No me caso con nadie, aquí ya todos lo saben. Y con Vox tampoco, que aquí lo he dejado también de lo mas claro al respecto, pero el (escandaloso) culebrón que se traen algunos con Vox Málaga me habrá obligado o llamado a circunspección como decían los viejos, y es ante el espectáculo -de vergüenza ajena- que están montando algunos por cuenta de aquella sección, de aquel partido, y en sus asuntos internos (….) Escándalo de sospechas y de acusaciones –que algunos llaman fake news-, sin pruebas ni fundamento, de índole personal, donde lo político o ideológico parece fatalmente relegado a un segundo o tercer termino, y hasta el mas mínimo atisbo de ello (…) No tengo nada (en serio) contra Alerta Digital, al contrario, fue impreso en la mas absoluta cordialidad el trato –una sola vez- que tuve con su director, pero no les debo nada al respecto (salvedad hecha de censuras y tijeretazos, que me "deben" ellos a mí, que aquí también me expliqué al respecto) Me siento libre y neutral pues a la hora de meter baza en lo que se me asemeja más que otra cosa a una gresca de cuervos o –como los franceses dicen- a una pelea en una cesta de cangrejos. O de Blancanieves y una sarta de enanos, lo que me parece más objetivo y más serio. La doncella ya saben todos quién es y a quién me refiero. Los enanos no los conozco ni en persona ni en detalle y a decir verdad me interesan mucho menos. Pero no hago más que mirar y remirar fotos por cuenta de ella, y cada vez me quedo más atónito y más perplejo, porque no veo por parte alguna ni de frente ni de perfil ni asomo de todo lo que (vagamente) se le acusa, y me pongo a pensar o a sospechar esta vez en serio. Y a especular por mi cuenta libremente y de altos vuelos. ¿Será de Málaga (“la facha”), de donde nos vendrá el remedio? Lo que justifica tantas intrigas tantas, tantas pasiones y tantas rencillas (y celos)? ¡Vivir para ver, mis fantasmas! (en serio) Que si la cara es el espejo del alma, los de Alerta Digital deberán parar de sacarla en foto, si no quieren seguir tirando piedras contra su propio tejado (mi humilde consejo) La operación Cayetana fracasó -o eso dicen-, pero nos marcó a muchos la vía, por el ejemplo de su gancho y de su (innegable) impacto en los medios (….) Y de Patricia Rueda se diría que algunos quieren impedir que triunfe donde aquella fracasó, por todos los medios. Lo que esconde esa intriga y dónde se encuentra exactamente el reto, es algo que a fe mía desconocemos. Pero no es difícil suponer que tras la inquina estrictamente personal –y tan mezquina- de la que algunos aquí están dando muestras, se esconde una montaña de reivindicaciones en el orden político e ideológico. ¿El programa B alternativo de la única alternativa con visos de seriedad a la situación que desde hace tantos años padecemos? Ahí va, ahí queda eso, en testimonio de mi interés –todo menos partidista- por los asuntos de España y al cabo de una sorda lucha interior para vencer la enorme pereza y vencer la fuerte tentación de desinteresarme de una vez por todas de un país, de una patria, que al cabo de la larga expatriación me pilla a veces (¡ay dolor!) un poco demasiado lejos. “Miré los muros de la patria mía” (como reza el soneto), y me dije que valía la pena el empeño. De partir una lanza por Patricia Rueda, que la pintan tan fea y tan mala que nos obligan a fe mía a mirarla y remirarla en las fotos. Con curiosidad, con estima, y con admiración y respeto.
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