bajos y desguarnecidos de aquella. Lo que la prensa global quiere convertir en una operación de exhumación –como la del Valle de los Caidos- del general Pinochet y de su imagen y su recuerdo entre chilenos. Franco y a sus ancas, Pinochet, permanentes campos de batalla en la guerra de memorias
“Chile bien vale un rosario”, era uno de los (rancios) eslóganes de la TFP durante el periodo del presidente marxista Salvador Allende, con el que organizaban rezos del rosario en la vía publica para conjurar la amenaza del “socialismo con rostro humano” que se vendía tan bien en los medios y en la opinión publica de los países occidentales –y no hablemos de España-, y era una divisa que yo hice mía como tantas otras cosas de aquella organización brasileña en la fase “integrista” de mi época universitaria. Hoy se ve Chile de nuevo bajo amenaza aunque la retórica aquella político-religiosa por tantos y tantos conceptos nos parece (fatalmente) obsoleta y anacrónica y de muy distintas (sino de signo opuesto) abscisas y coordenadas. Amenaza (profunda) de desestabilización al capricho de los medios de la prensa global y de los gurús –género ciudadano Kane- que aquella controlan y supervisan (…), la que esta sufriendo el país andino (e hispano o ex hispano) en una situación análoga mutatis mutandis a las que acompañaron las llamadas primaveras árabes y el fenómeno de indignación callejera, y sobre todo la que se vivió hace dos años apenas en Ucrania. Y me pronuncio así y en esos términos consciente de lo insólito y atípico de mi análisis y a la vez
con la fuerza moral que me da el haber estado allí y lo intensamente que viví los capítulos más recientes y cruciales y decisivos de su historia contemporánea y hago con ello alusión al golpe de 1973 y a la serie o rueda de acontecimientos que se fueron sucediendo en la preparación y gestación de aquel tal y como fueron retransmitidos por los medios en España. Lo que me da la ventaja de poseer un bagaje o acervo de conocimientos y de experiencias directas por cuenta de Chile y de los chilenos no poco superior a la media de mis compatriotas y no digamos de belgas o de franceses o de otros europeos que tiene ahora de nuevo a aquel país en la mirilla de su atención -de blanco de sus fantasmas-, y de centro de sus miradas. Chile es un caso no poco atípico y excepcional en la serie de países de la América hispana (o ex hispana) A comenzar por su situación y su realidad geográfica. Atrapado entre el Pacifico Y la cordillera de los Andes en una configuración en extremo longitudinal que le lleva a contener o encerrar dentro de sus mismas fronteras zonas tan dispares como el Sur austral (antártico) de clima y paisajes análogos a los de la Europa polar junto con otras del Norte (chileno) en el área geográfica semi-tropical desembocando en el desierto de Atacama. Todo un microuniverso el Chile oceánico/pacífico, y andino, que le destinaba como si dijéramos a ser centro de recepción de influencias las más atípicas y dispares en comparación con otros países de la America (ex) hispana, y en particular de su vecino argentino al que le enfrenta una fuerte rivalidad por lo que le une o asemeja más que por lo que les separa. La Argentina es mestiza –mestiza y blanca, asi es como se asmen ellos mismos- y es en su historia diplomática y de política extranjera anti-inglesa mientras que Chile es tal vez mas indio y a la vez menos mestizo –y por ende más blanco- por paradójico que parecer pueda, y es también de un tradición diplomática pro inglesa y por detrás de ello, arrastra una influencia atípica en extremo en comparación con lo demás países hispanos (o ex hispanos), germana o germano/prusiana.
