Portada del suplemento acabado de aparecer del diario francés le Monde (fuera de toda sospecha) Las palabras sobran. Ante una foto más elocuente que todos los análisis y comentarios del desafío que están riñendo “las dos Américas”, “frente a frente” -como lo glosa (“en blanco y negro”) el diario francés- en esta recta final de las próximas elecciones norteamericanas. Y es del despertar de una Norteamérica profunda -blanca y europea- frente a unas élites que la habrán llevado a una situación de postración y de declive irreversible en apariencia, y ello al precio de haber acabado poniendo al mundo entero al borde de una tercera guerra mundial, que es la (grave) amenaza que se escurre silenciosa tras la figura de la candidata demócrata, que enfrenta a todas luces una rebelión generalizada (Trump dixit) en las filas del FBI las horas que correnMientras me disponía a dar inicio estas lineas nos llega la noticia por el servicio exterior de la BBC (world service) -fuera de toda sospecha- que Barak Obama acaba de hacer declaraciones en la que niega explícitamente -sin duda en respuesta a las acusaciones, emanadas de su propio campo sobre todo- que el director del FBI haya tratado de interferir en el proceso electoral en curso en los Estados Unidos, con su decisión de reabrir la investigación que se le viene siguiendo a la candidata demócrata Hillary Clinton en el asunto de la supresión (por su cuenta y riesgo) de una parte sus correos electrónicos -mas de dos mil-, de sus tiempos de la Secretaría de Estado, qué hizo desaparecer, entre ellos material clasificado.
¿Un nuevo Watergate? ¿Multiplicado a la enésima potencia por su potencialidad explosiva y por la gravedad de las acusaciones que se ventilan? Como sea, de la gravedad de la situación -para el clan Clinton- da idea el que los grandes medios de la prensa global hayan salido al quite de la candidata presidencial demócrata al unisono. Qué va a suceder? Dimisión del Director del FBI acusado de parcialidad en los medios mas influyentes -como el Nueva York Times- y por los representantes legales de la candidata? Así a primera vista parecería probable. No se ve si no como el campo demócrata podría contrarrestar la influencia deletérea que en la campaña de su candidata están ya teniendo la reapertura del caso -incluso sin que se sepa hasta ahora (oficialmente) nada nuevo sobre el mismo- como lo ilustran a la saciedad los últimos sondeos.