viernes, agosto 06, 2021

NO AL PASAPORTE SANITARIO!


 

Laurent Fabius, ex-primer ministro socialista francés -descendiente de judíos askenazíes y de madre católica norteamericana-, y presidente (nuevo y flamante) del Consejo constitucional francés que acaba de aprobar el pasaporte sanitario anunciado por el presidente de la Republica Emmanuel Macron entre una oleada de protestas callejeras en las principales ciudades francesas. Un pasaporte interior (sic) sin más antecedentes contemporáneos que en la Union Soviética (primera época) y regímenes asimilados en la actualidad (Cuba y China) Como una ilustracion fehaciente de la pulsión liberticida (sic)  de la izquierda a escala del planeta. Liberticida y belicista, como lo probó el referido político francés en la crisis de las armas químicas en Siria (agosto 2013) que en su calidad de ministro francés de Exteriores y por su actitud intransigente y beligerante en contra de Bachar al Assad -del que llegó a afirmar "que no merecia estar en la tierra"- llevó al mundo al borde de una tercera guerra mundial, como ocurre ahora con un telón de fondo de guerra bacteriologica. Fabius obtuvo por sufragio electoral la alcaldía del Grand-Quévilly cerca de Rouen, en 1995, pero ya antes viviendo yo en la capital normanda (finales de los ochenta) era activo en la política municipial de aquella localidad y se hablaba mucho de él en los medios (catolicos tradicionalistas) que eran los mios -en el marco de la FSSPX (Monseñor Lefebvre)- en la capital normanda por aquel entonces. ADDENDA (última hora) La decision del Consejo constitucional habrá puesto de manifiesto una clase política francesa profundamente dividida. Diversas figuras de la oposición, desde   la izquierda (Jean Luc Melenchon) a Marine Le Pen y Florian Philippot se habrán pronunciado en contra, denunciando la violación de la libertad de circulación dentro del territorio frances por el nuevo pasaporte interior y la dimisión en sus funciones del Consejo constitucional, de su papel de "defensor de las libertades públicas"

En el marco de la (gran) campaña de opinion de la prensa francesa mainstream en preparación de la aprobación y entrada en vigor del nuevo pasaporte sanitario anunciado por el presidente de la República Emmanuel Macron, se vio publicado el pasado martes un artículo editorial en el diario Le Figaro, de un alto magistrado y antiguo miembro del Consejo constitucional francés bajo el titulo y el subtitulo (elocuentes) "El pasaporte sanitario, peligro para las libertades? El interés general también tiene sus derechos" con lo que al autor se enfrascaba (fatalmente) de nuevo en el eterno debate ideológico -en torno a la Liberté- siempre en alza e irresuelto desde los tiempos de la Revolucion francesa. 

Como un toque arrebato o una señal de alarma de lo que parece estar en juego a causa de este asunto en la política francesa (y de consecuencias incalculables a escala del planeta) Y dando así el tono, y ello desde las primeras lineas del articulo editorial, se pregunta el autor del artículo  (antes de optar por la negativa): "El imperativo sanitario debe primar sobre cualquier otra consideración, y en particular sobre esas libertades, esos goces y usanzas que dan un sentido a la existencia? (Personne ne le soutient)

Palabras mayores, porque por ahi nos vino la Segunda Guerra Mundial (...) Mucho decir, acaso exagero? Es al menos lo que me veo obligado de concluir de la lectura -tal y como ya lo consigné aquí- de la obra de Nolte sobre el nazismo (o nazifascismo) y en particular el párrafo que en la dicha obra se dedica a Nietzsche y a la infuencia que Nolte le atribuye -cargado de" razones- en esa corriente o magma de corrientes  ideologicas.  

Y es en los pasajes sobre el Superhombre, en donde Nietzsche le atribuye el poder de dar por los siglos a venir el sentido de la tierra (sic): donde residiria precisamente el núcleo o meollo de la respuesta de Nietzsche y su filosofía al desafio inaudito -de cambiar el mundo y la estructura de la realidad (sic)- implícito en el materialismo dialectico  (tesis onceava de Feuerbach) de la ideología marxista. Lo que animó esencialmente -siguiendo a Nolte- la reacción nazifascista,  y por via de cosecuencia serviría de detonador de la "guerra civil europea" 

Los pueblos que no aprenden de la Historia están condenados a repetirla. No al pasaporte sanitario, por demoralizante y degradante, y por liberticida!

Rousseau, padre de la Revolución francesa. Y de (casi) todas las que la sucederían. Hombre nefasto (sic) le llamó José Antonio en el Discurso fundacional del Teatro de la Comedia, ante el escándalo y la incomprensión, de sus enemigos de entonces y la verguenza ajena de la bien/pensancia en la actualidad. Y si  el juiico o diagnóstico del fundador de la Falange en algo fallaba, no era nor lo justo o por lo certero sino por lo incompleto. Le faltó a Jose Antonio denunciar la violacion (sic)  infligida a la libertad ("Liberté"), escondida o disimulada en la obediencia ("total") a la ley de "la Voluntad General" (Contrato Social). Un debate irresuelto hasta hoy -como Ernst Nolte lo apuntó ("El fascismo en su época")- que pone  en el tapete la pulsión liberticida (sic) en la clase política clamorosamente al descubierto -en Francia como en España- ante la emergencia sanitaria en la actualidad ADDENDA Esta critica casi inédita de Roseau, se la tomo prestado a Nolte, cierto, pero a él se la prestan Maurras y el fondo programático e ideológico de la Acción Francesa   

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