Escena habitual durante la Segunda Guerra Mundial en Bélgica flamenca. La Colaboración contó –secreto a voces- con una adhesión masiva (y entusiasta) entre belgas flamencos, en la inmensa mayoría de la población. De Bélgica francófona en cambio se puede decir -de testimonios concordantes que me fue dado el recabar todo el tiempo vivido ya aquí- que se vio dividida por partes iguales entre la Colaboración y la Resistencia. Un pasado, como sea, que ningún belga se atrevía hasta ahora a asumir por poco que fuer. Dos dirigentes del Vlaams Belang antiguo (Vlaams Blok) acaba de hacerlo –¡albricias!- en unas declaraciones de gran impacto a un semanario de legua neerlandófona. La Colaboración –acaban de declarar al unísono- forma parte (inalienable) del pasado (sic) del Nacionalismo Flamenco (Vlaams Beweging) Tomamos nota complacidos desde luego, en resarcimiento de la incomprensión (sin duda moralmente invencible) –que no complicidad- que en ese partido y en esos medios flamencos nacionalistas encontró de antiguo el problema del terrorismo en el País Vasco, lo que no me privé de reprocharles pública y abiertamente viviendo ya aquí en BélgicaDía de luto y de derrota. Me refiero al que acabamos de vivir de la investidura de alcaldes en Madrid y en otras capitales de España marcadas por la llegada a todos los niveles del poder municipal del partido Podemos y del cólera morbo que arrastran consigo.
Las derrotas no obstante son la materia prima de las victorias que están hechas de ellas, como decía Leon Degrelle -o si no lo decía él le calza del todo en lo que le leí siempre o en lo que de él o sobre él leí hasta ahora-, y me viene su nombre a la mente ahora de golpe porque él tampoco -como los rojos españoles del 36 antepasados biológicos tanto como ideológicos de los indignados- acepto derrota ningún y vivió en España refugiado hasta el final de sus días desafiando al ordenamiento internacional surgido de la victoria aliada del 45 y a la justicia belga en concreto que le tenía –y le sigue teniendo- condenado a muerte.
Escribo estas líneas el alma embargada de pesadumbre y melancolía, pero un tanto aliviada por lo soplos de aire fresco que me llegan de pronto por internet de otros irreductibles (como lo fue el líder rexista belga)
Uno de ellos, Jean Marie le Pen que en unas declaraciones recientes de las muchas que está prodigando de un tiempo a esta parte al calor del enfrentamiento con su propia hija dentro y fuera del partido que él mismo fundo, volvía a asumir sus propósitos controvertidos sobre la segunda guerra mundial (y asimilado) acusando a sus detractores de su sumisión a la versión de aquel conflicto que impusieron (sic) los vencedores. El otro me llega de una fuente mucho más sorprendente e inesperada, y lo son las declaraciones al importante e influyente semanario belga flamenco “Knack” de dos líderes del partido nacionalista belga flamenco Vlaams Belang, antiguo Vlaams Blok, hoy relegados de las instancias de poder del partido por una generación más joven que asumió el relevo. Viejos conocidos míos el Vlaams Blok que así se denominaban cuando llegué a Bélgica en los inicios de su despegue electoral en la política belga. Motivo de pesadilla a veces para mí también (humildemente lo confieso) ese partido por culpa de esa incomprensión casi congénita se diría en ellos, dirigentes y militantes hacia la lacra del terrorismo (separatista) en el País vasco.
Tania Sánchez, la candidata a alcaldesa que querían presentar en un principio los de Podemos. Al final tuvieron que conformarse con la septuagenaria. Lástima que su juventud –amén de su encanto juvenil- se vea un tanto empañada por esos síndromes de viejo que arrastra de su ascendencia izquierdista –de padre comunista (antiguo concejal de Izquierda Unida)- como lo puso de manifiesto en un programa televisivo reciente –tras su imputación judicial- cuando declaro de lo más seria –desatando la hilaridad de los asistentes- que en España había un cuarto (sic) de la población española en riesgo (sic) de morirse de hambre. Un síndrome del niño hambriento que la Doña Rojelia se pone ahora por montera –y de coartada- desde el inicio de su mandato. ¿Hasta cuándo virgen/santa, hasta cuándo?No se les puede acusar de complicidad propiamente hablando como si cabe hacerlo con su partido rival –en el seno del nacionalismo flamenco- la N-VA hoy integrante del gobierno belga, a tenor de la trayectoria de algunas de sus principales figuras, y en particular su líder indiscutido las horas que corren, el actual alcalde de Amberes que arrastra un pasado de connivencia con el entorno de ETA y sus amigos y cómplices aquí en Bélica.
