lunes, julio 31, 2023

AL APRENDIZ DE BRUJO: ESPAÑA NO ES BÉLGICA!!!


 

(Universidad Católica de Lovaina) Valones go home!, y otros eslógans más impresentables, " Ratas de franceses (o valones) hagan el petate ! -"Walen (Franse) ratten rol uw matten!  El sello único -a la salsa belga- étnico-cultural o étnico/lingüístico del Mayo del 68 belga. Cualquier parecido, con la realidad, pura coincidencia. Aviso a los aprendices de brujo (como el FELÓN de Waterloo)  ESPAÑA NO ES BÉLGICA!  

Mayoría social, reza la autocracia, como un serio aviso o un parte de guerra. A agarrarse los machos tocan, como los mexicas dicen, que los vientos anuncian marejada. Vientos de guerra híbrida, asimétrica, guerra civil larvada o sea. Soplando de todos los sitios y en todos los sentidos como en un cerro de arrebatacapas, pero principalmente de Cataluña. Federalizacion de España, Estado federal, reza la voz de mando o la consigna que nos llega del Felón de Waterloo (hasta la Moncloa) en clave de interpretación belga o más exactamente belga/flamenca, algo de lo que ya me expliqué en mi libro (confiscado mucho me temo, por orden de la Generalitat)- y que presenté en Barcelona en el local (hoy bien cerrado y precintado) de la Librería Europa. 

Complejo/español de los belgas, aparte de mí ese cáliz! De los belga flamencos, léase de los flamenco/nacionalistas, que no se lo salta cualquiera! El del espejismo o efecto de "fata morgana" -rayando en el orgasmo con perdón- que les produce la pulsion independentista en Caluña. De los que lograron que el felón encontrase refugio aquí aunque echaran el muerto del otro lado de la barrera lingüística. Pero vaya dicho de entrada, poniendo cartas sobre la mesa. España no es Bélgica o sea. Ni el problema lingüístico que divide este pequeño/país por la mitad tiene mi mucho ni poco que ver con el lingüístico malentendido que amenaza -al calor de la crisis política- hacer saltar por los aires nuestra estabilidad política (y social) por mínima que sea. Amenaza de explosión o implosión en el paqueño/país, también, pero sin riesgo de amputación o (grave) mutilación como nos amenaza a los españoles, ahora más que nunca con el trasfondo de una crisis politica sin el menor atisbo de desenlace en corta o mediana perspectiva. 

La primera en la frente pues, pero no se agota ahí la lista inagotable de las diferencias o cuaderno de agravios. Cartas (otra vez) sobre la mesa. España como digo no es Bélgica, de una homogeneidad (sic) mucho mayor y más fuerte la nuestra, sin la composición étnico/lingüística de la que adolecen los belgas, consciente no obstante  del pesado tabú que infringo expresándome así, y sé de lo que hablo a fe mía. Bélgica es un pais pequeño (petit pays) -lo que no quiere decir (nota bene) artificial (sic), pese al mantra que circuló siempre, por lo menos lo que yo siempre oí en Madrid-, sino lastrado de la Historia, en el cruce de caminos (sic) de la geografía y de la historia europeas (y en parte también española) "Portugal es un caminante, Bélgica tan sólo un camino (y un mesón)" escribió o declamó (o escanció) Eugenio Montes en su retumbante artículo "La Vuelta del Duque de Alba" (años treinta) Pequeño país y dividido (grosso modo) por la mitad. 

Lo que agrava el problema y a la vez lo simplifica como aquí lo trato (otra vez) de explicar. A base de soluciones prácticas, pedestres, para andar por casa ("terre-a -terre"), como el llamado "régimen de facilidades/lingüísticas" -impensable o inimaginable en una situación como la que se presenta en Cataluña-, a saber las concesiones o privilegios o regímenes de excepción que se otorgan aquí a la minoría lingüística en cada determinada localidad o zona o región -como a los flamencos en Waterloo (...)- y a base, en guisa de consecuencia o corolario de lo anterior, de claras líneas de demarcacion al interior de esas zonas (de "facilidades") que no son ni posibles ni imaginables entre catalano- y castellano-parlantes en Cataluña, oficial u oficiosamente bilingües todos ellos, y con un mismo e idéntico substrato cultural (y étnico) a lo largo y a lo ancho de todo el territorio de esa autonomía. Se entiende (bien) lo que aquí decir estoy queriendo?  

Lo que los belgas entienden (apuesto), por más que a los flamencos les cueste trabajo de asumir, y es (sin duda) por razón del desenlace de la II Guerra Mundial -en donde los flamencos/nacionalistas figuraron en el bando perdedor- convirtió o (fatalmente) travistió la pulsión secesionista o nacionalista -de claro signo gemanófilo- que era la suya, en una pura querella lingüística (no menos emponzoñada y encismante atención), tal y como vinieron a ponerlo de relieve las marchas (flamencas) sobre Bruselas (años 60), y sobre todo la escisión en dos variantes lingüísticas de la Universidad Católica de Lovaina, en la crisis universitaria de Mayo del 68, que fue aquí al contrario que en Francia, España y los demas países en los que aquello se dio, una querella "comunitaria" como aquí púdicamente le dicen, étnica y linguística a la vez o sea (...) 

España no es Bélgica o como se placen aqui en decir (me) sobre todo en la parte flamenca, "los belgas no somos españoles" (como tantas veces lo oi- a modo de preámbulo o salvedad indispensable o de advertencia refiriéndose a mí, como una contraseña o un curarse en salud) a lo que es fácil de replicar (sí): ESPAÑA NO ES BÉLGICA. Y no sé como al felón le habran contado la pelicula, pero hay que decirle o advertirle que no sabe dónde se mete -poniendo los pies fuera del hotel de Waterloo- a la hora de extrapolar los problemas de aquí a allí. 

Un verdadero polvorín (sic) el que legó la Historia aquí y allí, de la Segunda Guerra Mundial y de nuestra guerra civil. Con una (magna) diferencia no obstante: que la sangre (entre valones y flamencos) no llegó al río allí), quiero decir "aquí" (ni en la guerra ni en la paz), lo que el felón y su compañero de viaje de la Moncloa pierden (fatalmente) de vista y parecen empeñados que ocurra en cambio (otra vez) aquí. "Los pueblos que no aprenden de la Historia.../..." (o sea)   

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