Pablo Rodríguez (Grez) en su fase de líder (y fundador) de “Patria y Libertad” durante el gobierno de Salvador Allende. Abogado y constitucionalista se declaró contrario en un reciente coloquio a cambiar la actual Constitución (de 1980) que no es una constitución ilegítima (sic). Cambiarla le parece en extremo peligroso por “ideologizar el país” y abrir “una grave fractura” en la sociedad chilena. Palabras resonantes y lapidarias, de candente actualidad en la hora que el presidente Piñera (DC) anuncia el cambio constitucional bajo la presión de la calle. Chile en la encrucijada
A lo que hay que añadir un elemento reciente que habrá pasado a formar parte de su orografía cultural y humana y es la corriente migratoria –fuertemente acaudalada- de población procedente del Caribe, concretamente de Haití, de raza negra, que brilla (incomprensiblemente) por su ausencia en los análisis vertidos en la prensa global de los recientes acontecimientos allí y que a mí en cambio se me antoja que ofrezca la clave de lo que allí esta pasando en los últimos dias y en las ultimas horas. Y es que me vino a la mente, sin pensar, lo que escribe Mariano José de Larra en su articulo sobre "el zapatero de viejo" y la glosa que aquel artículo le mereció a Francisco Umbral cuando evoca la mania o la costumbre dichosa –y funesta en sus efectos, calamitosa- de las clases altas en el Madrid de entonces –y en ello no creo que hayan cambiado nada- de hacer caridad -o justicia/social- con las clases más bajas por la via directa, pasando por alto –y sin contar con ellos, con su parecer `para nada- las otras clases intermedias, clases medias y sobre todo la clase media/baja. Y si observamos el efecto contagio que ese comportamiento social (o anti-social) fatalmente tiene en las direcrices al más alto nivel de la politica economica de una Nación se ve y comprende bien lo que en Chile está pasando: dialectica clases altas contra clase medias/bajas -y pensionistas-, explotada -y aventada en los medios por sus gurús, soros, reyes/midas o ciudadanos/kane de turno- por la izquierda y la extrema izaquierda, de cuño guerracivilista (y en una particularidad chilena y a la vez española) Y en un contexto de crecimiento economico y properidad generalizada sin parangón en Hispanoamérica. Y si además extrapolamos en el análisis la noción de clase por la de raza se ve –así se me antoja al menos- el papel crucial que esos elementos demográficos (inmigrantes) forzados a pasar desapercibidos en los analistas y comentaristas de la prensa global (por las razones que sean) puede que estén jugando en la situación actual en Chile, dominada por un movimiento de protesta –e indignación callejera- de signo fundamentalmente clasista o de lucha de clases en lo que lo ideológico –en términos de izquierdas contra derechas- se presenta como una variable secundaria y en extremo difuminada. Y es en lo que presentan como principal detonante -el alza en el precio del billete de Metro- de las protestas de una tercera edad y de las clases medias mas fragilizadas –y dejadas de lado o descartadas del vertiginoso auge económico de signo o liberal (escuela de Chicago) que habrá conocido Chile sin parangón entre los demás paises hispanos o ex hispanos en las últimas décadas- y en lo que aquella corriente migratoria parece jugr el papel de un factor de revulsivo, en una pura suposición de parte mía lo reconozco, pero de lo que el anonimato al que una corriente migratoria tan poco trivial y tan estratégica se ve (sospechosamente) condenada en los medios parece como querer disimular una situación, en medio de la crisis desahogada sino clara y descaradamente e privilegiada, lo que lleva o esconde en germen el que detrás del conflicto actual sociológico o social se pueda esconder o agazapar la gestación o el surgimiento en fase latente de un conflicto o de una guerra de razas (….)
