4 de agosto de 1936. Golpe de estado del general Ioannis Metaxas, a tres semanas apenas de haber estallado la guerra civil española. Unidades favorables al nuevo régimen, desfilan por las calles de Atenas. El régimen del 4 de agosto como así se le conoció es un hito indispensable en el enfoque comparativo de la historia de Grecia y de España en la era contemporánea. De la guerra civil interminable que vienen sufriendo los dos países. Un fenómeno de la primera magnitud e insoslayable a la hora de analizar los últimos acontecimientos de la crisis que sacude el país heleno. Como lo es en el diagnóstico que nos merece el fenómeno de la indignación callejera entre españoles. Por eso no puedo estar de acuerdo con enfoques o análisis primordialmente económicos o de politología por muy agudos y incisivos que seanMe he leído con detenimiento y atención -como suelo hacerlo con sus escritos- el último artículo de Ernesto Milá publicado en su blog sobre Grecia donde en el tono doctoral y a la vez desenfadado y de desafío -periodístico e ideológico- que le caracteriza vierte su propio diagnóstico de la crisis griega con el que estoy (casi) completamente de acuerdo y a la vez en desacuerdo radical si bien se mira. No conozco personalmente a Ernesto Milá, coincidí con él en las columnas de Minuto Digital unas semanas hasta que me dieron de baja sin saber por qué, porque a fe mía que no puedo creer que fuera por el desacuerdo con él del que di muestras en alguno de los artículos míos que allí fueron publicados.
Ernesto Milá arrastra un pasado o una leyenda como sin duda le ocurre al que esto escribe, que me es conocida en parte por terceros y por lo que de él puede leerse por internet, que sin duda influye en la valoración que muchos se hacen de su persona y de sus escritos, y de lo que se puede pensar sin duda lo que se quiera, hay que reconocer como sea que es un caso como hay pocos de perseverancia entre los que navegamos de antiguo en la red –como él mismo no deja de resaltarlo- de trabajo de escritura serio y concienzudo y documentado y de información periodística de calidad como se deja traslucir en sus escritos. Y como sin duda vuelve a ser el caso ahora con su análisis de actualidad candente sobre la crisis griega, que se ve agravada por minutos mientras escribo estas líneas.