Una ignorancia invencible mas bien en ellos con no poco de patético de trágico incluso, de raíces hondas que se remonta al tiempo que inmediatamente siguió al final de la guerra civil española, cuando Aguirre, el lehendakari vasco y un hermano suyo encontraron refugio en un convento benedictino de Brujas -hasta después de producirse la ocupación alemana, cundo pudieron huir sin mayores problemas-, ilustración de las simpatías que el nacionalismo vasco beligerante durante la guerra cosechó en el seno de la jerarquía eclesiástica belga, en la persona misma del Cardenal primado belga de entonces, Van Roey que ya evoqué en algunas entradas de este blog, y vuelvo a hacerlo ahora en mi reciente libro “Guerra del 36 e Indignación callejera”
El Vlaams Blok –léase Vlaams Belang- por boca de uno de sus líderes más carismáticos entrevistado en el reportaje al que más arriba aludo, pregona ahora (de nuevo) por cuenta de su partido un posición anti-islam en el nombre de la dignidad de la mujer y de la separación (sic) iglesia-estado, y siempre pensé que ese partido más que ningún otro en la política belga se veía inmerso en la órbita de la iglesia católica belga, la apostilla que hace acompañar ahora a sus tomas de postura anti-islámica de ahora –“piense lo que piense el papa de Roma”- hacen pensar en una clara discrepancia –en el tema sensible de la inmigración musulmana- o incluso a una disidencia en germen, en relación con el Vaticano e incluso con el propio pontífice (reinante), el papa argentino. Como sea, se merece un voto de confianza o el beneficio de la duda en o que declara.
Lo que más me habrá llamado la atención no obstante de esas declaraciones un tanto insólitas, en dúo, de dos figuras del partido que se vieron presentas siempre encarnadas tendencias –una ala extremista y otra moderada- al interior de su partido, lo es sin duda su pronunciamiento conjunto –no se me ocurre llamarlo de otra forma- en relación con la Colaboración de los belgas flamencos durante la Segunda Guerra Mundial, que tango uno como otro de los entrevistados en una reacción directa posicionamientos recientes del actual alcalde de Amberes –del partido nacionalista rival- que declaro rotundo que la falta colectiva (sic) de la Colaboración de los belgas flamencos era algo a olvidar (como una mancha indeleble o imperdonable), asumen en cambio como formando parte (sic) de la historia del nacionalismo flamenco (Vlaamse Beweging)
Y una toma de posición tan clara –y tan valiente- como esa me predispone a perdonarles incomprensiones dolorosas de un pasado relativamente reciente, de los años en que la ETA desplegaba su agit prop impunemente y a discreción en los medios belgas en articular del lado flamenco (neerlandófono) de la frontera lingüística que divide grosso modo por la mitad a Bélgica y a los belgas.
El futuro no nos cierra pues todas sus puertas, tras la jornada triste de hoy, ni dentro ni fuera de España, y en particular por cima de los Pirineos, donde algunos se piensan que todo es terreno abonado para Podemos y los indignados, a tenor de la cobertura propagandística y mediática tan formidable de la que disfrutaron hasta hoy en la mayor parte de los medios occidentales. Doña Rojelia y sus indignados habrán tenido una victoria “humilde” (por parafrasear al mesías de la coleta)
Tiene modelos por cierto de sobra la izquierda en la historia contemporánea de victorias por los pelos que imponían circunspección y modestia más que triunfalismo y gritos de trágala, trágala (todavía, dos siglos después, frescos en las memorias)
Y me viene a la mente el semblante preocupado y como transfigurado de seriedad de François Mitterrand –residía yo en Francia entonces- en su investidura de presidente de la república francés en el 81. Se hubiera dicho que no acababa de creérselo del todo (…) Lo de más impacto mediático desde luego de la sesión de investidura y de las instantáneas gráficas que de ellas hasta ahora nos han llegado lo es sin duda el abrazo de las dos rivales, la Espe y doña Rojelia, que a fe mía que no me lo esperaba ni de una ni de la otra, a tenor de lo agrio de las disputas que las enfrentaron durante la campaña.
¿Cosas de una democracia (parlamentaria) sin vencedores ni vencidos? Un mito falaz. Está claro que la de hoy es una victoria psicológica considerable de la indignación callejera cargada de negros presagios parra el futuro inmediato. Una batalla o batallita no obstante, no más que eso, en la guerra civil interminable como lo vengo (pacientemente) explicando desde hace ya un rato.
En todo caso, habrá brillado por su ausencia el espectáculo de banderas republicanas en la Cibeles que cabía temerse. En su lugar hubo un desplegar de signos tricolores en uno de los patios interiores del edificio que se vio repelida de inmediato por las fuerzas del orden
¿Dejar que se hunda todo, y “mueran Sansón y los filisteos”, como lo proclama un analista “azul” en un artículo de reciente aparición? Perdónales porque no saben lo que dicen. Aquí ya s aben como sea lo que pienso al respecto por haberme pronunciado sobre ello repetidas veces, dentro y fuera de este blog.