La antigua presidenta chilena (de izquierdas), Michelle Bachelet, habrá impulsado –como la Merkel con los refugiados sirios- la acogida de la fuerte corriente migratoria de raza negra proveniente de Haití, de un protagonismo destacado -a modo de detonante o revulsivo entre la población blanca- más que verosímil y presumible en la crisis que conoce el más blanco tal vez de todos los países de la America (ex) hispana (más que española)
Pura suposición, ya dije que no lo excluyo, ni descarto que ello nos pueda dar la clave de explicación –y de solución- de la crisis tampoco. ¿Un respingo de la America blanca el fenómeno de indignación callejera al que cerca o lejos de Chile en los medios del mundo entero venimos asistiendo, análogo o comparable mutatis mutandis al que dio el triunfo –en el consenso unánime de analistas y comentaristas de la prensa global-a Donald Trump en las elecciones norteamericanas? Esperemos a dar una respuesta definitiva a que las cosas se vuelvan (sólo un poco) mas claras. Hay otro factor supuesto o real y efectivo en la actual crisis chilena y en su movimiento e protesta al que no se esta prestando (se me antoja) toda la atención que se merece y al que en los análisis estamos igualmente echando en falta (…) Y un indicio o signo o presagio de lo que aquí decir estoy queriendo nos lo ofrecen las celebres caceroladas que habrán desatado el actual moviendo de protesta y que evocan fatalmente y sin remedio aquellas otras caceroladas – de amas de casa (de clase medias y altas)- que sirvieron de detonante al movimiento (profundo) de opinión en el preludio y origen de la caída de Allende, del ascenso del general Pinochet y de todo lo que se seguiría (…) ¿Feministas de punta de lanza de la agitación? Y a fe mía que no hablo de oídas, que en el viaje que allí hice a principios de la década de los setenta –siendo miembro de la FFSPX de Monseñor Lefebvre- tuvimos ocasión entre otros tipos de contacto de encontrarnos con mujeres chilenas dirigentes del AMA, una asociación –de gran relieve y protagonismo en los tiempos que precedieron la caída de Allende- de mujeres (y amas de casa) antimarxistas sorprendentes por la determinación y la energía y la decisión (propiamente viriles) de las que daban muestras. Que me pareció un fenómeno típico de aquellos lares y de aquellas latitudes sin equivalente o parangón alguno en otros países occidentales ni de Europa ni de la America hispana o ex hispana. Y todo lo que precede parece indicarnos que el fenómeno al que estamos asistiendo no es regreso ninguno a la situación de antes del golpe (cívico/militar) de 1973 ni ostenta el signo anti-Pinochet que algunos dentro y fuera de España-por ejemplo en Bélgica- ver están queriendo y que nos tratan de vender a toda costa los medios de la prensa global, a toda costa y por todos los medios. Como una operación de exhumacion –en el plano de la memoria- del recuerdo o imagen del general Pinochet entre chilenos. Franco y Pinochet van juntos se quiera reconocer o no en el destino post mortem análogo, que parece tenerles reservada la Historia
“El dialogo fracasó y esta triunfando la violencia extrema. Llegó la hora del Orden publico y de reinstaurar el Estado de derecho en nuestra patria” José Antonio Kast (en la foto), figura emergente y ascendente en Chile tras los últimos acontecimientos (De la vieja guardia pinochetista)
Jaime Guzmán, senador, constitucionalista y asesor del General Pinochet. Fue el cerebro y artífice de la Constitución de 1980 que ahora bajo la presión de la calle se quiere cambiar. Es el gran convidado de piedra en la hora actual. Oí de él, en el auge de su influencia y de su poder, no pocos comentarios -en un inalterable tono de sorna y de desprecio de desconfianza y puesta en guardia- de la TFP. No sé de que pecados le acusaban ¿Contra el Sexto Mandamiento? No lo sé, pero los redimió sobradamente –cualesquiera que fueran- con su muerte, asesinado –en la flor de la edad (cuarenta y cinco años)- por un comando de extrema izquierda. No saber verlas venir, ese fue tal vez su (gran) pecado. Lo que la Virgen (que él tanto veneraba) no supo o no le quiso decir. Y que me perdonen los de la TFP
