Berlín, 1945. A la hora de la Derrota (total), bajo los acordes -por la Orquesta Filarmónica alemana- del GOTTERDAMMERUNG de Richard WAGNER -"Crepúsculo de los Dioses". Tras una II Guerra Mundial que impuso -declarando la guerra a Alemania- el Congreso Mundial judío. Verdadero holocausto, la autoinmolación alemana. Esa es nuestra FE (católica) : en la gloria y la grandeza alemanas. No tenemos otra
Lo que nos lleva -se quiera reconocer o no- al descubrimiento detrás de la ideología del nacionalsocialismo, de una auténtica fe religiosa, pagana , neopagana, cristiano/pagana o pagano/cristiana como se quiera. Precisamente a la hora -ese descubrimiento de una Fe ancestral- de la muerte de la Iglesia (sic), que venimos anunciando de antiguo en este blog, y con ella, de la muerte de nuestra antigua fe en la Iglesia/católico/jerárquica, a la vista de la escenificación ceremonial rayana en lo grotesco a la que (un tanto) absortos habremos asistido, y sobre todo de la elección -como salido de una caja (mágica) de sorpresas- del nuevo papa, al que no reconocemos, y con el que abiertamente disentimos: por algunos de sus propósitos (escandalosos) en público, por ciertos episodios igualmente escandalosos y aún no esclarecidos de su currículo, y por las circunstancias -turbias e inquietantes-, que habrán acompañado su nombramiento (como salido de una caja -mágica- de sorpresas) Neopaganos pues, católicos en SEDE VACANTE. Libres como el viento pues: sin necesidad de entrar en una nueva Iglesia, tras haber salido de otra. Infundidos de la Fe ancestral, como digo. De una FE en nuestro Destino, individual como colectivo. FE en el Destino de Dios o de los dioses. RAGNAROK.
Con lo que venimos a rubricar, como por casualidad, sin un propósito deliberado de nuestra parte, nuestra ascendencia familiar nórdica, en un espíritu de reconciliación en el plano de la Memoria con la civilización vikinga -grandes calumniados de nuestra historia española-, y con su presencia (e incursión) en la Península Ibérica y en otras extremidades del suelo europeo, en reacción o respuesta (defensiva) -no se olvide- a la agresión (sic) de una ofensiva de proselitismo (judeo) cristiano, en esas zonas de nuestro continente.
Una misma FE pues, como la que llevó a los nazis a un acto colectiva de DEVOTIO -IBERA ROMANA, GERMANA, NORDICA O NORDICO/GERMANA- en la autoinmolación colectiva de su Derrota Total, y a sus jefes supremos, a la inmolación de ellos mismos y de los suyos, y a grandes sectores de población alemana, al SUICIDIO COLECTIVO. GLORIA A LOS HEROES y reparación de su recuerdo en la Memoria Colectiva. He dicho.
Y los -más o menos pedantes, y arrogantes- especialistas o investigadores en materia de "Histoire des religions", no se escandalizarán de lo que -por mi HONOR- aquí afirmo. OMNIA VINCIT VERITAS. La Verdad de la Historia, ella sola. Que todo lo demás es leyenda o charlatanería anti-nazi, anti-revisionista (o anti-negacionista), histórica- y políticamente correcta

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