El tono –demagógico, insidioso, de guerra de propaganda premonitorio de lo que nos espera- lo da Doña Rojelia justo a seguir a su investidura declarando que la primera medida de su mandato (municipal) lo será el dar de comer (sic) a todos los niños pobres. Echando así más leña al fuego de la guerra de propaganda en España y fuera de ella por cuenta de la pobreza infantil, un mito venenoso –falaz, y enfermizo y y contagioso y (¡ay dolor!) con no pocos avales eclesiásticos- que la indignación callejera cuenta seguir explotando a fondo y más que nunca a partir de ahora, como el de los desahucios.
Sidrome del niño hambriento el que arrastra la izquierda internacional y en particular la izquierda guerra civilista española como se ponde de manifiesto en su version mas reciente de indigncion calljera, y como lo puso claramente al descubierto en un debate televisivo -entre la hilaridad del publico asistente- la antigua compañera sentimentall del mssias de la coleta cuando declaro que en España habia cien mil personas en reisgo de morirse de hambre (o algo así)
Fondos públicos a espuertas a partir de ahora al rescate de la economía subsidiada (y en negro) y del negocio de la inmigración en masa, y esa primera medida de la Rojelia es un anticipo de lo que sin duda nos espera. Recogido (faltaría) de inmediato en titulares de la presan francófona como respondiendo a uno de esos tics históricos que plantó por cima de los Pirineos la Leyenda Negra anti-española, en su versiones contemporáneas, a saber un país donde los niños se mueren de hambre y donde se echa a la gente de sus casas, como rezaban las pancartas en el aeropuerto de Caracas.
¿Y acaso de España y de los españoles podía esperarse otra cosa? Un país donde la gente come tor-ti-llá (con acento en la a) duermen la siesta –en el clisé que ya oí en Bélgica- y "huelen a pies" como ellos mismos lo reconocen (y si no que le pregunten a Pablo Iglesias por su declaraciones sobre "el olor a pies" de los españoles (franquistas)
Alta traición la que comete y consuma de antiguo la izquierda española en la que viene ahora a reincidir la movida indignada! Lo que tendrán que pagar un día. ¿Un país de niños muertos de hambre? ¡Vergüenza patria!
Es curioso lo que escribe un comentarista anónimo:
ResponderEliminarAnónimo dijo...
Hay que anotar que los judíos que dicen “convertirse”, sea cual sea la religión a la que se “convierten”, se les conoce como judíos marranos, ya que primero, realmente nunca no abandonan el judaismo (se trata de una mera fachada para operar sin problemas) y segundo, el judío es judío no por su lugar de nacimiento, sino por genética; judío lo es el nacido de madre judía, siempre.
Por supuesto el “contrincante” de Maduro en las “elecciones” (otra farsa mas, pues la democracia es una dictadura encubierta), el señor Capriles, también es judío ¿que casualidad, verdad? Pues no, en este mundo no existen las casualidades.
http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/n228355.html
Pero aun hay mas, pues Maduro y Capriles son primos.
http://www.enlacejudio.com/2013/04/14/hoy-elecciones-en-venezuela-dos-candidatos-genealogicamente-judios-primos/
Aquí tiene el árbol genealógico para comprobarlo
http://gw.geneanet.org/rccapriles?lang=es;pz=andres;nz=vannini+alvarez;ocz=0;p=eduardo+ignacio;n=capriles+power
Esto de que sean primos no es novedad entre los políticos, pues lo hacen en todos los países, tenga una dictadura abierta o encubierta (democracia).
http://bergman3000.blogspot.com.es/2015/06/el-nacionalismo-etnico-arya-es-un.html
ResponderEliminarAl parecer las respuestas contra
ResponderEliminarla "UNIDAD POPULAR" ó "AHORA MANUELA"presuntamente revanchistas
son también inspiradas en la época de Paracuellos:
http://lagallina.es/2015/06/15/el-ayuntamiento-de-madrid-ofrecera-campamentos-de-verano-gratuitos-para-disidentes/?utm_source=sprinkle&utm_medium=widget-55486cd2d45c5&utm_content=www.gaceta.es
Por mi parte, no soy pesimista por naturaleza y espero
que PABLEMOS haga el ridículo casi tanto o más que ZP.
Lo malo es que el humor negro de Zapata y sus compañeros sea a costa de España y también de los judios, los cuales se apresuraron a amenazar con
denuncias ante los Tribunales.... y Zapata, claro está, se apresuró a dimitir...