23 de noviembre de 1975. El general Pinochet en el auge de su poder, en Madrid, en los funerales de Franco. Pinochet era legalista –y así lo catalogaban los medios españoles frente a los militares “golpistas” como Soupper o Viaux (del “tancazo”, aquel, y del “tcnazo”, anterior, el segundo)- pero se aprendió bien la lección, como todos los uniformados chilenos, de la guerra civil española del 36. División de la cúpula militar, calamitatis calamitatis. Y fue lo que hizo del golpe chileno del 11 de septiembre del 73 –al contrario del Alzamiento del 18 de julio- una operación quirúrgico-militar –casi incruenta- conforme a los moldes mas estrictos del “cirujano de hierro” de nuestro regeneracionismo. Y lo que ponen en discusión los actuales brotes de protesta callejera allí no lo es ni su figura ni su régimen sino el modelo económico neo liberal –escuela de Chicago- de aquel, y sus fallas y carencias y su secuela de desprotección de las clase medias o de los sectores –en particular la tercera edad- mas bajos y desguarnecidos de aquella. Lo que la prensa global quiere convertir en una operación de exhumación –como la del Valle de los Caidos- del general Pinochet y de su imagen y su recuerdo entre chilenos. Franco y a sus ancas, Pinochet, permanentes campos de batalla en la guerra de memorias
“Chile bien vale un rosario”, era uno de los (rancios) eslóganes de la TFP durante el periodo del presidente marxista Salvador Allende, con el que organizaban rezos del rosario en la vía publica para conjurar la amenaza del “socialismo con rostro humano” que se vendía tan bien en los medios y en la opinión publica de los países occidentales –y no hablemos de España-, y era una divisa que yo hice mía como tantas otras cosas de aquella organización brasileña en la fase “integrista” de mi época universitaria. Hoy se ve Chile de nuevo bajo amenaza aunque la retórica aquella político-religiosa por tantos y tantos conceptos nos parece (fatalmente) obsoleta y anacrónica y de muy distintas (sino de signo opuesto) abscisas y coordenadas. Amenaza (profunda) de desestabilización al capricho de los medios de la prensa global y de los gurús –género ciudadano Kane- que aquella controlan y supervisan (…), la que esta sufriendo el país andino (e hispano o ex hispano) en una situación análoga mutatis mutandis a las que acompañaron las llamadas primaveras árabes y el fenómeno de indignación callejera, y sobre todo la que se vivió hace dos años apenas en Ucrania. Y me pronuncio así y en esos términos consciente de lo insólito y atípico de mi análisis y a la vez
con la fuerza moral que me da el haber estado allí y lo intensamente que viví los capítulos más recientes y cruciales y decisivos de su historia contemporánea y hago con ello alusión al golpe de 1973 y a la serie o rueda de acontecimientos que se fueron sucediendo en la preparación y gestación de aquel tal y como fueron retransmitidos por los medios en España. Lo que me da la ventaja de poseer un bagaje o acervo de conocimientos y de experiencias directas por cuenta de Chile y de los chilenos no poco superior a la media de mis compatriotas y no digamos de belgas o de franceses o de otros europeos que tiene ahora de nuevo a aquel país en la mirilla de su atención -de blanco de sus fantasmas-, y de centro de sus miradas. Chile es un caso no poco atípico y excepcional en la serie de países de la América hispana (o ex hispana) A comenzar por su situación y su realidad geográfica. Atrapado entre el Pacifico Y la cordillera de los Andes en una configuración en extremo longitudinal que le lleva a contener o encerrar dentro de sus mismas fronteras zonas tan dispares como el Sur austral (antártico) de clima y paisajes análogos a los de la Europa polar junto con otras del Norte (chileno) en el área geográfica semi-tropical desembocando en el desierto de Atacama. Todo un microuniverso el Chile oceánico/pacífico, y andino, que le destinaba como si dijéramos a ser centro de recepción de influencias las más atípicas y dispares en comparación con otros países de la America (ex) hispana, y en particular de su vecino argentino al que le enfrenta una fuerte rivalidad por lo que le une o asemeja más que por lo que les separa. La Argentina es mestiza –mestiza y blanca, asi es como se asmen ellos mismos- y es en su historia diplomática y de política extranjera anti-inglesa mientras que Chile es tal vez mas indio y a la vez menos mestizo –y por ende más blanco- por paradójico que parecer pueda, y es también de un tradición diplomática pro inglesa y por detrás de ello, arrastra una influencia atípica en extremo en comparación con lo demás países hispanos (o ex hispanos), germana o germano/prusiana.
Pablo Rodríguez (Grez) en su fase de líder (y fundador) de “Patria y Libertad” durante el gobierno de Salvador Allende. Abogado y constitucionalista se declaró contrario en un reciente coloquio a cambiar la actual Constitución (de 1980) que no es una constitución ilegítima (sic). Cambiarla le parece en extremo peligroso por “ideologizar el país” y abrir “una grave fractura” en la sociedad chilena. Palabras resonantes y lapidarias, de candente actualidad en la hora que el presidente Piñera (DC) anuncia el cambio constitucional bajo la presión de la calle. Chile en la encrucijada
A lo que hay que añadir un elemento reciente que habrá pasado a formar parte de su orografía cultural y humana y es la corriente migratoria –fuertemente acaudalada- de población procedente del Caribe, concretamente de Haití, de raza negra, que brilla (incomprensiblemente) por su ausencia en los análisis vertidos en la prensa global de los recientes acontecimientos allí y que a mí en cambio se me antoja que ofrezca la clave de lo que allí esta pasando en los últimos dias y en las ultimas horas. Y es que me vino a la mente, sin pensar, lo que escribe Mariano José de Larra en su articulo sobre "el zapatero de viejo" y la glosa que aquel artículo le mereció a Francisco Umbral cuando evoca la mania o la costumbre dichosa –y funesta en sus efectos, calamitosa- de las clases altas en el Madrid de entonces –y en ello no creo que hayan cambiado nada- de hacer caridad -o justicia/social- con las clases más bajas por la via directa, pasando por alto –y sin contar con ellos, con su parecer `para nada- las otras clases intermedias, clases medias y sobre todo la clase media/baja. Y si observamos el efecto contagio que ese comportamiento social (o anti-social) fatalmente tiene en las direcrices al más alto nivel de la politica economica de una Nación se ve y comprende bien lo que en Chile está pasando: dialectica clases altas contra clase medias/bajas -y pensionistas-, explotada -y aventada en los medios por sus gurús, soros, reyes/midas o ciudadanos/kane de turno- por la izquierda y la extrema izaquierda, de cuño guerracivilista (y en una particularidad chilena y a la vez española) Y en un contexto de crecimiento economico y properidad generalizada sin parangón en Hispanoamérica. Y si además extrapolamos en el análisis la noción de clase por la de raza se ve –así se me antoja al menos- el papel crucial que esos elementos demográficos (inmigrantes) forzados a pasar desapercibidos en los analistas y comentaristas de la prensa global (por las razones que sean) puede que estén jugando en la situación actual en Chile, dominada por un movimiento de protesta –e indignación callejera- de signo fundamentalmente clasista o de lucha de clases en lo que lo ideológico –en términos de izquierdas contra derechas- se presenta como una variable secundaria y en extremo difuminada. Y es en lo que presentan como principal detonante -el alza en el precio del billete de Metro- de las protestas de una tercera edad y de las clases medias mas fragilizadas –y dejadas de lado o descartadas del vertiginoso auge económico de signo o liberal (escuela de Chicago) que habrá conocido Chile sin parangón entre los demás paises hispanos o ex hispanos en las últimas décadas- y en lo que aquella corriente migratoria parece jugr el papel de un factor de revulsivo, en una pura suposición de parte mía lo reconozco, pero de lo que el anonimato al que una corriente migratoria tan poco trivial y tan estratégica se ve (sospechosamente) condenada en los medios parece como querer disimular una situación, en medio de la crisis desahogada sino clara y descaradamente e privilegiada, lo que lleva o esconde en germen el que detrás del conflicto actual sociológico o social se pueda esconder o agazapar la gestación o el surgimiento en fase latente de un conflicto o de una guerra de razas (….)
La antigua presidenta chilena (de izquierdas), Michelle Bachelet, habrá impulsado –como la Merkel con los refugiados sirios- la acogida de la fuerte corriente migratoria de raza negra proveniente de Haití, de un protagonismo destacado -a modo de detonante o revulsivo entre la población blanca- más que verosímil y presumible en la crisis que conoce el más blanco tal vez de todos los países de la America (ex) hispana (más que española)
Pura suposición, ya dije que no lo excluyo, ni descarto que ello nos pueda dar la clave de explicación –y de solución- de la crisis tampoco. ¿Un respingo de la America blanca el fenómeno de indignación callejera al que cerca o lejos de Chile en los medios del mundo entero venimos asistiendo, análogo o comparable mutatis mutandis al que dio el triunfo –en el consenso unánime de analistas y comentaristas de la prensa global-a Donald Trump en las elecciones norteamericanas? Esperemos a dar una respuesta definitiva a que las cosas se vuelvan (sólo un poco) mas claras. Hay otro factor supuesto o real y efectivo en la actual crisis chilena y en su movimiento e protesta al que no se esta prestando (se me antoja) toda la atención que se merece y al que en los análisis estamos igualmente echando en falta (…) Y un indicio o signo o presagio de lo que aquí decir estoy queriendo nos lo ofrecen las celebres caceroladas que habrán desatado el actual moviendo de protesta y que evocan fatalmente y sin remedio aquellas otras caceroladas – de amas de casa (de clase medias y altas)- que sirvieron de detonante al movimiento (profundo) de opinión en el preludio y origen de la caída de Allende, del ascenso del general Pinochet y de todo lo que se seguiría (…) ¿Feministas de punta de lanza de la agitación? Y a fe mía que no hablo de oídas, que en el viaje que allí hice a principios de la década de los setenta –siendo miembro de la FFSPX de Monseñor Lefebvre- tuvimos ocasión entre otros tipos de contacto de encontrarnos con mujeres chilenas dirigentes del AMA, una asociación –de gran relieve y protagonismo en los tiempos que precedieron la caída de Allende- de mujeres (y amas de casa) antimarxistas sorprendentes por la determinación y la energía y la decisión (propiamente viriles) de las que daban muestras. Que me pareció un fenómeno típico de aquellos lares y de aquellas latitudes sin equivalente o parangón alguno en otros países occidentales ni de Europa ni de la America hispana o ex hispana. Y todo lo que precede parece indicarnos que el fenómeno al que estamos asistiendo no es regreso ninguno a la situación de antes del golpe (cívico/militar) de 1973 ni ostenta el signo anti-Pinochet que algunos dentro y fuera de España-por ejemplo en Bélgica- ver están queriendo y que nos tratan de vender a toda costa los medios de la prensa global, a toda costa y por todos los medios. Como una operación de exhumacion –en el plano de la memoria- del recuerdo o imagen del general Pinochet entre chilenos. Franco y Pinochet van juntos se quiera reconocer o no en el destino post mortem análogo, que parece tenerles reservada la Historia
“El dialogo fracasó y esta triunfando la violencia extrema. Llegó la hora del Orden publico y de reinstaurar el Estado de derecho en nuestra patria” José Antonio Kast (en la foto), figura emergente y ascendente en Chile tras los últimos acontecimientos (De la vieja guardia pinochetista)
Jaime Guzmán, senador, constitucionalista y asesor del General Pinochet. Fue el cerebro y artífice de la Constitución de 1980 que ahora bajo la presión de la calle se quiere cambiar. Es el gran convidado de piedra en la hora actual. Oí de él, en el auge de su influencia y de su poder, no pocos comentarios -en un inalterable tono de sorna y de desprecio de desconfianza y puesta en guardia- de la TFP. No sé de que pecados le acusaban ¿Contra el Sexto Mandamiento? No lo sé, pero los redimió sobradamente –cualesquiera que fueran- con su muerte, asesinado –en la flor de la edad (cuarenta y cinco años)- por un comando de extrema izquierda. No saber verlas venir, ese fue tal vez su (gran) pecado. Lo que la Virgen (que él tanto veneraba) no supo o no le quiso decir. Y que me perdonen los de la TFP
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